《Daddy's Pray》KOOKV ~ CORRIGIENDO.~

Dos.

Arriba está el posible Soundtrack de la historia.

‒¡TaeTae!‒ Llamó el rubio ceniza a la vez que abultaba su labio‒ ¿Me estás escuchando?

‒Sí ChimChim, totalmente‒ Aunque la verdad, Taehyung no había prestado ni un pelo de atención a  lo que su mejor amigo le decía ya que a unos cuantos metros de él, se encontraba su ex-novio sentado en una banca del comedor, con una pequeña caja y un ramo de margaritas.

Al parecer esperaba a alguien.

Pero ese "Alguien" no era Taehyung.

Sintió su corazón doler.

‒Tae, deja de mirarlo como si fuese lo mejor del mundo‒ Dijo Jimin colocando su manita en el hombro de su amigo, haciendo un poco de presión‒ Sé que aún te duele, pero no puedes torturarte de esta forma.

Antes‒Susurró Tae ‒ Me compraba muchas margaritas, cuando llegaba a casa me las daba, luego pasaba y veíamos una película, y a mitad de esta, cuando era un mar de lágrimas, sacaba pequeñas cajas de chocolates y me las daba.-Rió amargamente, aunque sabía que solo lo hacía para no llorar allí mismo.

‒Tae...

En ese momento, llegó un chico a la banca en que se encontraba Minjae sentado, el chico al parecer no esperaba esto, ya que al verlo su rostro se pintó de rojo y tapó su boca para callar el grito que de seguro quería soltar.

Seguido a esto, Minjae le entregó las flores y la pequeña caja, y le dijo unas palabras.

Jimin supuso que estaba pidiéndole una relación.

Su sospecha se confirmó al ver que el chico sonreía y saltaba efusivamente sobre Minjae para luego darle un largo beso, los espectadores comenzaron a chiflar y a aplaudir.

Debía sacar a Tae de allí.

‒Tae, vamos, vamos a comer al patio trasero.

Demasiado tarde.

El castaño tenía los ojos bañados en lágrimas, con su ceño fruncido para evitar derramar más de las que deseaba.

‒Tae, vámonos‒ Tomó su mano, la cual fue bruscamente apartada.

Taehyung se levantó de su asiento y comenzó a correr a la salida. Debía salir de allí, llegar a casa, llorar y dormir.

Salir de allí, llegar a casa, llorar y dormir.

Soltó un hipido, que intentó ocultar con la manga de su sudadera.

Salir de allí, llegar a casa, llorar y dormir.