Capítulo 2

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Entramos a lo que parece un vestíbulo inmenso tambien de color blanco iluminado por grandes arañas de cristal, al fondo se ve una escalera que llevará imagino que a los cuartos y mas allá se ve otro salón atestado de gente muy distinguida que habla muy animadamente.

-¿que edad tienes jovencita?-. Pregunta Domenico, sacándome de mis pensamientos.

-tengo 16 años, señor-.

-solo dime Domenico, ven te presentaré a alguien-.
Lo sigo a través de las personas llegando hasta el otro extremo de la habitación, allí parada frente a un gran ventanal se encuentra una chica de cabello negro, tez blanca y un lindo vestido de coctel de color azul turquesa.

-¡Violeta! -. La llama el hombre que tengo al lado. Ella rápidamente voltea y esboza una sonrisa, viene corriendo hacia él.

-¿que quieres hermano?-.

-te presento a Gabriela, ella es la hija de Helena, la dueña de la panadería-.

-¡que bien! , tu mamá cocina deli-.

-gracias-.

-¡Domenico!-.
Escucho que llaman a lo lejos.

-disculpen, me llaman-.
Da media vuelta para irse, mientras se desvanece entre la multitud, pongo mi atención en la chica a mi lado.

-Violeta y en ¿donde estudias? Nunca te había visto en el Instituto-.

Ella niega y sonrie. -nunca he asistido al instituto, recibo clases particulares acá en casa-.

-ahh...entiendo pero ¿porque?-. Pregunto extrañada.

-he tenido muchos problemas de salud por lo que entro y salgo del hospital constantemente-. Habla mientras mira con tristeza al vacío.

Debe tener alguna enfermedad grave pero no quise indagar más, es obvio que le afecta hablar de ello.

-tienes una casa muy linda-. Trato de cambiar de tema.
Ella esboza una sonrisa que no llega a sus ojos y asiente.

-te gustaría venir, mas a menudo a ¿visitarme?-.

No digo nada solo la observo.

-veras, no tengo muchas amigas y tu me caes bien-.

Cuando estoy a punto de contestar, alguien la llama.
-¡Violeta!-. Un hombre mayor alto, con cabello entrecano viene hacia nosotras, Violeta al voltear sonrie. -sí, papá-.

-te estaba buscando para presentarte a alguien....-interrumpe para observarme por lo que me encuentro intimidada, haciendo que baje la mirada para ver al suelo.

-¿como te llamas?-.

-miii....nombre es Gabriela-. Respondo tímidamente evitando verlo a los ojos.

-papá, ella es la hija de Helena la dueña de la panadería y la estaba invitando a que venga mas a menudo a hacerme compañía-. Dice Violeta muy animada.

-me parece una muy buena idea que tengas amigas de tu edad hija y Gabriela eres bienvenida a mi casa-.

-gracias señor-.

-dime Carlo y llévale saludos a tu madre de mi parte-.

-si, see...Carlo, adiós Violeta nos vemos luego-. Me despido de ambos para irme rápidamente a la cocina y ayudar a mamá.

-ya te iba a buscar niña te estabas demorando-. Dice mamá un poco enfadada.

-si mamá disculpa me entretuve,....haa por cierto el señor Carlo te envia saludos-.

Mamá abre los ojos como platos y traga saliva.-el señor Carlo Martinelli te ¿hablo?-.

-si mamá, fue muy amable él y su hija Violeta me dieron la bienvenida dijeron que podía venir a visitarla cuando quisiera-.

Mamá asiente visiblemente preocupada.-vamos Gabriela, ya todo esta en el camión y Benito nos espera-.
Sigo a mamá pero no entiendo el porque de su aptitud hacia esa familia parece que le causa pánico todo lo que tenga que ver con ellos.

Llegamos a casa por fin, me despido de mamá para subir rápido por las escaleras y poder descansar.

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Entra demasiada luz por la ventana haciendo que me despierte, me levanto para ir al baño, al salir escucho voces que vienen del primer piso, trato de no hacer mucho ruido para escuchar de que hablan, bajo un par de escalones para escuchar mas de cerca.

-no entiendo ¿qué paso ayer Benito? se suponía que ninguno de los Martinelli iba a toparse con nosotros y mira lo que paso.

-sii.... cuando entro Domenico sentí que la sangre abandonaba mi rostro, la presencia de ese sujeto es atemorizante y más al conocer todas las atrocidades que dicen que ha hecho.

-temo por mi hija, ¿viste como la vio?

-Si Helena, todos allí lo vimos la única que no se percato fue la pobre Gabriela.

-si es cierto, debo protegerla de ese hombre.

-pero entonces, que les dirás cuando vuelvan a llamar o a buscarla para que visite a Violeta.

-no sé, tienes razón no puedo estar inventando excusas y mas a ellos que no aceptan negativas-.

-lo que no entiendo, es porque Violeta quiere verla-. Dice Benito tomando un  sorbo de café.

-Al parecer hablaron ayer y la pobre chica se encariño con mi hija, ya sabes que ella siempre esta sola y mas con su enfermedad-.

-peeero... ella no recibió un transplante de medula-.

-si Benito y al parecer esta mejorando-

¿Medula?...entonces Violeta tiene cáncer o algo así y su familia ¿que pasa con ellos que tienen que cuidarme?

Decido bajar sorprendiendo los para tomar el desayuno.

-Hola ma!- le doy un beso en la mejilla y me voy a sentar junto a Benito, allí tomo un poco de jugo que ya estaba servido y como un pedazo de croissant. -¿que pasa?¿Porque tan callados?-. Preguntó entrecerrando los ojos.

-no pasa nada hija, veo que amaneciste hambrienta.

-Si mamá-.
Se sienta a mi lado y terminamos de comer en silencio.

Después de trabajar un rato con mamá en la panadería, con sorpresa veo que llega Luke, el me sonríe.

-Hola Gabriela ¿como estas?-.

-Bien Luke, ¿pero que te trae por acá?-. Pregunto extrañada.

-Hola Luke-. Saluda mi mamá.

- ¿Como esta señora Helena?, siempre  huele delicioso aquí-. Dice mientras ve las vitrinas.

Mi mamá sonríe y niega, es que este y gigantón es un glotón de primera.

-Bien Luke y como ves con mucho trabajo.

-Que bueno señora Helena me alegra-

-Gabriela, Luke vino por tí para llevarte a ver a Violeta-.
Luke asiente mientras le da una gran mordida a un canolli que mamá le acaba de pasar.

Pero porque cambiaria de opinión mamá que extraño. Pienso.

Esclava (Terminada)Where stories live. Discover now