VIGÉSIMO NOVENO

955 94 29
                                    

Joon insistió en llevarme al apartamento de los Song, yo me negué por todos los medios, él acababa de confesarme sus sentimientos, yo había llorado en sus brazos y me sentía tan avergonzada que no podía levantar la cabeza.

En estos meses se ha vuelto más obstinado que antes, debe ser su ambición lo que lo ha hecho así.

Un taxi fue el que nos llevo hasta el edificio. En el camino no dije nada, me limite a ver por la ventana, él tampoco hizo tema de conversación, lo que fue un alivio. La condición para aceptar que me acompañara fue que no pasará de la puerta del edificio. 

—Puedo ir hasta el apartamento, no tengo... —.

—¡Ish!—.

Alza la mano en son de paz.

—Solo quería intentarlo—.

—No tientes a tu suerte. Ya puedes irte—. Él tenía que irse antes de que yo cambiara de opinión. 

Mis ojos están en su camisa, no tengo la confianza de verlo a los ojos, no lo haré por ahora. Su mano atrapa la mía tomándome desprevenida, nuevamente el calor colorea mis mejillas, pero no soy capaz de verlo fijamente. 

—¿Cuando vas a regresar? —.

—Mañana...—. Dije pausado.

—¿Puedo pasar a recogerte? —.

Negué con la cabeza. No es que sea mala con él, estoy confundida, me dio mucha información que tengo que procesar para tomar una decisión definitiva. Si aparece de la nada en mi día a día, no podré poner mis sentimientos en orden.

—Esta bien. Igual dije que iba a esperar—. Subió la mano y vi como sus labios depositaban un beso en mi mano. Sus ojos sonrientes me han mirado con... dulzura.

—Lo siento—. Torpemente es lo único que podía decirle.

Despego sus labios de mi mano, seguí sus ojos hasta que enderezo su cuerpo. Sus ojos ya no sonreían, su mirada amable penetraba cada capa de mi cuerpo, sentí que me abrazaba sin tocarme.

—Zoe, cuando digo que voy a esperarte es porque aceptare la respuesta que me vayas a dar. Solo quiero que cuando me digas tu decisión no vayas a tener arrepentimientos después —. No soltó mi mano y la cubrió con su otra mano. —Quiero que sepas que estoy muy asustado, puede que al final decidas alejarte de mi y tenga que aceptarlo. Ese es mi mayor miedo, pero voy aceptarlo sin importar que—.

No podía dejar de sentirme mal. No sabía que decirle o como consolarlo, solo estaba escuchándolo, era todo lo que podía hacer por él.

—Descansa. No pienses mucho en eso y solo ve a descansar. Hasta pronto—. Asentí.

Sentí que estaba perdiendo algo cuando su mano soltó la mía, cuando lo vi entrar e irse en el taxi. El nudo que se estaba armando en mi garganta era molesto y doloroso. Él se había ido con esa mirada llena de melancolía, todo por mi culpa, porque no estaba segura que era una pesadilla, un sueño y la realidad para mí.

Subí por el ascensor hasta el apartamento, con pesar abrí la puerta, cambie mis zapatos, deje mi carga laboral en un rincón, arrastre mi existencia al sillón donde caí de panza dejando descolgado un brazo. El encuentro con Joon robo toda mi energía, cancelaré las horas extras por esta noche. 

No estaba de ánimo, ni siquiera el chancleteo que se acercaba me haría levantar de aquí por un rato. Song se sentó en el puf frente a mi, doblo su cuerpo dejando caer su cabellera, me miro, suspiro y volvió a su posición.

I-legal ~ RM (BTS)✔Where stories live. Discover now