I-legal ~ RM (BTS)✔

VIGÉSIMO OCTAVO

Debería estar en el apartamento de Song, trabajando, revisando mensajes, hundiéndome entre el mar de documentos y agendamiento de citas. En su lugar estoy aquí, sentada en una banca, hace un poco de frió, esperando a que llegue mi..

—Un americano grande — ... café.

—Gracias —. Se sentó a mi lado.

¿Como termine aquí?

Nam Joon estaba frente al edificio esperándome, sí, así es, esperándome. Los esposos Song inventaron todo el teatro de la supuesta comida, iba a ser una cena para cuatro, sin mi consentimiento querían sentarnos juntos. Es algo bello de su parte pero que bueno que no paso así, estaría realmente molesta. 

Todo esto lo sé porque le dije a Nam que me contara la verdad, no quería mas mentiras de su parte. Acepto decirme solo sí lo acompañaba y hablábamos. Y así paso, por eso estamos aquí. Decidimos hablar en un lugar al aire libre porque no sabemos la reacción del uno con el otro.

—Entonces me decías que ibas a esperarme hasta que saliera de la oficina —.

—Jong dijo que están en temporada alta, que salen hasta tarde. De ser necesario iba a esperar —.

Solté un suspiro largo y pesado.

—No sé que tan correcto sea que hablemos en este momento, puede resultar aún peor que la otra vez—. Lo decía más por mi falta de seguridad y convencimiento. Si bien las palabras de Yoongi me habían dando un norte, no me estaban marcando todo el camino.

—Sé que tienes muchas preguntas sin resolver, yo también. No podemos continuar así Zoe, necesito resolver mi vida antes de que se desplome frente a mi—. ¿Porque esta hablando como si su vida estuviera destruida?

Bebí de mi café, el aroma me abraza y me abriga. El frió se dispersa poco a poco y la cálida sensación me envuelve en ese momento. ¿Por donde deberíamos empezar? Son tantos los interrogantes que me han surgido, que no se cual sea el comienzo.

Nos quedamos en silencio, solo se escuchaba el ruido de la ciudad, los autos andando, las personas caminando para llegar a sus hogares, el silbato del policía de transito que vigila a los imprudentes conductores. 

Tarde o temprano tendremos que tener esta conversación. Dije que no debía actuar con inmadurez y es ahora de que actué según lo que digo. 

—Ese día ibas a decirme algo, ¿que era?—. Estuve pensando eso durante estas semanas. Ese podría ser un buen comienzo.

—Hablas antes de que salieras corriendo—. Asiento. No tiene porque decirlo así. —También estuve pensando en todo lo que hablamos, finalmente puedo entender tus repentinos cambios de actitud conmigo, porque te alejaste y porque llegamos a este punto. A los dos nos mintieron—.

Gradualmente iba dando vuelta para verlo, buscaba algún indicio de que me estaba mintiendo, una señal, un gesto, pero nada. Nam hablaba con tanta seriedad y criterio que se veía aterrador ajustando el vaso entre sus manos.

—¿Cómo? —. Pregunte incrédula.

—Zoe, Boa sabe que somos amigos desde hace mucho tiempo. Antes de que nos viéramos en el restaurante lo sabía, fue extraño que te presentara, actué como si no supiera nada porque me parecía sospechoso. Es otro error que cometí —.

Eso no puede ser verdad, tiene que ser mentira, una maldita y aterradora mentira. No puedo ser tan tonta para no darme cuenta de algo así por tanto tiempo, es cierto que omitía mi amistad con Nam cuando me reunía con ella, pero no era por algo en particular simplemente no me nacía hablar de él con ella.