Capitulo 22

1.6K 104 0
                                    


Parece que mi vida se fue al caño cuando me puse en el camino de aquél hombre atractivo y cuando pensé que todo se calmaría vuelvo a estar en peligro.

Antes de entrar en este mundo de oscuridad solo escuché mi nombre siendo gritado por mi demonio de ojos verdes que tanto extrañé. Me invade la impotencia de saber que estuvo allí y no pude acercarme ni siquiera para darle una cachetada al muy cretino.

De repente siento como algo me moja con la sensación de estarme ahogando abro los ojos, trato de llevar mis manos a la cara pero no puedo. Estoy atada intento safarme pero logro lo contrario, la cuerda me hace daño y se entierra más en mis muñecas.

-Hasta que despiertas ¡perra!

Esa voz la conozco pero no puede ser, dirijo mi rostro al lugar de donde viene la voz encontrándome con Alex
Pero esa perra es inmortal o ¿que? Está parada frente a mí sujetando un bastón.
-A que no esperabas que aún estuviera viva, pues mírame aquí estoy vivita y coleando.
-No entiendo ¿que es lo que quieres?
Se acerca a mí y mientras jala mi pelo para tirar mi cabeza hacia atrás dice algo que apenas entiendo ya que el dolor invade mi cuerpo.
- ¡ahh!...noo..¡dejame!-. Me quejó y muevo mi cabeza para soltarme.

-¡No entiendes!.. pues te lo voy a recordar perra-. Me da un golpe fuerte en el rostro haciendo que vea estrellas, la maldita creo que me rompió la boca porque siento el sabor metálico en mi boca.

Se aleja de mi y empieza a dar vueltas a mi alrededor, moviéndose con dificultad y ayudada con un bastón, pero no pierde el egocentrismo que la caracteriza.

-Sabes, cuando te ví por primera vez te menosprecie, creí que ibas a ser un capricho más de Domenico como todas a los que estoy acostumbrada a ver; porque sabes no eres la única chiquilla que se lleva a la cama, antes de ti han pasado cientos que terminaban por aburrirlo y el simplemente se deshacía de ellas. Pero tú no solo lo hiciste obsesionarse contigo si no que lo enamoraste y el muy imbécil te entrega todo en bandeja de plata mientras que yo tuve que soportarlo por años. Sabes, lo que es aguantarse a un imbécil ¿que apenas toleras?

-No tenías porque hacerlo.

-Ah..Noo!..crees que por ser la heredera de un capo tengo todo solucionado pues no es asi, yo fui obligada a casarme con ese loco solo porque mi papá tenía que pagar una maldita deuda-. Da otra vuelta con dificultad a mi alrededor y termina por sentarse frente a mí.

-Pero no me quejó gracias a eso logré ser lo que soy hoy, me cobré lo que me debía y amase una gran fortuna.

-Querrás decir, lo que le robaste a Domenico-.Contesto con burla.
No sé si por provocarla más o por sacarme está ira que tengo contra ella.

-Solo tomo lo que me pertenece por derecho.

-Como tú digas. Lo que no entiendo es que hago acá si ya te cobraste todo. Mataste a Domenico y te quedaste con prácticamente todo a mí me quedaron solo migajas y deudas.
Escucho como suelta una carcajada.

-Y que dijiste que soy tonta o ¿que?
Te quedaste con toda su mierda incluyendo a su podrido corazón, pero eso no me importa yo quiero el resto de su fortuna y vengarme de la perra por la que casi pierdo todo.

-Entonces mata a la perra y listo-. Pero que mierda estoy diciendo, acaso no estoy pensando en mi bebé si está loca me mata el morirá también.

-No te la pondré tan fácil perra de mierda, tu vas a sufrir tanto que me suplicaras matarte.

Veo tanto odio en su mirada que me produce terror de solo imaginar lo que está loca me vaya hacer.

Se levanta de la silla y de una patada me tira hacia atrás haciendo que me golpeé fuertemente, escucho sus carcajadas, mientras trato de reponerme por el fuerte golpe que me dí en la cabeza.

