Capítulo 8

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Nunca en mi vida me habían golpeado de esa manera a parte del escozor, no puedo parar de llorar, atrás quedó mi desnudez ya ni me importa estar así frente a este hombre, me he dado cuenta que verdaderamente está loco y que estoy a su merced pero lo que más loco me parece son mis sentimientos hacía él, lucho con todas mis fuerzas para alejarlos de mí y empezar a odiarlo porque eso es lo que se merece.

-Volteate!-. Me ordena

Estoy tan cansada de pelear, que solo eso hago, me volteo dándole la espalda, siento como retira la sabana que me había puesto, dejándome desnuda frente a él, pone crema sobre mis nalgas logrando así aliviarme el escozor, pero no para ay, masajea mi espalda hombros, piernas y ohh!..Que carajos hace?
-Que hacés?
-Shss! Cállate y disfruta pequeña
Pasa sus dedos por mí vagina, acaricia, masajea logrando excitarme, nunca nadie lo ha hecho a parte de mí. Dejo que la excitación me invada abriendo más las piernas y levantando mis nalgas para darle más acceso a aquellos dedos intrusos que deseo me penetren, pero mi sorpresa es mayor cuando pone una almohada para levantar más mis nalgas, siento como algo húmedo pasa por mis pliegues, trato de voltear para ver qué es pero solo alcanzó a ver una mata de pelo que conozco bien. Su lengua experta arranca jadeos de mi interior
-Que rico sabes pequeña-. Dice con una voz ronca, haciendo que aumente mi excitación, para entregarme a esto que siente mi cuerpo, continúa jugando con sus dedos y lengua hasta que siento como me extremezco cuando alcanzó el clímax.

Me da un beso en el hombro y se marcha, dejándome sola, no sé qué me ocurrió pero deseaba que este hombre me lo hiciera, deseaba que mi hiciera suya y no estoy segura de que sea buena idea darle lo más sagrado para mí a un demonio como aquél.
Escucho ruidos a mi lado volteo a ver a Domenico que está sentado en un sillón quitándose los zapatos, su camisa, pantalón... -Que hacés?
-Que no ves, me voy a la cama, no suelo dormir con ropa.
-Dormir?
-Por supuesto pequeña, donde crees que duermo?
-Hee... No sé, pensé que aquí no lo hacías.
Suelta una carcajada sonora. -Piensas que te iba dejar dormir en un lugar tan lujoso y amplio para ti sola.

Y eso sí me dolió más aún, o sea que no soy nadie para él, que tonta claro que no soy nadie solo soy un capricho del que se cansará y desechará como ha hecho con otras. Un nudo se forma en mi garganta amenazando con salir
Dejo de mirarle como si con eso me hiciera invisible y espero a que se olvide de mí.

-Tus manos-. Me ordena, asustando me. Levantó mi mirada para verle a los ojos pero se hace difícil enfocarme en ellos ya que está completamente desnudo frente a mí y lo odio por eso, el maldito se ve condenadamente bien, extiendo mis manos y esté las toma amarrandolas a la cabecera de la cama. Le miro extrañada.
-Voy a dormir y no puedo arriesgarme, a que escapes o me hagas daño.

Resisto hasta no tenerlo frente a mí no quiero que me vea llorar, cuando siento como se mueve la cama a mi lado me permito soltar eso que llevo dentro. Lloró desconsoladamente hasta que mis párpados no pueden más y terminan cerrándose.

Unos gritos a mi lado terminan por despertarme, al parecer Domenico tiene pesadillas le llamo pero no contesta y estoy amarrada por lo que no puedo ayudarle, su agonía continúa sigue desesperado gritando porque no le hagan algo, pero que haré?..optó por mover mis piernas y darle una patada con ellas se que no es lo mejor pero no se me ocurre nada más para despertarlo, lo pateó una vez más y logró que se despierte de golpe, no puedo ver muy bien pero se sienta en el borde de la cama y luego se levanta para ir al baño, quedándose allí un buen rato, no lo espero solo cierro mis ojos y me sumerjo en mi inconsciencia, donde soy libre y feliz.

El calor que siento me hace despertar y el lugar donde lo hago es el último en el que imaginé encontrarme, estoy desamarrada y sobre el pecho de Domenico. Pero que demonios pasó anoche? que no me di cuenta.
Me muevo con cuidado de no despertarlo, me levantó,tomo la camisa de Domenico para cubrirme y entro al baño, allí hago mis necesidades y aprovecho para lavar mi rostro, con cuidado salgo sin hacer mucho ruido, veo a Domenico todo despatarrado y profundamente dormido, está es mi oportunidad de escapar, tomo mis zapatillas, me calzó y con cuidado me acerco a la puerta, doy una última mirada atrás asegurándome de que Domenico sigue dormido, abro con cuidado la puerta y sin pensar más me aventuró a avanzar en el pasillo.
-Adonde crees que vas niña?
Aquella voz a mis espaldas hace que me quede paralizada, cuando aquel hombre pone su mano sobre mi hombro reaccionó doy un par de pasos alejándome de él pero me tropiezo contra una pared de músculos al subir mi mirada me encuentro con un hombre alto obeso de cabello oscuro y barba prominente.

-Hasta que te volvemos a ver, no creas que se me a olvidado que andabas por acá, pero si eres una ricura-.
Se acerca a mí y yo retrocedo hasta golpear mi espalda contra la pared.

-Tony!! Que acaso olvidaste lo que te dijo el jefe aléjate de la niña-. Le advierte el otro sujeto.
-Que!! Eso por manosearle un poco la mercancía no se va a dar cuenta, además el tipo está loco no te has dado cuenta?
-Que conste que te lo advertí.
El hombre se da vuelta dejándome con este sujeto me muevo para escapar de su agarre sin tener mucho éxito ya que me atrapa más entre el y la pared puedo sentir su aliento mal oliente se nota que abusa del cigarrillo, pasa su lengua por mi cuello provocándome asco y en el fondo le pido a todos los santos que venga Domenico y me salve de sus garras prefiero ese loco a este degenerado.
-Que? No molestes te dije que me dejaras en paz.
Escucho que le dice a alguien.
-No molestes idiota! Ya te tocará tu parte-. Suelta un poco su agarre y voltea para encarar al intruso pero al hacerlo se encuentra con un puñetazo que lo hace perder el equilibrio, haciéndonos caer a ambos.
Al abrir los ojos y tratando de incorporarme de nuevo me encuentro con un Domenico iracundo que muele a golpes a aquel hombre. Me siento apoyando la espalda contra el muro, doblo las piernas apoyando mi barbilla en ellas. No puedo creer lo que veo el otro guardaespaldas trata de pararlo pero este se lleva otro puñetazo que le revienta la nariz mientras esto ocurre el otro se recupera y le lanza un par de puñetazos en la cara de Domenico,  quien pierde un poco el equilibrio, este al ver un poco de sangre en sus manos se enfurece más y se abalanza contra el tipo barbado, quien ríe a pesar de tener su rostro magullado.
-Maldito infeliz vas a ver lo que es enfurecer a un loco como yo.
De repente todo se convierte en una carnicería, Domenico toma al sujeto como si fuera una gran bolsa de esas de boxeo y lo golpea sin piedad, ante tal escena no puedo apartar la mirada siento como las náuseas se apoderan de mí y sin poderlo evitar vómito sobre aquel piso que momentos antes se encontraba totalmente pulcro.

Esclava (Terminada)Where stories live. Discover now