20

4K 224 128
                                    


-Yo.., no Calum. No siento lo mismo.

La Brooklyn del pasado se habría matado al oírme decir esto pero es la verdad. Y, me siento como la mierda al decirlo.

Calum sonrió y rió despacio haciéndome fruncir el ceño.

-Está bien, me lo merezco por haber rechazado un amor cómo el tuyo.

-Calum...-él me miró y suspiré.-Tú no sientes nada por mí.

-¿Cómo...?

-Lo sé, Calum.-lo interrumpí. -No lo haces. Tienes a Emily, a ella sí la amas. A mí no.-lo miré.

-Sí, la amo, pero siento la maldita necesidad de quererte Brook. Tal vez es la consciencia de lo que te hice, tal vez es eso pero no lo sé. Sólo sé que siento que debo hacerlo, que debo amarte cómo tú alguna vez me amaste a mí...

Cuánto habría querido que Calum haya dicho eso cuando me volvía loca por él. No negaré que aún puede haber una pequeñísima parte de mí que aún siente algo por él porque...bueno, Calum fue el hombre al que más amé. Algo de mí le pertenece. Pero no supera lo que ahora siento por Mike.

-Calum, sólo es una idea, en realidad no lo haces. No te hagas pensar eso. No hagas esto.

Calum asintió.

-Tal vez tienes razón. Supongo que se debe a que cada vez que te veo recuerdo todas las veces en las que fui un imbécil contigo y me siento mal.

-No, Calum. Eso no fue tu culpa. No me amabas, no porque te dije mis sentimientos hacia ti debías sentirte obligado a corresponderlos. No me molesté contigo por no haberme correspondido, sino por la forma en la que me lo dijiste. Heriste mis sentimientos, sí, pero ya lo he superado.

Calum se acercó y me abrazó.

-Aún así eso no quita el hecho de que fui un idiota contigo. Perdón por cómo te hice sentir conscientemente o sin haberme dado cuenta y por cómo actué.

-Está bien. Eso es pasado, ya no importa, Cal. No hace falta que te disculpes. -le sonreí.

-Hay otra persona que cambió tus sentimientos ¿no?

-Sí, supongo... -bajé la mirada.

-¿Es Michael, verdad?-asentí aún sin mirarlo.-Al menos sé que es un buen chico. -rió.

Sentí sus brazos rodearme.

-Eres una gran chica, Brook. Te quiero.

-Yo también, Calum. -mi corazón seguía acelerado pero sabía que lo que hacía estaba bien.

Calum se separó y me sonrió. Se despidió y se fue.

Suspiré y me dejé caer sobre el sofá. ¿Esto cambiara las cosas entre nosotros?

Fue un poco más fácil de lo que pensé. Y volver unos meses atrás y verme a mí loca por éste chico, y ahora... ahora aquí estoy yo, rechazando al chico con el que quería todo. Con el que quería pasar el resto de mi vida. Pero otro chico llegó y ahora él tiene mi corazón.

***

Al salir de la universidad todos decidimos ir a comer juntos de nuevo. Nos amábamos ¿qué hacer? Aunque algunas personas amaban a otras de más sin que esa persona lo sepa...

Invitamos a Alex y minutos después él llegó a la cafetería junto a una chica. Ambos nos saludaron y Alex nos presentó a la chica que lo acompañaba.

-Chicos, ella es Dakota, es una amiga.-ambos se sentaron y él presentó a cada uno de nosotros.

Nos trajeron el menú y ésta vez decidí pedir dos rebanadas de pizza. Una hora después les avisé a los chicos que debía irme.

-Me tengo que ir. -me levanté.

-¿Por qué? -me preguntó Luke.

-Tengo que hacer algo. -reí. Me despedí y fui a pagar mi comida.

Una vez fuera de ese lugar caminé hacia una cafetería un poco cerca de mi casa y entré.

-Hola.-dije al estar frente al mostrador.

-Hola, buenas tardes.-me sonrió la chica.

-Vengo por lo del trabajo...-señalé la ventana en la que colgaba el anuncio.

La chica sonrió y asintió.

-Oh, que bien. Acómpañame.

La seguí y entramos a la cocina. Estaba muy limpia y era bonita.

-Señor, ésta chica viene por el trabajo. -le habló al cocinero. Al parecer él es el jefe.

Él me miró y se acercó a mí.

-Buenas tardes. Mi nombre es Joseph, soy el dueño de éste lugar.-sonrió. Es agradable.

Le entregué los papeles que necesitaría y hablamos un poco.

Llegué a casa y sonreí. Había conseguido el trabajo. Mis ahorros se estaban acabando así que decidí comenzar a trabajar.

A las cuatro de la tarde comenzaba mi turno y terminaba a las diez. Tenía una hora para hacer mis tareas y trabajos antes de comenzar a trabajar y a las seis tenía un pequeño descanso de veinte minutos. Mañana comenzaba a trabajar y estaba emocionada.

***

-¿Qué asuntos tenías ayer? -me preguntó Mike mientras caminábamos hacia nuestras casas.

-Unos...-reí.

-Anda, dime ¿acaso no confías en mí? -hizo un puchero.

-No es nada importante.

-¿Te estás viendo con algún chico?-preguntó.

-No.

-¿Entonces?

-Fui a pedir trabajo a una cafetería.

-¿En serio?-se detuvo.

-Sí.

-¿Por qué de pronto quieres trabajar?-arqueó una ceja.

-Mis ahorros se acaban y tengo que trabajar. -me encogí de hombros.

-Oh, ya veo.-rió.-Que bien por ti.

Nos despedimos y Michael tomó otro camino dejándome sola.

Crush II » Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora