DÉCIMO CUARTO

974 94 23
                                    

Carpetas por aquí, carpetas por allá, eso quiere decir, que estamos a fin de año. La agencia parece oficina de correo a fin de mes y en vacaciones de verano; hay tanto papeleo por hacer que es normal ver cajas apiladas de archivos.

En año nuevo salimos antes de las tres de la tarde, muchos dirán que es bueno porque hay más tiempo para preparar la cena de fin de año y la celebración; es una vil mentira, salir temprano implica que debes hacer las cosas tres veces más rápido para poder salir temprano.

La situación es tal, que Jimin ha tenido que despojarse de su traje y anda en camisa deportiva por la oficina –Carne fresca. Mentiras es un bebe- llevando encargos, pasando de oficina en oficina, subiendo y bajando del primer piso al nuestro. El pobre tuvo que cubrir el turno de nuestro mensajero Jeon que se enfermó una semana antes, está en casa pasando su incapacidad de tres semanas.

–Paquete para Zoe–. Jimin trae una caja rectangular envuelta en papel café, algún correo de improntas o un regalo de los proveedores extranjeros; tienen por costumbre hacer eso.

Firmo el recibido, agarro una barra de cereal y se la tiro guiñando.

–Aliméntate bien, pequeño–.

–Te odio–. Dice arrugando la frente.

–Somos dos–. Dice Soong estacionándose en mi oficina.

–¿Y tú porque me odias? –. Recojo las carpetas que tienen el OK en la solapa para archivar.

–No tengo motivos, solo que no pasaras Año Nuevo conmigo; nada más–. Recarga su cuerpo en el marco de la puerta.

Río. Desde que le conté lo que paso con Joon después de volver con mis padres, se hace la sufrida con el tema del Año Nuevo.

–Vamos, Soong, ¿sigues con eso? ¿Estás a favor o en contra de que empiece una relación? –

–Claro que estoy a favor. Pero es Año Nuevo Zoe, es de buena suerte que lo pasemos juntas–. Sacude sus manos haciendo pataleta.

Debo reír más fuerte y sacudo la cabeza, mi jefa puede ser muy tierna haciéndose la infantil. Camino hasta ella y la tomo de las manos, gestando una sonrisa conmovedora.

–No me sonrías así–. Hace pucheros con la boca.

Parpadeo como cordero aligerando su ceño.

–Vamos a seguir juntas muchos años más. ¿Crees que desperdiciaría la posibilidad de ser tu única heredera? Ni loca que estuviera–.

Muerde su labio y escupe risueña. Admito que puedo ser bastante creativa en cuanto a este tipo de situaciones. Carcajeo con ella por mis fantabuloso comentario y me abraza, nos separamos y suspira.

–Está bien. Ve a darle tu virginidad al vecino–.

–¡Soong! –. Sacudo sus manos.

–¿Qué? ¿Pensabas solo comer y ya? –.

Entorno la mirada y levanta las manos en son de paz.

–Ok, no diré nada. Creo que no gastare mi doceava uva en ti y tus ovarios–. Reímos de nuevo.

Se me pasa la tarde en un abrir y cerrar de ojos, con bastante esfuerzo y cinco minutos para almorzar, complete mi trabajo. Jimin jugó un papel importantísimo en ello; le gusta trabajar conmigo y a mí igual, haciendo un excelente trabajo cuando ambos nos concentramos en ello. Lo había pensado estando en casa de mis padres, le daría un incentivo aparte del que la jefa quiere darle llevándolo con nosotros para la primera semana del año que está por empezar. Saque de mi bolsa un sobre tipo tarjeta y se la entregue cuando se estaba despidiendo de todos, dándonos las felices fiestas.

I-legal ~ RM (BTS)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora