37

2.7K 204 127
                                    

Era Viernes y todos habíamos decidido ir juntos a un parque de diversiones que había abierto hace un día, por lo cuál no me sorprendió ver tanta gente aquí cuando llegamos. Todos estábamos emocionados y al principio todos íbamos juntos a los mismos juegos, pero después cada quién se iba a otros juegos con alguien pero siempre estábamos cerca. Yo quería ir a la montaña rusa pero todos tenían miedo por lo que Calum decidió subirse conmigo. Nos acercamos y hacemos fila para poder subir.

—Siempre he tenido miedo a éstas cosas. ¿Te imaginas que se caiga o algo así? —habla Calum mientras esperamos nuestro turno.

—Yo también, pero no creo que se caiga.

—¿Cómo sabes? Todo puede pasar, he visto vídeos donde pasa eso.

—Pues esperemos que no pase.—río y miro a mi alrededor. Michael y Ashton nos esperan sentados en una banca mientras observan el juego o nos miran a nosotros.

Veo a Michael y mi corazón da un vuelco al recordar lo de la otra noche. Habíamos hecho un trato. Un traro que cada vez veo más cerca. Habíamos dicho que si uno de nosotros sentíamos que esto ya no funcionaría, si se sentía incómodo o quería espacio y tiempo, nos daríamos un tiempo como pareja. Lo obvio, terminar. Habíamos intentado hablar y continuar como desde un inicio, pero no podíamos, era imposible. Luchábamos para arreglar esto pero no se podía por algún extraño motivo. Todo seguía raro entre ambos y eso me desesperaba y frustraba.

—Ya seguimos nosotros.—la voz de Calum me saca de mis pensamientos. —Que miedo.

Le sonrío y asiento. Unos minutos después ambos estamos en nuestros lugares y Calum parece que se va a desmayar y el juego ni siquiera ha empezado.

—Si me desmayo como en los vídeos esos no te burles.—me dice.

—No te preocupes, probablemente yo sea la primera que se desmaye. —río.

Cuando las personas están en sus lugares y seguras, el juego comienza y Calum ya está gritando junto con unas cuántas personas. Nos acercamos a la típica caída y siento la adrenalina recorrer mi cuerpo.

—Ay, me va a dar algo, me va a dar algo. Ay, ay, ay.—empieza a hablar incoherencias.

—Calum, respira.—no puedo evitar reír.

—Y si...no, no. Es que no, Brooklyn. ¿Por qué? Ay, soy un tonto...

—¿Qué?—suelto una carcajada.—No sabes ni lo que hablas.

Calum sigue hablando cosas sin sentido hasta que por fin bajamos por esa caída. Después de unos minutos ya estamos sobre tierra y Calum sigue lleno de adrenalina.

—¡Eso fue increíble! —exclama mientras caminamos hacia Michael y Ashton.

—Entonces hay que volver a subirnos.

—Pero claro que no.—dice Calum aún con esa gran sonrisa mientras mira a su alrededor.

Llegamos con nuestros dos amigos y ellos se ríen de Calum. Y la tarde pasa llena de risas, vómito por parte de Ashton, ganas de ir al baño por parte de Luke y menos de 5 palabras entre Michael y yo.

Cuando Ashton dejó a Michael en la esquina cerca de su casa, él baja y antes de cerrar la puerta me mira y habla.

—Brooklyn ¿puedes bajar, por favor? Quiero hablar contigo. —todos se quedan en silencio y lo único que hago es asentir confundida. Bajo y todos se despiden y se van. Mi casa está demasiado cerca de aquí así que no me molesta en lo absoluto.

Mi corazón está acelerado y me encuentro nerviosa, por lo que miro a Michael hasta que el auto de Ash desaparece de mi vista. Michael me está mirando.

—¿Qué pasa?—hablo, por fin. Michael no dice nada, sólo me mira y eso me pone incómoda.—Michael...

—No puedo creer que haré esto.—pasa sus manos por su rostro y no entiendo una mierda. Quita la manos de su rostro y vuelve a mirarme.—¿Cómo la pasaste con Calum?

Tardo un momento en procesarlo. Ruedo los ojos.

—¿Ya vas a empezar con los celos, Michael?

—No, no es eso. Sólo es una simple pregunta.

Lo miro. Actúa raro.—Pues bien.

—Que bien. Oye, Brook, voy a ser directo ¿okey?

Asiento.

—Sé que dije que haría lo posible por hacer que esto funcionara y lo intento, y lo seguiré haciendo, pero era egoísta. Sabes que lo nuestro ya no va a funcionar, lo sabes y no quieres aceptarlo, como yo. Sabes que te amo ¿no?—toma mis manos. —Pero lo estuve pensando mucho, demasiado, y decidí que sería mejor que nos tomemos un tiempo. Tengo la esperanza de que tal vez esto haga que sepamos nuestros verdaderos sentimientos y tal vez haga que volvamos a estar juntos, como antes. No creí que sería yo quién hiciera esto, pero sabes muy bien que es lo mejor.

Siento una opresión en mi pecho. Si bien sabía que esto pasaría tarde o temprano, me negaba a aceptarlo, pero oírlo pedir eso me duele tanto. Pero quiera o no, tiene razón. Mierda, si que duele aceptarlo.

Asiento tragándome las ganas de soltar alguna lágrima. Sólo haría esto más difícil.

—Lo sé. Tal vez sea lo mejor.—el nudo en mi garganta hace que me sea difícil hablar haciendo que mis voz suene rota.

Michael asiente y bajo la mirada a sus manos tomando las mías entre las suyas justo frente mío. Él se percata y lentamente las deja bajando las suyas a sus costados.

Ninguno dice nada por lo que creo que es tiempo de irme. Meto las manos en las bolsas de mi suéter y me doy media vuelta.

—Adiós, Michael.

—No olvides que te amo, Brook.

Una lágrima baja al oírlo pero la quito rápidamente.

—Yo también, Michael.

Y él toma su camino y yo el mío. Hace unos meses ésta situación me habría parecido tan lejana, o ni siquiera habría pasado por mi mente.

Cuando llego a mi casa veo un carro fuera de ésta en la calle, me toma un momento darme cuenta que la persona recargada sobre éste es Calum, quién me sonríe con pena y abre sus brazos mientras da unos pasos hacia mí. Lo miro y sólo esa acción bastó para que las lágrimas cayeran y corriera a abrazarlo.

Él lo sabía, probablemente todos lo sabían.

Crush II » Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora