DÉCIMO SEGUNDO

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Un vestido rojo satín ajustado al cuerpo hasta la rodilla, el cabello rizado en las puntas, joyería reluciente, un toque de base y otro de color en los labios, tacones negros bajos de punta, y un bolso de mano fue todo lo que necesite para estar lista y verme con Boa. Saldríamos a una discoteca, hace tiempos no iba con ella y aprovecharía que estaba de descanso.

Escucho la bocina de su Porche y bajo las escaleras acelerando el paso. Me despido de mamá y papá que están en la sala planeando el menú y lo que haremos mañana, ambos me dan un beso y me piden no volver tan tarde para ayudar en la cocina mañana. Asiento y salgo a encontrarme con Boa.

El porche plateado ahora es verde menta, fue un cambio drástico pero se ve bien manejado por ella. Abre la puerta desde adentro y me deslizo en el asiento del copiloto.

–Te vestiste para la ocasión–. Nos abrazamos y separamos.

–Tú también–. Boa lleva una falda negra de seda que cae en puntas a ambos lados, un corcel rojo, que parece un sostén de tela ancho, sus botas negras en punta y mucho brillo en sus labios y ojos.

Pone en marcha el porche y nos encaminamos a Rush-Hush, nuestra discoteca favorita desde la Universidad. Soy mala para beber pero ¿Quién dijo que solo se va a tomar? La pista de baile espera que yo me desquite y acabe la suela de mis tacones.

Mientras vamos de camino hablamos un poco, yo la ataco ágilmente con preguntas, en especial la del otro día, cuando no pude dormir y tuve que hacer una infusión de hierbas.

–Vas a conocerlo esta noche–. Dice con ilusión en sus palabras.

–¡¿De verdad?! –.Me cuesta no sonar incrédula. Me presentara a su novio X del que no sé cómo es físicamente o como se llama.

–En serio, mujer. No puede pasar navidad conmigo porque debe estar con su familia. Creo que lo obligan a hacerlo, Parece que no se llevan bien–. Gire a verla, no parecía afectarle a ella esa parte.

–¿Por qué lo dices? –.

–Porque poco habla de su familia, sé que son cuatro contándolo a él, y nada más. No le pregunto al respecto, creo que ese tema le incomoda–. Un chico con problemas familiares. Aun así hace feliz a Boa, quizás sea bueno.

–¿Irá a la discoteca? –. Cuestione, no me parecía un buen lugar para que me presentara a su galán.

–Sí. Nos encontrara allá, le dije que iba con una amiga–.

Asentí. No pregunte más al respecto y fue ella quien me acorralo con las preguntas sobre amor, hombres y cogidas. Ella igual que Soong, esperan el día que pierda mi virginidad, no importa donde pase, lo importante es perderla.

Llegamos a Rush y había cientos de autos aparcados alrededor, para estas fechas es normal verlo reventar de gente. En especial de jóvenes. Boa se estaciono y bajamos al tiempo decididas a tener una muy buena noche. Bailaríamos, beberíamos, reiríamos y regresaríamos a nuestras casas contentas por haber conocido a alguien o tener más resistencia en la pista de baile.

Entramos y la música retronaba en las paredes, el bombeo del sonido opacaba cualquier grito, nos teníamos que acercar mucho para hablarnos, porque si gritábamos igual no nos escuchábamos. Subimos las escaleras el tercer piso y la gran pista de baile estaba medianamente llena, las luces destellantes y los esteros a cada lado te invitaban a unirte al compás y descontrolar el cuerpo. Ocupamos una mesa diagonal al DJ de la fiesta que desde que me asome no dejaba de mirarme, siguió todo mi recorrido hasta la mesa y coqueteaba con la mirada; no me puse de modesta y le lanzaba miradas y guiños, pero muy poco.

I-legal ~ RM (BTS)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora