48

1.9K 134 55
                                    


—Vamos a las gradas. Hace tiempo no vamos.—Luke habla emocionado. Últimamente anda así.

—Vamos.—digo y todos nos levantamos para ir hacia allí. Al decir todos, me refiero a Luke, Ashton, Michael y yo. El idiota de Calum no vino con nosotros, y Michael está aquí porque Ashton lo acosó por toda la cafetería para que fuera con nosotros.

Es triste saber y ver cómo él no quiere estar allí por mí, ni siquiera me mira, y también que se aleje de sus amigos sólo porque yo estoy con ellos.

Cuando llegamos a las gradas los otros dos idiotas que tengo como amigos se las ingenian para que Michael quede sentado a mi lado, y después hicieron otra idiotez.

—¡Oh no!—Luke finge estar sorprendido, obviamente de una manera muy falsa y sobreactuada.—Olvide algo en la cafetería, Ashton. Vamos.—lo toma del brazo.

—¡Oh noo, Luke! Tenemos que ir rápido. —se van.

—¡También intenten encontrar allá su talento para la actuación! —les grito y escucho la escandalosa risa de Ash y después veo como Luke lo golpea.

Pero lo que hizo que dejara de prestarles atención fue una pequeña y casi silenciosa risa a mi lado. No hace falta decir de quién provenía. Lo miro y él está mirando hacia el suelo y con una pequeña sonrisa en sus labios.

—¿Qué? Es verdad, ojalá lo encuentren.—digo tratando de aligerar el ambiente.

—Son idiotas.

—Lo son.—asiento.—Pero son nuestros amigos, después de todo.

—Ya extrañaba ese tipo de comentarios de tu parte.—me mira pero aparta rápidamente la mirada cuando se da cuenta que lo miro.

Quiero tocar su cabello.

—Claro. Se nota.—aparto la mirada cuando veo que hace el ademán de mirarme.

—¿Por qué nunca crees nada de lo que te digo?

—No dije que....

—No, no lo dijiste pero trataste.

—No importa. ¿Cómo te ha ido en tus citas?—cambio de tema, no a mi favor por desgracia.

Un pequeño silencio se instala entre ambos y cuando volteo a verlo es cuando responde.

—¿Es por eso que no crees lo que dije?—no respondo.—Brooklyn, todo lo que digo es por algo. Si en éste mismo momento te digo que te amo es porque lo siento, si te digo que te extraño es porque lo siento. No tengo razones para mentirte, o para jugar con tus sentimientos. Nunca habría razones.

Y esa es la gran diferencia entre Calum y Michael.

—Perdón.

—¿Por qué?

—Por todo esto, Michael. Todo lo que está pasando entre los dos.

—No es tu culpa.—lleva su vista hacia otro lugar.

—¿Ent...?

—Es mía.

—¿Por qué sería tuya? Siempre has sido una gran persona Michael, nunca hiciste nada malo cuando estábamos juntos...

—Te dejé ir. Eso hice.—me interrumpe y voltea a verme.—Si tan sólo ese día no hubiera hecho eso podríamos haber arreglado las cosas de otra forma y aún estaríamos juntos. Siempre trato de hacer lo correcto y lo que hago es arruinar las cosas.—ríe.—Siempre creí que serías la persona con la que pasaría toda mi vida.

—Michael...

—Así que no es tu culpa, Brook. Fue y es mía. Lo único que me hace sentir bien es que ahora eres más feliz y despreocupada.—toma una de mis manos entre las suyas y me mira fijamente a los ojos.—Por favor, cuídate. Sé que disfrutas salir con Calum a fiestas pero enserio cuídate. Tu salud es primero, siempre debe ser así. Quería decirte eso desde hace mucho. Duerme, come y descansa bien, por favor.—se levanta y camina unos pasos para después girarse hacia mí. —Y sobre lo de las citas..., las dejé cuando me di cuenta que jamás encontraría en ninguna otra mujer lo que hay en ti.

Me quedé allí viendo como se iba justo cuando las clases volvían a comenzar.

Michael es un jodido ángel y fui la estúpida persona que se encargó de lastimarlo.

~•~

—¿A dónde vamos, Calum?—pregunto mirando el camino por la ventana de su auto.

—Ya verás.

—Está oscureciendo, genio. Y por si no sabías no he hecho las tareas.—me giro a verlo.

—Las haremos juntos.

—Oh, que hermosa propuesta. Amo hacer tareas con Calum Hood.

Calum ríe.

—Lo amarás cuando lleguemos.

—Claro.

Un rato después llegamos. No era la gran cosa pero era la gran cosa. Era hermoso. Desde ese lugar se veían las luces de toda la ciudad. El cielo estaba de color naranja, rosado y un poco púrpura. Unas pocas de estrellas comenzaban a aparecer y todo se veía asombroso.

Ambos nos subimos al techo del auto una vez que Calum coloco una manta y allí mismo comenzamos a hacer nuestros deberes escolares mientras charlábamos.

—Me sorprende que aún no hayas querido ir a una fiesta.

—Como dije antes, las palabras de nuestros queridos amigos llegaron a mi corazón. No creas que es porque Luke y Ashton fueron a mi casa una noche y no me dejaron en paz hasta que les prometí que no iríamos más, eh. Ni lo creas.

—¿Es enserio?—comienzo a reír.

—Están locos.

Una vez que terminamos nos recostamos para mirar el cielo que ya comenzaba a oscurecer en su totalidad.

Una vez que terminamos nos recostamos para mirar el cielo que ya comenzaba a oscurecer en su totalidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Crush II » Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora