Capitulo 19

1.7K 123 0
                                    

Es extraño estar de nuevo en casa.
Ver a mamá fue como despertar de aquellas pesadillas que tenía de pequeña cuando ella entraba a mi  cuarto consolando me y brindándome  un gran abrazo que alejaba aquellos malos sueños de mi cabeza.

Aunque lo más extraño fue ver en casa al padre de Domenico. ¿Porque estaría aquí?.. En fin por ahora no me preocupo por aquello, solo quiero ducharme y dormir.
No quiero hablar con nadie de hecho no he dicho una palabra desde que me alejaron del lado de Domenico y he hecho de oídos sordos frente al  interrogatorio de mi madre, a quien solo abrace al igual que a Marcelo antes de irse y me dirigí a mi cuarto encerrando me  porque solo deseo dormir y sacarme la suciedad de encima.
Sé que mamá se sintió mal porque yo actuará como un ente frente a ella  pero no tenía nada que decir. Lo que había vivido horas atrás me había dejado en el limbo y es que aún recuerdo aquellas escenas tan vividas.

Me levanté del suelo encontrándome de nuevo en el campo de batalla que era aquella mansión, Domenico estaba tirado en el suelo y bajo el había un gran charco de sangre, la loca de su mujer disparaba a diestra y siniestra como si estuviera poseída por algún maligno ser. Mi desesperación fue tal que no hice caso a lo que me gritaba Marcelo, quien me sujetaba fuerte del brazo para que no fuera en búsqueda de Domenico, me solté de su agarré y poco importó las balas que cruzaban cerca a mi, de un lado estaban los tipos malos y del otro para mí sorpresa; estaba el anfitrión con un grupo de hombres defendiendo la que era su casa.
Al llegar al lado de Domenico me desplome frente a él y sintiendo un nudo en mi garganta no pude evitar llorar pero lo que más sentía dentro de mi pecho era rabia, una rabia que me consumía y que a pesar de estar llorando hacia que temblará, mi corazón se aceleró y sin pensarlo más tome el arma de Domenico para  apuntar a la loca de su mujer que se sentía la gran triunfadora de la noche disparé una y otra vez. No sé si logré matarla pero el ver su expresión atónita frente a mí, se dibujo una sonrisa en mis labios que dudo pueda alguien borrar. Me sentía triste pero feliz porque logré vengarme de aquella mujer que me parecía tan elegante y bella.
Ella se desplomó sobre el piso marmolado y sus secuaces dieron marcha atrás tomándo su cuerpo y abandonando el lugar antes de ser heridos o capturados por el bando contrario.

Marcelo vino rápidamente a mi lado para insistirme en marcharnos pero me negaba a dejar a Domenico allí. Estaba tan pálido, pero en su rostro podía ver una sensación de paz. Toque su rostro palido, le besé y acaricié. Sé que fue el principal culpable de acabar con lo que era mi ingenuidad ante el mundo y la vida. Estaba sumida en una burbuja de cristal que mamá se encargo en construir a mi alrededor pero no le culpó, si yo tuviera hijos haría exactamente lo mismo porque no me gustaría que mis hijos crecieran tristes y deprimidos por lo que talvez encontrasen afuera.
De repente sentí un fuerte jalón alguien me había tomado de la cintura arrancandome del lado de Domenico y aunque luché para no dejarme llevar las fuerzas de aquel sujeto fueron mayores, me subió en su hombro como si fuera un costal de papas y nos alejamos de allí donde deje también mi corazón.
Desde eso no puedo alejar la imágenes de Domenico de mi cabeza siempre que cierro mis ojos lo veo allí sonriendo de esa forma tan particular que el solo sabía hacer.
Mientras me baño en el que ha sido el baño que he ocupado toda mi vida no puedo evitar llorar ante aquellos recuerdos que antes fueron terribles pero ahora evocan al hombre que me enseñó a amarlo de esa forma particular tan contraría e insana pero que inevitablemente funcionó en mí.
Después de bañarme y ponerme mi antigua pijama de algodón me acuesto en mi pequeña cama, cuando trato de cerrar mis ojos, me interrumpen tocando la puerta.
Como no contesto pronto me hablan del  otro lado.-Amor abreme por favor te traje algo de comer.

-No mamá, no quiero no tengo hambre. Déjame dormir-.Le contestó.

-Hija por favor debemos hablar.

-Dejame sola no quiero ver ni hablar con nadie-. Le gritó ya desesperada por su insistencia. Nunca en mi vida le he hablado así a mamá no se ¿qué me ocurre? Pero este vacío que siento en el pecho hace que tire por la borda todo resquicio de amabilidad o talvez pasé mucho tiempo al lado de Domenico y su "amabilidad" por los demás se me contagió.

Dejó de pensar en mamá y los demás para de una vez por todas sumirme en mis sueños más profundos donde aún estoy junto a él.

Esclava (Terminada)Where stories live. Discover now