I-legal ~ RM (BTS)✔

TERCERO

Resignado, abre la puerta. Me da el paso y entro a sus aposentos. Su apartamento tiene la misma estructura que el mío. La sala de estar en frente con una estantería de Libros y Cd's –alcanzo a ver algo de Kaely la Diosa-, un mini estudio de consolas de audio –tengo un amigo Dj y reconozco los artefactos-, un PC todo en uno de 42", parlantes, una cabina de audio, y un piano convencional para PC, junto a todo ese mundo de cables y accesorios; esta la sala y un televisor igual de grande al mío, y a la izquierda está la cocina integral. No veo ropa en el suelo, ni platos dentro del fregadero y eso dice mucho de él.

Me quedo observando lo que alcanzo a ver de su apartamento, hay cuadros, repisas con gorras, cuatro audífonos grandes de diferente color. Bueno, siendo un compositor todo eso debe ser por su trabajo. Mis ojos recorren el lugar hasta que vuelven a Nam Joon que está dentro de la cocina.

–Siéntete cómoda. El perchero esta allá–. Señala con el índice a la derecha del apartamento.

No puedo cocinar con la chaqueta y el bolso encima. Camino al perchero y me deshago de lo que me estorba. Suelto las mangas de mi camisa de cuadros y les hago un doblez para tener libre la mitad de los brazos para no ensuciarme.

–Es muy bonito. Tienes muchas cosas, en especial libros y consolas–. Llego hasta el mesón y él está del otro lado.

–Gracias. No sabía que los apartamentos eran tan grandes, creo que me sobra espacio–.

–¿Bromeas? Porque parece que te falta espacio–. Miro hacía su mundo de la música y volteo a verlo.

–Tal vez tengas razón–. Asiente.

–¿Y bien? Donde está el Curry que te dio dolores de cabeza–. Froto mis manos que están ansiosas por mostrar su magia en la cocina.

–Aquí–. Destapa una olla.

Lo que veo parece todo menos un Curry. La olla es muy pequeña y el jugo se secó, el color que tiene es oscuro y debería ser claro exótico, y el olor es de recalentado.

–¿Cuántos veces lo has intentado? –.

–Dos–.

–¿En la misma olla? –.

–Si–.

–Huele a ahumado–.

–¡Lo sé! –. Tapa la olla y con cara de tragedia me cuenta. – La primera vez me quedo pasado de sal, lo tire y prepare otro, creo que la sal corto el sentido del gusto de mi lengua y al probar me sabe muy simple y huele diferente–.

Rodeo el mesón, tomo una cuchara de la alacena, le pido permiso, destapo la olla y pruebo lo que sea que estuvo cocinándose ahí.

El sabor es indescriptible, si se hubiera inscrito al peor Curry del mundo le darían el premio sin pensarlo. Aunque este ahumado, huele mejor de lo que sabe.

–¿Querías preparar un Curry o querías envenenar a alguien? –.

–¿Vas a ayudarme con el Curry o a bajarme más la moral? –.

–Las dos. Aprende de un experto. En nuestra familia, el Curry es como una tradición, así que observa cómo se prepara el mejor Curry del mundo–.

Agarre el veneno –supuesto Curry-, y lo vacié en el fregadero, deje caer agua en la olla y ponerla a despegar. Como si fuera mi cocina, abrí los cajones buscando la olla correcta, encontré la que necesitaba y la puse a llenar con agua, luego tome los ingredientes de la cocina y el refrigerador, las salsas, los vegetales para el toque secreto y condimentos. Se me olvido que estaba en casa ajena y me moví como si fuera mi terreno, no escuche que Nam Joon se quejara y asumí que estaba bien para él, igual, le estoy ayudando a cocinar, sería injusto si se molesta por sentirme la señora de la casa.