TRIGÉSIMO CUARTO

950 85 19
                                    


–¡Eres terco, testarudo y un idiota, Kim Namjoon! –.

–Oh, pues gracias por todos esos términos hacía mi persona. Hasta aquí siento todo el cariño que tienes por mí–. Escucho su risa golpear en el micrófono.

Este hombre me hace sentir un millón de cosas a la vez, nervios, ternura, cariño, frustración, impotencia; es tan complicado que siento esa punzada en el centro de mi cerebro anunciando un posible dolor de cabeza, puede que se mantenga todo el día, ¿por qué? No solo es su terquedad que lo impulso a regresar al trabajo cuando no está del todo recuperado, es el trabajo que se apila como montañas de papeles amenazando con quedar esparcidos por el suelo, y que hoy es viernes, el día que enfrentare a Boa y sus mentiras. Más estresada no puedo estar, y Joon en vez de ayudarme, suma más presión a mi posible dolor de cabeza.

–Hablo muy en serio, Joon. No debiste ir a trabajar. Hasta ayer tu garganta se desinflamo, ¿que si por no cuidarte recaes? –. Manoteo a sabiendas que él no puede verme.

–Estoy abrigado, traje mis medicamentos y estaré todo el tiempo en el estudio, alejado del frió–. Sé que se sigue riendo, no le veo la gracia a lo que pasa.

–¿Ves? Eres un terco–. Chillo frustrada. Desearía ir a por él y encerrarlo en su apartamento. –Necesitas descanso, Joon. Descanso, ¿no conoces el significado de la palabra descanso? –.

–Ya, ya. Zoe. Hagamos algo, yo termino un pedido urgente aquí y me regreso al apartamento, ¿qué te parece? –. Escucho un chirrido pero no sé de qué sea, estoy absorta en su voz que ha erizado mi cuerpo.

–Mmmm–. Algo me dice que no sucederá.

–Lo prometo. Me iré a penas termine esto, Yoongi lo necesita para hoy y lo tengo casi de un pelo. Quiero terminarlo para irme tranquilo a descansar–.

Un largo y pesado suspiro sale de mi boca, dejo resbalar mi cuerpo de la silla giratoria, ¿quién soy yo para decirle que no, cuando puedo ser igual o peor de testaruda a él? Me preocupa su salud, actuar prevenida es una reacción normal ¿no? A través de mi ventana veo pasar a Song, viene a la oficina.

–Pero terminas y vas directo al apartamento, tomas tus medicinas y descansas ¿entendido? –. Song se detiene en el marco de la puerta, le hago una seña para que siga y se sienta frente a mí.

–Lo haré. Gracias, Zoe–. Sentí como si estuviera a mi lado, pegando su respiración en mi oído.

–¿Gracias? ¿Por qué? –.

–Te preocupas por mí, me cuidas, estás pendiente de lo que hago, por todo eso. Me digo que no debo hacerme ideas sobre un nosotros, pero cada vez me es más difícil –. Suspira. No suena agotado, frustrado, es un suspiro lleno de ilusión y yo siento el nudo en mi garganta al no poder decirle nada concreto.

–¿Zoe? –. Por alguna extraña razón siento un cosquilleo en el estómago cada vez que dice mi nombre, esto ha pasado después de que estuve cuidándolo en su apartamento.

–Dime–.

–¿Está bien si pienso que después de hoy vas a darme tu respuesta? –.

Debería, ¿no? Se deben responder no solo  sus preguntas, también  las mías. Porque hoy una parte de mis dudas serán dispersadas, él tendrá que terminar de esfumar las restantes. Después de hoy, el Namjoon hombre y el Namjoon amigo se pondrán de acuerdo para volverse uno solo, el Namjoon al que querré, si él me lo permite, tal vez, por mucho tiempo.

I-legal ~ RM (BTS)✔Onde histórias criam vida. Descubra agora