TRIGÉSIMO TERCERO

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Comencé a servir la mesa ignorando a quienes seguían hablando en la sala concentrados en su trabajo, le dije a Yoongi que nada de trabajo pero Joon no colabora hablando tan eufóricamente de sus próximos planes, dejándome como una tonta que lo quería sobreproteger, dándole la razón al tedioso de Yoongi; aun no sabía si odiarlo o agradecerle, puede que mitad y mitad.

Coloque a los dos amigos uno al lado del otro, yo quedaría en el puesto de enfrente, puede que me arrepienta por tener a Joon frente a frente pero al menos comería, contrario a que lo tuviera al lado, quizás no sea capaz de levantar ni la cuchara. Regrese a la cocina por más café y zumo de naranja natural, de camino a la mesa los chicos ocuparon su puesto, gran sorpresa me lleve cuando Yoongi ocupo el que debía ser mi lugar dejándome el puesto junto a Joon, hoy nada quería salir bien, nada.

Fingí que no se me acelero el corazón, descargue la tetera y los vasos con el zumo, los repartí y me senté en mi puesto. Joon no me quitaba la mirada, sonreía sin disimulo olvidando que frente a nosotros esta su gran amigo que no tardaría en soltar alguna tontería.

–Gracias, Zoe. Todo se ve delicioso–. Dice Joon en su ya acostumbrado deleite frente a mi comida.

–No es nada. Debes comer todo esto para que recuperes tus fuerzas–.

–Es verdad, imagino que gastaste mucha energía–. Como dije, él diría cualquier tontería en cualquier momento.

–Espero disfrutes la comida, Yoongi–. Dije sarcástica. Más bien esperaba que se atragantara.

–¿Debería preocuparme? ¿Acaso envenenaste el desayuno? –.

Es una lástima que no haya pensado en eso antes, claro que no lo envenenaría, pero un laxante sería una buena idea, lo sacaría corriendo del apartamento, alejándolo por un buen tiempo. Me gustaría tener la malicia de Song en situaciones así. Yoongi debe tener mucha suerte.

Entorne la mirada para que dejara sus tonterías antes de que mi tenedor aterrizara en su ojo o quisiera cerrarle la boca de otro modo. Sonrió burlón y por fin se concentró en desayunar.

La risa única de Joon hizo eco entre los tres, voltee a verle, con el borde de su muñeca inútilmente intenta cubrir su aparatosa risa, esta divirtiéndose pero yo no entiendo que le causa tanta gracia, al punto de tener que dejar de comer para no ahogarse.

–La fiebre lo ataranto–. Comento Yoongi negando molesto.

–¿Joon? –. Interrogue preocupada.

Él tosió aclarando la voz, recuperando el aliento para sacar las palabras de su boca.

–Es que Yoongi hyung no le responde a nadie, me hace gracia ver cómo te habla tan cómodo–.

Paso a ver a Yoongi que esta encogido de hombros, ensimismado en el plato frente a él, no está comiendo, solo está ahí hundido en su vergüenza, pienso yo. Los dos no dejan de comportarse como niños pequeños, poniéndome en el papel de madre, el cual Yoongi recalco antes cuando llego.

–Siempre tan prudente, Kim Nam Joon–. Soltó molesto pero en baja voz, claro que alcanzamos a escucharlo. Joon rió nuevamente.

–Perdóname. Solo me alegra ver que no soy el único con el que puedes hablar libremente–.

No término de entender bien la mirada que se dan ese par, es de esas miradas cómplices, que dicen mucho sin soltar palabra, de esas que solo le das a tu confidente, creyendo que así nadie los descubrirá. No le pongo demasiada atención, primero porque el ambiente es agradable, segundo porque lo único que me interesa de estos dos es que se lleven bien sin importar que; el resto no es para preocuparse o gastarle demasiada mente.

I-legal ~ RM (BTS)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora