Capítulo 4

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Quería con todas sus fuerzas decir que su día había comenzado de la mejor forma posible y que esperaba que así también terminará. Pero no.

Se levantó con una pereza extraordinaria, comió sólo dos tostadas quemadas como desayuno porque llegaba tarde a clases, no tuvo tiempo de arreglarse el cabello ni mucho menos de sacarse las lagañas. Y para colmo el clima tampoco lo acompañaba ese día, se había largado una fuerte tormenta de tal magnitud que parecía que el mundo se iba a perder en cualquier momento. Al menos la lluvia, que lo había empapado entero, logró despertarlo completamente, por ahora, porque seguramente luego de los primeros módulos el sueño volvería a consumirlo completamente hasta que se viera obligado a utilizar alguna de las clases de historia para echarse una siesta repidita.

Iba caminando por los pasillos cuando vio a su príncipe azul, ahí guardando algunos libros en su casillero, demasiado concentrado en ordenarlos de forma correcta como para darse cuenta que él se le había quedado mirando como una colegiala enamorada, o más bien como un acosador que no sabía disimular bien.

Y es que Lee Taeyong era el hombre más perfecto del mundo mundial. Tenía buen físico, lindas facciones y además era un amor de persona en todo sentido aunque varias personas en el pasado lo hayan etiquetado de estafador, cosa que aún no entendía porqué razón, pero eso era lo de menos ¿verdad?

Llevaba el cabello de un tono rosado claro ahora, y unos vaqueros negros ajustados que resaltaban sus bien definidas piernas además de una camisa blanca con los dos primeros botones abiertos dejando ver un poco de la blanca piel de su pecho. Estaba babeando mentalmente, bueno en realidad después sintió algo húmedo correr por la comisura inferior de su labio y al tocarse se dio cuenta de que estaba babeando en serio.

'Por favor Chittaphon, controlate'

Tragó saliva cuando el mayor cerró su casillero y se dio la vuelta encontrándose con su mirada. Se estaba muriendo de la vergüenza ¡ahora Taeyong pensaría que es un jodido acosador y que estaba babeandose por él! Aunque esa era la verdad... pero de igual forma ¡ya no tendría oportunidad con él!

Sin embargo fue grande su sorpresa cuando el mayor sólo le sonrió y, colgándose su mochila en el hombro derecho, le dijo un 'Buenos días' para luego marcharse y dejarlo solo con la emoción y los sentimientos a flor de piel.

Y es que... LEE TAEYONG LE HABÍA SONREÍDO Y DICHO BUENOS DÍAS.

Era el día más perfecto de su vida, hasta ya había olvidado por completo que hace sólo unos minutos estaba en medio de un tormentón y que por poco tuvo que construir el arca de Noe para poder llegar. Pero fue bajado rápidamente de su nube de pedo al escuchar unas estruendosas carcajadas a sus espaldas.

-¡Ya! ¿De qué te ríes, gringo?-

-De lo obvio que eres y de lo idiota que es Taeyong para no darse cuenta-Le tendió una toalla-Sécate antes de que te enfermes y andes lloriqueando envuelto en mocos-

-Aish, te la acepto sólo porque me esta haciendo frío-Le arrebató la toalla de las manos y se empezó a secar el cabello-¿Y qué haces aquí hablando conmigo y no en clases? No quiero que después tus admiradoras me golpeen o hagan muchas preguntas, o peor, que armen rumores de que estamos saliendo-El más alto río.

Él y John Seo, o mejor conocido como Johnny, se conocían desde hace mucho, sólo que no intercambiaban muchas palabras en los pasillos debido a la posición social del rubio, el cual se encontraba dentro del típico grupo de populares de la escuela; esos chicos que resaltan tanto en belleza como en acciones, y que no sólo mojaban las bragas de los alumnos sino también hasta de los mismos profesores. Bueno, yendo al punto, Johnny era uno de los populares, y dentro de su grupito también se encontraban los platónicos de sus amigos, e incluso, y para su mala suerte, el mismo Taeyong, que era nada más ni nada menos que el capitán del equipo de fútbol. Y su co capitán era la gorda de Doyoung.

Club de pasivas ↪ [NCT]Where stories live. Discover now