-Te va encantar lo que tengo para tí.
Trato de ver qué es lo que planea ahora la loca esa, pero me arrepiento cuando veo que toma unos cables.
Pe..pe..roo ¿Que hace? Me muevo para safarme pero por la posición es difícil quede sobre uno de mis brazos y duele como los mil demonios creo que me lo fracturé o algo de pronto sin pensarlo siento pasar la corriente por mi cuerpo haciéndome temblar, solo quiero que pare, duele horrores. La tortura se extiende por horas o minutos ya no se solo deseo que pare pero la loca esa no lo hace si no hasta que pierdo el conocimiento.

Ya han pasado varios días desde que estoy aquí y Alex me ha torturado de mil formas creo que estoy a punto de perder la cabeza tengo hambre, frio, me duele todo el cuerpo.

Con terror veo como abren la puerta pero no es Alex la que viene si no el malnacido de su guardaespaldas varias veces ha intentado violarme pero Alex no se lo ha permitido.

-¡Hola ratica! ¿me extrañaste?-. Dice con una mirada maliciosa.

Siento pánico en este momento, me hago un ovillo pegandome a la sucia pared y sin importarme las protestas de dolor que lanza mi cuerpo para mí lo más importante es tratar de protegerme ante aquel monstruo.

-No seas tímida, ven te va gustar.
Se lanza sobre mí pero forcejeo para que no me toque provocando que me golpeé fuertemente en la mandibula, trato de recuperarme pronto y negociar para ganar tiempo y que talvez Alex me salve de nuevo.-No lo hagas por favor ¡Dejame!-.

-Eso así me gusta ruegame-. Jala de mí brazo herido, haciendo que grite de dolor y me tira contra el mugroso colchón que ha sido mi cama durante los últimos días.
Lágrimas brotan de mis ojos no puedo creer que esté pasando por esto, no pensé que mi vida terminaría así golpeada torturada y olvidada en un rincón como una muñeca rota.
Siempre creí que iba a ir a la universidad, tener un trabajo de medio tiempo y salir con amigos. Pero desde que me fijé en aquel hombre fue como si hubiera vendido mi alma al mismísimo demonio; mis sueños se fueron a la basura y ni hablar de mi vida.

Inmóvil ante aquél asqueroso hombre siento como rasga mi mugrosa ropa dejándome solo en ropa interior.

Cierro mis ojos con fuerza si esto es una pesadilla quiero despertarme.
-Mirame, quiero ver tus ojos cuando sientas lo que tengo para ti-. Toma mi adolorida barbilla entre sus manos haciendo que le vea.

-Asi me gusta, perra.
Oigo como baja su cremallera, seguido de sus pantalones haciendo que hiperventile, no quiero esto ay por ¡Dios!.. necesito un maldito milagro que me salve de esto, siento su asquerosa boca encima de mi me lambe y toca mis pechos me provoca nauseas, continúa así por un buen rato y cuando me doy por vencida creyendo que este monstruo cumpliría con su objetivo escuchamos un duro estruendo.

-¿Pero qué?..¡mierda!-. Es lo que dice aquel hombre al que interrumpieron en su macabra misión.

De repente, alguien azota la puerta y entra un hombre apurado, gritando. -¿Pero que mierda haces? levántate que no ves que nos atacan debemos irnos-.
Veo como se levanta con rapidez toma su pantalón se lo abrocha torpemente y sin poder creer lo que pasa mira a su compañero.

-Vamonos idiota deja a esa perra, que no vez que es el maldito jefe, que nos encontró a todos y más nos vale escapar si no queremos terminar peor que ella.

-Y .. la jefa ¿dónde está?

-Esa perra quedó peor que colador la mataron junto a su amorcito, vámonos idiota-.

Ambos salen corriendo mientras escucho explosiones tiros y gritos.

No sé si volveré a ver a mis padres o al demonio que me maldijo, solo se que por fin estoy en paz y dejándome llevar me quedo inmóvil viendo el techo sintiendo como mi vida se va extinguiendo poco a poco.

Esclava (Terminada)Where stories live. Discover now