Treinta y siete.

3.4K 331 115
                                    

PD: Disfruten♥
La última nota es importante~


Llegó al restaurante, sentándose en la mesa alejada de la ventana.

Pidió un vino tinto, para distraerse de la presión que sentía en su cabeza.

Se mantuvo pensando en él, en lo hermoso que era, la forma en que su sonrisa era extraña, pero a él se le veía malditamente genial. Era espectacular, nadie podía igualarlo y mucho menos pasarlo.

-¿JeonGguk?

Se sobresaltó volteando a ver a la elegante chica junto a él. Abrió los ojos hasta el límite que le permitía el ser asiático.

¿Ji-Eun?.- Preguntó anonadado.

La última vez que vio a su prima fue hace unos cinco o seis años, cuando su tío fue a visitarlo para ver si seguía vivo. La verdad no interactuaba mucho con ella.

La chica de cabello negro sonrió y se sentó frente a Jungkook, tomando su mano por sobre la mesa.

-Llevaba mucho tiempo sin verte, Jungkookie. Estás cambiado.

Jungkook apartó su mano, sonriendo de manera casi obligada.

-Sí, claro.- Hizo una mueca.

La chica de cabellos oscuros se sentó con delicadeza frente a Jeon, recargando su rostro en sus manos, observando fijamente al azabache.

Era obvio que ella conocía la situación que estaba pasando su primo, su papá se encargó de decirle hasta el último detalle al respecto. Y aunque nunca fue criada como alguien de manipular, sabía lo que debía hacer.

-Entonces... ¿Qué has hecho todos estos años? Hace mucho que no te veía.

"Tener un novio, diez mil veces más hermoso que tú", pensó. Pero supo que no podía decirle eso, sería un gran riesgo.

-Estudiar.- Respondió con un tono neutro.- Sólo eso.

Ji-Eun sonrió con sus labios.

-¿Sólo eso? Jungkookie, ¡Eres muy aburrido! Cuando éramos niños solías odiar la tarea.

Jungkook sonrió al recordar cómo ambos corrían por el patio, jugando a las atrapadas y revolcándose en la tierra.

-Que yo recuerde, decías que nunca te maquillarías porque era de niñas feas.- respondió con una ceja arqueada y una pequeña sonrisa.

La chica se sonrojó y rió un poco fuerte, acomodando su cabello tras su oreja.

-¡No quería! Papá me obligó, dijo que debía verme elegante.- Susurró avergonzada.

-A pesar de todo, Sí que has cambiado, Ji-Eun.-Susurró con una sonrisa, encontrando por fin a su amiga de la infancia.

-Sí...

Bajo su mirada a el mantel de la mesa, jugando con este entre sus dedos.

-Siento que mi padre te obligue a casarte conmigo.

Jungkook la miró sorprendido, notando como esta desviaba la mirada.

-¿Lo sabes?

-¿Por qué otra razón estaría aquí?.- Rascó su brazo.- Sé que debes odiarme por eso...

Se tensó cuando sintió la mano del azabache sobre la suya. Le miró por fin, encontrando una dulce sonrisa sincera.

La misma sonrisa de la que se enamoró cuando apenas era una niña.

《Daddy's Pray》KOOKV ~ CORRIGIENDO.~Where stories live. Discover now