Capítulo 1

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Después de pasarnos casi toda la noche horneando con mamá y Benito quién es un panadero, que desde hace mucho trabaja con mamá, nos arreglamos para llevar todo a la  mansión que esta a las afueras del pueblo donde se celebrará una gran boda.
La verdad estoy súper emocionada por ver el interior de esta mansión, desde hace mucho tiempo la hemos visto desde lo lejos con mis amigas imaginándonos como seria por dentro.
Al llegar no puedo evitar asombrarme es toda de color blanco; esperamos que nos abrieran las grandes rejas de color negro, abriendo paso a un camino que nos conducía hacia unos hermosos e inmensos jardines, nos estacionamos en la parte trasera de la mansión, allí me llamo la atención dos hombres gigantes que estaban vestidos con traje y corbata ambos se acercaron, saludaron a mamá y revisaron todo lo que llevábamos en el pequeño camión.

- Huele muy bien aquí, señora Helena, lástima que no podamos probar ninguna de sus delicias-. Dice uno de los gorilas entrecerrando los ojos y tocando su muy prominente estómago, se notaba que le encantaba comer; al ver la expresión del hombre no pude evitar dar una medio sonrisa.

-no te preocupes Luke, tu nada mas ayúdanos a bajar todo esto y a ubicar a salvo el pastel que yo me encargaré de guardarte una buena porción-. Le dice mi madre mientras le da unas palmaditas en el hombro.

-manos a la obra-. Contesta entusiasmado aquel hombre.

-Gregorio! ven ayúdame con esto-. Llama aquel sujeto a su compañero quien rápidamente viene para ayudarlo a llevar el gran pastel de cinco pisos que mandaron a hacer.

Mientras mamá va con los gorilas al interior de la casa yo entro con Benito por detrás de la casa directo a la cocina, allí nos encontramos con otras dos señoras mayores quienes nos ayudan a ubicar las bandejas con los diferentes pasabocas que se repartirán. Al ver la cocina con mayor detenimiento me doy cuenta de que es casi del tamaño del pequeño departamento que comparto con mamá, todo es muy moderno con una gran mesada en el centro de mármol, un nevecon de aluminio y muchos electrodomésticos modernos.

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Después de andar de acá para allá entregando platos, bandejas y copas a los meseros, acabamos agotadas y el tiempo se nos fue volando cuando me fije por la ventana de la cocina que daba al jardín ya había oscurecido.

-Cariño, ayúdame a recoger todas las bandejas y copas para empezar a empacar.

-sí, mamá ya me pongo en ello-. Le contestó.

-Helena ven!....come un poco querida debes estar hambrienta y no has probado bocado, ven con tu hija-. Le decía una de las señoras mayores que estaban en la gran casa desde el pequeño comedor, que estaba en una esquina de la cocina en donde se encontraban comiendo junto a Benito.

-Ven hija acompáñame debes estar agotada y hambrienta tambien-. Dejé lo que estaba haciendo y la seguí, nos abrieron un espacio a ambas en aquella pequeña mesa, nos acomodamos y empezamos a degustar de las delicias que había preparado mamá.

-Helena definitivamente cocinas delicioso, si tuvieras un restaurante estaría lleno todos los días.

-suficiente tengo con la panadería Isabel, no tendría tiempo para un restaurante-.

-si, pero tu hija te podría ayudar ¿no crees?-.
Todos vuelcan su atención hacia mi mientras llevo un bocado a mi boca, no digo nada, solo como y los veo.

-mi hija va ir a la universidad, quiero que sea alguien en la vida y salga adelante-. Toma mi mano y le da un apretón.

-que bien y ¿que quieres estudiar?-. Pregunta una de las señoras, creo que se llama Isabel.

-quiero estudiar finanzas y administración de empresas-.

-tendrás a toda una administradora en casa, te felicito Gabriela, uno debe tener grandes ambiciones en la vida y luchar por sus sueños-. Comparto una sonrisa con mamá y continuamos comiendo y hablando de varios temas.

Al terminar de comer y mientras recogíamos la mesa entra un señor alto, de cabello negro, piel bronceada y ojos verdes ¿que como vi todo aquello? Bueno es difícil quitarle la mirada a un hombre tan guapo como aquél.

Se dirige hacia donde esta mi mamá.

-Helena!-. Llama la atención de mamá y esta al voltear a ver palidece, cuando ve de quién se trata.

-seee....señor, Martinelli-.

-Helena, por favor solo llámame Domenico-.

Mi mamá asiente y no dice nada esta muy asustada, parece un pequeño cachorro asustado, lo que no entiendo es ¿porque? pero al ver a mi alrededor los demás tambien tienen la misma reacción.

-quería felicitarte por tan deliciosa comida todo estuvo exquisito-.

-gracias seee.....-niega con la cabeza. -Domenico-.

Me acerco para poner unos platos sobre la mesada y es allí cuando ese señor se fija en mí.

-Helena ella ess....¿tu hija?-. Me señala con su dedo.

-siii...ella es, mi hija Gabriela-. Me toma de la mano para llevarme junto a ella, es como si quisiera protegerme pero de ¿que? Definitivamente no entiendo la reacción de mamá es como si me ocultara algo.

-porque no permites que entre un momento y se divierta, estoy seguro que ya trabajo mucho por hoy-.

-esss...que, no sé, no creo que sea apropiado que entre allí y se mezcle con sus invitados.

-Vamos Helena, nos conocemos hace mucho tiempo ya, no te preocupes solo será un momento-.

Mamá me mira pensativa, pero tuvo que ceder ya que el señor Martinelli insistió mucho.

-esta bien, pero no te demores recuerda que Benito ya esta terminando de empacar todo en el camión-.
Asiento quitándome el delantal y siguiendo al señor Martinelli.

Esclava (Terminada)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz