Capítulo 4

3.4K 202 2
                                    

Me despierto de golpe creo que he dormido demasiado y que se me ha hecho tarde para el Instituto, pero al ver el reloj que esta encima de la mesita me doy cuenta que es temprano, son las seis de la mañana y justo es hora de levantarse para llegar a tiempo a casa y prepararme para ir a estudiar.

Lo primero que hago es ir al baño a darme una buena ducha, este baño es tan elegante y moderno como el resto de la casa.

Me visto con algo que me ha prestado Violeta, me peino y antes de irme arreglo la cama si lo sé, acá hay gente para eso pero primero que todo detesto ser una carga y lo segundo es por aquello de la costumbre.

Bajo las escaleras rápidamente y no se ve nadie, sigo hacia la puerta pero paro en seco cuando escucho una fuerte discusión que parece venir del piso de arriba.
-Maldita sea, Domenico estoy cansada de cargar con toda tu mierda, me tienes harta ya.
-Nadie te pidió mujer que te metieras conmigo, fuiste tú solita que te ofreciste a ser mi mujer.
-Me largo, entonces estoy harta
-Vete a la mierda si quieres o al mismísimo infierno, pero antes me firmas el puto divorcio... ahhh, ahora no dices nada ay si te comió la lengua el ratón..entiende que sin mí no eres nada.

Al parecer hay problemas en el paraíso. Pienso.
Al ver como baja la esposa de Domenico hecha una fiera con su maleta, decido ocultarme y ver desde una distancia segura aquella escena.

-Largate maldita puta y no se te ocurra meter tu culo en mis negocios, ni en mi vida-. Escucho que grita Domenico desde las escaleras, para después escuchar como azotan la puerta.

Cuando creo que ya no hay nadie me dirijo a la puerta de puntillas para poder irme, pero cuando estoy a punto de lograr mi objetivo, escucho aquella voz a mi espalda.

-¡Gabriela!....¿acaso no te despides? ¿te vas así no mas?-.

Volteo para ver a Domenico quien esta sentado en el sofá, solo con un pantalón de pijama y hasta recién levantado se ve sexy el condenado. Pienso al fijarme en ciertas partes de su anatomía.-Estas disfrutando de la vista?-.Dice al darse cuenta de mi descarada forma de analizarlo.

Niego con mi cabeza y cambiando el tema, le contestó -Disculpe usted, señor Domenico pero debo irme rápido no quiero llegar tarde al Instituto y si espero a que se levanten tal vez no llegue hoy-.

-Pero, que bueno que amanece de buen humor Gabriela-.
Le sonrió con una sonrisa fingida.

-Al parecer usted se ha propuesto molestarme-. Volteo para abrir la puerta, pero me toma de la mano dándole un tirón y haciendo que choque contra su pecho, asustada lo veo a los ojos.

-Eres una mala niña y muy grosera por cierto-.
Voy a contestar indignada, pero me tapa la boca asaltando me con un beso brusco al que no he correspondido, lo empujo para que me suelte y cuando lo logro salgo corriendo de allí.

Al fondo solo puedo escuchar sus carcajadas y me grita algo así como que le alegre el día. Idiota. Pienso.

---------
Los días pasaron y me la pasaba evadiendo a mi pobre amiga Violeta, desde lo que pasó decidí nunca mas volver, se que ella no tiene la culpa, pero la aptitud de su hermano no me gusta.

Al terminar otro día mas de clase, me dirijo a mi casa pero un cuerpo me impide seguir, al ver de quien se trata la sangre abandona mi rostro y el pánico me invade.

-¿como estas? chiquilla-. Es Domenico con aquella pose de señor Todopoderoso.

-¿queeee.....hace acá?-. Pregunto abriendo los ojos como platos.

-Mi hermana esta muy triste porque hace tiempo no vas y vine a ver el ¿porque?-.

Las demás alumnas pasaban a nuestro alrededor viéndonos y murmurando, pero trataba de no hacerles caso en este mismo momento estaba tratando de superar el pánico que me invadía al tener a ese hombre tan cerca.

Esclava (Terminada)Место, где живут истории. Откройте их для себя