《Daddy's Pray》KOOKV ~ CORRIGIENDO.~

Cincuenta.

PD: Disfruten, gracias por acompañarme hasta ahora <3

Tres semanas y media antes.

Abrió los ojos.

Los rayos del sol iluminaban su rostro, haciéndole fruncir el ceño, pero al instante sacando en sus labios una fina sonrisa.

-Buenos días, sol, con tu maldita felicidad arrollante.

Rió por estar hablando sólo, quizás ya se había loco. Peinó sus castaños cabellos hacia atrás, estirándose con pereza.

La puerta se abrió unos minutos después, asomándose una cabellera amarilla.

-¿TaeTae?

El mencionado giró a ver a su mejor amigo, regalándole una gran sonrisa, extendiendo sus brazos para que este le abrazara.

Y Jimin al instante corrió a estrechar al castaño entre sus brazos.

La verdad era, que Taehyung estaba agradecido con Jimin y su novio "No somos novios" Yoongi, porque habían hecho de esos meses unos gratos. 

Agradecía a cualquier fuerza superior, ya fuera en el cielo o en la tierra, por haber puesto al lindo chico de mejillas regordetas en su camino, porque sin él, probablemente habría colapsado y se habría lanzado del edificio.

-TaeTae, te llegó un paquete.

Sintió un nudo en su estomago y paró las caricias en la espalda baja de su amigo, abriendo sus ojos de par en par, desapareciendo al instante la sonrisa en sus labios.

-¿De quién?.- Preguntó sin separarse del abdomen contrario, causándole cosquillas a Jimin con su respiración.

-Deberías verlo tú mismo.- Respondió, suspirando con pesar.

Tomó la caja color café de la mesita de noche, viéndola unos momentos más antes de entregarla al castaño. ¿Sería correcto entregarla? ¿Sería lastimar a Taehyung?

Aunque Jimin sabía mejor que nadie, que si Taehyung lloraba luego de ver aquello, él se quedaría a su lado el tiempo necesario, incluso toda la vida.

Taehyung tomó la brillante caja en sus manos, acariciando el pequeño lazo rojo sobre esta.

Su respiración, sin darse cuenta, se había vuelto errática, y sus labios formaban una mueca de pánico, junto con su mirada fija y su entrecejo fruncido.

Se relajó al sentir la mano de Jimin sobre la suya, dándole un suave apretón, para indicarle que él estaría allí, pasara lo que pasara.