Esclava (Terminada)

Capítulo 5

No se que pensar después de todo lo que dijo ayer Raquel a mi mamá, miles de imágenes pasaban por mi cabeza y no todas muy alentadoras.

-Hola mamá-. Saludo a mamá que esta en la cocina.

-Hola amor, pudiste dormir bien.

-La verdad, no mucho mamá después de todo lo que dijo la señora Raquel me quede preocupada-.

-Si hija yo también, pero Gabriela dime,
¿tu viste algo raro en el instituto con ellas?-.
La verdad sí, pero no puedo acusar a nadie solo por su mala fama solo son suposiciones mías. Pienso.

-No mamá no vi nada raro-. Miento.

-Hija prométeme que te cuidarás y evitaras hablar con extraños, no sabemos si hay algún loco por ay suelto-. Pone su mano en mi hombro.

-Lo haré mamá no te preocupes-.
Le doy un beso de despedida y
salgo de casa rumbo al instituto pero en el camino cerca a unas bodegas abandonadas veo algo extraño, me acerco y al llegar me escondo para que no me vean.

Esta Domenico hablando con uno de sus guardaespaldas y se van detrás de un callejón, los sigo con cuidado de que no me vean, atrás tienen una camioneta diferente a la que normalmente utilizan, abren la puerta de atrás y sacan a...una chica amarrada y con una especie de capucha que impide vea su rostro, será que se trata de Silvana, pero ¿que haré? Veo como entran con la chica y cierran la puerta detrás de ellos.

Doy media vuelta para irme y buscar ayuda, pero me tropiezo con alguien.

-!que sorpresa¡ Nos volvemos a encontrar de nuevo-. Dice mientras me toma por los brazos.
Levanto la mirada quedándome perpleja. Trato de recobrar la compostura frente a él pero es inútil.

-dis- cul -pe señor Domenico pero debo ir a estudiar-. Intento zafarme de su agarre pero no lo logro.

-no crees que te desviaste demasiado de tu ruta habitual-.

-siii....es.....que lo vi y quería preguntarle por Violeta-.

-no será que me estas siguiendo, porque si querías saber de mí hermana la hubieras llamado-.

-AUXILIOOO, POR FAVOR AYUDENME!!-el grito nos interrumpe haciendo que veamos hacia la puerta que antes estaba cerrada, allí vemos a una chica desesperada y muy maltrecha.

No puede ser esss....Silvana, abro los ojos como platos sin poderme creer lo que pasa, rápidamente Domenico me toma del brazo, llevándome a rastras, cerca a una camioneta negra.

-no te muevas, si no quieres correr el mismo destino que tu amiguita-.
Asiento muerta del susto.

-Dejeme ir, le aseguro que no diré nada-.me toma del brazo llevándome dentro de aquella bodega, empiezo a patalear, para que me suelte, pero me gano una fuerte cachetada que me deja aturdida.
-Callate, Gabriela vas a ver en primera fila lo que le pasan a las niñas tontas que juegan conmigo.
-Domenico no por favor ya entendí, déjame ir, te prometo que no sabrás más de mí-. Siento como un nudo en mi garganta amenaza con salir y las lágrimas se agolpan en mis ojos.

-Y quien te dijo que quiero que te alejes?
Le miro extrañada, mientras él me acorrala entre una pared y su cuerpo.
-Yo lo que deseo es tenerte bien cerca a mí, es más vamos a hacer algo, voy a soltar esta perra a cambio de que tú vengas conmigo-. Dice en un susurro cerca a mí oido, enviando una corriente eléctrica a ciertas partes de mi cuerpo.
-No entiendo, que quiere?
-Es simple, tú te quedas conmigo como mi esclava y a cambio ella se salva.
-Esclava!..perdón usted sabe en qué maldito año vivimos? Porque hasta donde se eso ya se acabó.
-No del todo preciosa, me gusta disfrutar de lindas esclavas sexuales que satisfagan todos mis deseos a cambio las mantengo, les doy lujos y viajes.
Con que eso hace el fulano este, ay Dios mío quien me manda a meterme donde no me llaman y ahora que haré.
-Solo déjeme ir y le aseguro que nadie sabrá nada-. Trato de negociar ni de coña me voy de esclava de este loco puede estar muy bueno y todo pero no me meteré en eso.
-Crees que puedes negociar conmigo pequeña, pero ya has firmado tú sentencia te vienes conmigo quieras o no-.
-No por favor déjeme, no diré nada por favor no, debo volver con mamá por favor no-. Lágrimas salen a borbotones, mientras Domenico las seca pasando sus labios y lengua sobre ellas.
-No sabes cómo deseo tenerte así solo para mí y que derrames lágrimas de placer.
Niego con mi cabeza,trato de zafarme de su agarré sin tener éxito pero de repente mi cabeza se ilumina haciendo que le dé un rodillazo fuerte en su entrepierna logrando así zafarme y dandome la oportunidad de salir de allí como alma que lleva el diablo, corro y corro por las calles de aquella isla como si mi vida dependiera de ello y haciendo de oídos sordos las amenazas que gritan detrás de mí.

Cuando ya creo estar a salvó y estoy a punto de pasar la calle para llegar a mi casa una camioneta se atraviesa en mi camino haciendo que mi corazón se pare y empiece a sentir pánico. La puerta se abre y de allí arrojan al pavimento como si fuera cualquier cosa el cuerpo maltrecho de Silvana, retrocedo unos pasos al ver tal escena, llevándome la mano a mi boca no soy capaz de actuar me quedo allí paralizada, esperando que talvez ese sea mi final pero para mí sorpresa no pasa nada, cierran la puerta y aquella camioneta arranca perdiéndose entre las calles.

Después de recuperarme de aquél susto, reaccionó para poder auxiliar a mi compañera de instituto, reviso si tiene pulso y al menos si respira. Veo como su cuerpo está cubierto de magulladuras, raspones y moretones pero ay algo que llama mi atención y es la marca de unos dedos alrededor de su cuello parece que casi la ahorcan o mejor dicho la ahorcaron, de milagro respira.
Pero qué tipo de loco es Domenico debo decir que antes me parecía un tipo muy guapo pero ahora me parece un demonio capaz de hacer daño a cualquiera que se meta con el, ahora entiendo lo que decía Benito y el terror que despierta entre todos antes pensé que era respeto pero no ya me doy cuenta que es terror puro.
-Gabriela!-. Escucho una voz que me saca de mis pensamientos.
-Gabriela, hija reacciona-. Mamá me sacude haciendo que la vea.
-Amor que pasó?
-Noo lo sé-. Y sin decir más palabras dejo que mis lágrimas salgan y abrazando a mamá me desahogo.