Cincuenta y siete.

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PD: Disfruten <3



Estar en su pecho era un sentimiento indescriptible, de total seguridad y confort. Su cabeza subía y bajaba al compás del pecho del azabache, y su corazón se convirtió en la mejor canción existente.


Las manos de Jungkook apresaban su cadera, dando pequeñas caricias en la piel levemente expuesta por su camisa.


¿Hace cuánto no se sentían tan cómodos?


-Te amo.- Repitió Jungkook, por al menos, quinta vez en la noche. Taehyung sonrió, acurrucándose contra el azabache, para depositar un casto beso en su pecho.


-También te amo Jungkookie. Dios, te amo tanto.


Por un momento, se permitió salir de la comodidad de su pecho, levantando con lentitud su rostro, para enfrentar la ahora brillante del azabache.


Sus ojos se conectaron, sus mejillas sonrojadas, Dios, eran como dos adolescentes enamorados, de esos a los que no les aceptan la relación y se ven a escondidas.


Y de hecho, eran dos adolescentes enamorados, a quienes les prohibieron su amor de forma cruel, volviéndolos adultos sin ellos quererlo.


Ambos lastimados, ambos con grandes cicatrices en sus corazones y mentes.


Cualquiera en su sano juicio, diría que no encajarían, como dos piezas de rompecabezas iguales, incapaces de calzar.


-Eres perfectamente dañino para mí, bebé.- Susurró el azabache, notando por primera vez desde que conectaron sus miradas, que sus rostros estaban tan pero tan cerca, que sus respiraciones se mezclaban. Se permitió por primera vez en tantas horas, ver de forma descarada los carnosos labios ajenos. Taehyung al sentir la fija mirada, se relamió ansioso, arrancándole una media sonrisa al azabache.- Pero que seas así sólo hace que te ame más.


Taehyung cerró con la distancia entre ellos, creando un lento beso, paseando sus labios con suavidad por los ajenos, ¿Era real? ¿Se estaban besando?


Y si era sueño, entonces deseaba nunca despertar.


Se sentía tan débil, tan a la merced de Jungkook. Sabía que no podría negarse a lo que éste quisiera, porque nunca había necesitado tanto a alguien.


Era tan necesario como respirar.


Gimió al sentir las manos de Jungkook colarse por su camisa, quiso alejarlas de allí, pero sentía todo su cuerpo dormido, desde el momento en que la lengua del azabache se coló dentro de sí. Sería capaz de vender hasta su alma sólo por seguir saboreando la cálida cavidad bucal de aquel chico.


-¿Por qué estás tan delgado?.- Preguntó Jungkook al romper el beso para respirar, delineando con la yema de sus dedos, las aún visibles costillas del ahora pelirosa.

《Daddy's Pray》KOOKV ~ CORRIGIENDO.~Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang