❝ Tu mirada se clava en la mía, nuestros labios se sumergen al compás de una misma danza y tus manos no dudan en tomar las mías para empezar a caminar JUNTOS, como siempre debió ser. ❞
➻ Donde Hoseok es un alfa que sólo desea casarse con Seul Gi, ot...
Tu sonrisa me enamoró, tu llanto me desilusionó y tus palabras terminaron por arruinar lo que alguna vez creamos juntos.
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Ninguno de los mayores imaginó ver a Ho Seok y a Seul Gi juntos, nadie esperó ver y escuchar cómo se declaraban amor eterno. Y definitivamente, Tae Hyung no esperaba ver el beso que su hermana y su prometido se entregaban. De repente, su lobo se encontraba triste, deprimido, con pocas ganas de seguir ahí.
— ¡Eres una traidora! — el señor Kim fue el primero en reaccionar y en lanzar el primer golpe hacia su hija. Seul Gi cayó al suelo y fue auxiliada por Ho Seok, quien la tomó de los hombros. — ¿Cómo puedes hacerle eso a tu hermano? ¡Eres una maldita alfa, una alfa! ¡No puedes estar con Ho Seok, ni aunque quieras! — las palabras de su padre dolían, dolían mucho para Seul Gi, ella sabía que estaba haciendo mal, pero no esperaba que alguien se lo restregara en su cara, mucho menos su propio padre, aquel que la habia consentido desde pequeña y a quien había tratado de princesa.
La chica se levantó con ayuda de Ho Seok, mas esto no sirvió, pues el padre del chico no tardó en hacerle lo mismo, en golpear la mejilla de su hijo y decirle lo muy decepcionado que se encontraba.
Jung Kook solo observó todo, sonriendo en su interior al desenmascarar a esos putos que se burlaban de su mate.
Tae Hyung solo miró un punto perdido en la pared, luego pasó a observar a Seul Gi, no le dió pena verla en el suelo, tampoco se apiadó cuando el señor Jung abofeteó a su hijo delante de todos. Parecía ser que había perdido el sentido de la orientación, al parecer solo se encontraba su cuerpo en ese momento, pero no su mente, ni sus sentidos.
La madre de Tae Hyung fue la que lo ayudó a levantarse y a dirigirse a su habitación, ya los alfas de cada familia se encargarían de castigar a los menores e inconscientes chicos.
Sin embargo y a pesar de todo el daño que le habían ocasionado, él pudo sentir un dolor terrible en su pecho, Tae Hyung había leído muchos libros para saber que esto ya no era normal, que esto iba más allá de una simple presión en el pecho. Sabía que esto tenía que ver con Ho Seok, con la relación que mantenían y con el maldito compromiso.
— ