Capitulo 28

1.2K 93 1
                                    

Al llegar a la oficina cumplo con mis compromisos, pero a duras penas; ya que no puedo sacar de mi cabeza todo lo que a pasado y las decisiones que tendré que tomar, por lo que pido cancelen todas mis citas y salgo de la oficina en busca de un poco de paz.

Después de unos minutos en el tráfico llegó a mi lugar favorito el cual visitó  siempre que quiero pensar y estar sola; se trata de un pequeño parque que queda cerca al río Hudson. Me siento en una banca cerca al río y  veo la gente pasar frente a mí, pienso en todo lo que sucede. ¿Que haré de ahora en adelante? Me imagino todo tipo de escenarios mientras el tiempo pasa frente a mi pero no me muevo es como si temiera enfrentarme a todos.

De repente escucho mi nombre en la lejanía haciendo que salga de mi trance.
-Gabriela, Gabriela, hija-. Se trata de mi padre, quien se sienta a mi lado y  tomando mi mano entre sus grandes manos me habla. -¡Hija, por Dios! ¿Estás bien?
Lágrimas invaden mis ojos al escucharlo.-No lo sé papá.

Rápidamente papá me da un abrazo reconfortante. Mientras repite varias veces que todo estará bien.
Se separa de mí y volviendo a tomar mis manos entre las suyas se dirige a mí.

-Hija se que todo esto es abrumador para tí, sé qué no es justo lo que hicimos contigo; pero nos has demostrado que contrario a lo que pensamos eres una mujer fuerte que a pesar de todo vuelve y se reinventa cada día. Por eso te pido disculpas porque sé que hubieras podido salir adelante con todo sin necesidad de haberte protegido.

-Papa sé qué lo hicieron por protegerme, no te preocupes-.Seco mis mejillas con mis manos, ya no deseo llorar más, debo ser fuerte y enfrentarme a lo que venga. Soy hija de un mafioso y por más que ellos deseen alejarme no podrán hacerlo porque siempre estaré ligada a ellos, siempre nos acecharan.

-Se que debes tomar decisiones en este momento hija y que allí está tu felicidad, pero quiero que sepas que sea la decisión que tomes tu madre y yo te apoyaremos.

Asiento, pero una pregunta cruza mi mente.-¿Como me encontraste?

-Bueno, hace un tiempo te hice seguir por tu seguridad y siempre venías a este lugar cuando te sentías triste. Nunca se lo dijimos a nadie solo mi hombre de confianza y yo lo sabíamos pensamos que debía permanecer así. "Tuyo". Pero verás en medio de la desesperación de aquellos tontos grandulones que no saben de ti desde hace algunas horas, me imaginé que estabas aquí y vine a buscarte.

-Sabes que amo a ese par pero a veces me abruman.

-Lo sé hija. Pero lo importante es lo que quiere tu coraa.....-. Lo interrumpe el sonido de su móvil que suena con insistencia. Papá lo toma.
-Martinelli. Sii, no te preocupes la encontré. Sii todo está bien. Noo ess necesario, ya vamos a casa. Noo hijo te repito que no es necesario. No insistas-. Apaga el movil y mientras lo guarda se dirige a mí.

-Hija definitivamente tienes razón este par juntos abruma a cualquiera. Querían venir por ti después de que les dije que todo marchaba bien.

-Que te puedo decir papá después de todo son italianos.
Ambos sonreímos al decir aquello.

-Mejor vámonos antes de que acaben con la casa.

Al llegar a casa y abrir la puerta me recibe mi pequeño, que viene a toda velocidad hacia mi y me abraza por las piernas. -Mami ¿Dónde estabas? Te extrañaba-. Dice viéndome desde su altura.

Me suelto de su agarré para ponerme a su altura.-Amor tenía que ir a un lugar antes de venir, pero se me pasó el tiempo y se me hizo tarde-. Lo tomo de la mano y levantándome vamos rumbo a la cocina, tengo hambre y sospecho que mi pequeño no ha pasado bocado. Mientras como plácidamente con mi hijo. Escucho como Doménico viene gritando mi nombre.
Volteó para verle, tiene el entrecejo arrugado siempre lo hace cuando está enojado o algo le preocupa.

-Eres una inconsciente Gabriela como se te ocurre salir así sola, con los peligros que hay afuera.

-Domenico no estoy para tus tontos regaños, déjame en paz-. Lo fulminó con la mirada y continúo mi cena. El se queda allí toma un asiento a mi lado y espera por una respuesta de mi parte, trato de ignorarlo pero su maldita mirada me taladra y aún me incómoda después de tanto tiempo.

Al terminar la cena, le hago señas a mamá para que se llevé a mi pequeño, pero este no acepta irse sin antes prometerle que iré a darle las buenas noches.

Ambos esperamos a que se lleven al niño, no me gusta que me vea discutiendo y más con el que es su papá.

-Puedes decirme ¿Que demonios estabas pensando? Al ponerte así en peligro.

-No entiendes ¿Cierto? Necesitaba pensar, respirar.

-Y... ¿Que acá no puedes hacerlo?

- No, no porque sus constantes peleas, tu insistencia, tu terquedad me lo impiden

-Estas diciéndome que te abrumó ¿Es eso?

-No solo tu lo haces, también él-. Señalo a Marcelo que se encuentra justo detrás de Doménico y este se voltea a verlo.

-Estas cansada de ambos ¿Eso dices?

-Estoy diciendo que necesito mi espacio para pensar las cosas tranquilamente sin que ustedes estén cerca.

-Haberlo dicho antes Gabriela si no me quieres cerca de ti, dímelo de una  ¡Maldita vez!

-Como siempre tu tomandote todo tan a pecho Doménico. Por lo visto no cambias, acá todo se trata de ti y de lo que tú sientes, pero dime dónde se quedan los sentimientos de los demás. Le has preguntado a Marcelo ¿Porque quiso proponerme matrimonio? O le has preguntado ¿Qué siente realmente por mí? Noo..! ¿Cierto?
El centro de tu mundo es y será siendo tu ombligo. Mientras esto siga así será imposible entregarte de nuevo mi corazón.

Me voy dejándolo allí parado, en el camino me topo con Marcelo que solo está escuchando todo lo que dije, aprovecho para darle un beso en la mejilla y me voy rumbo a mi cuarto.

Entro a mi cuarto con el corazón en la mano, me duele lo que le dije a Domenico pero es verdad, el debe empezar a pensar en los demás y en sus sentimientos. Escucho que tocan la puerta y está se abre dejándome ver a un golpeado Marcelo.
-¿Puedo pasar?-. Pregunta tímidamente.

-Pasa, total ya estás adentro-. Le hago señas con la mano para que termine de entrar.
Veo como sonríe esos hoyuelos que se le forman dejarían fuera del juego a más de una chica. Toma una silla y se sienta frente a mí.

-Preciosa... Se que esto ha sido difícil para ti y ni te imaginas cómo lo llevo yo, enterarme de que la mujer de la que enamoré en secreto hace tanto tiempo atrás aún ama y es amada por el cabezota de mi amigo. Tenía la esperanza que después de tanto tiempo se hubieran olvidado de todo y por fin me dieras una oportunidad de hacerte realmente feliz, pero sé que cuando tú corazón tiene dueño es difícil de olvidar, por eso vengo para que le des una oportunidad al tonto que hay abajo el te ama a su loca manera pero lo hace.

-Y tú.. ¿Qué hay de ti?

-Yo solo quiero que la mujer que he visto llorar todas las noches sea feliz.

Me acerco para limpiar las lágrimas que mojan su rostro, no puedo evitar sentirme triste, yo a él también aprendí a amarlo cuando estuve tan mal el fue mi apoyo. Sin pensarlo más le doy un beso, no me importa lo que piensen de mí o si nos descubren, el lo merece hizo demasiado por mi y no es justo que después de todo yo le pagué así pero tiene razón, cuando tú corazón tiene dueño ay no hay nada que hacer y el mío hace tiempo lo encontró.

Esclava (Terminada)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu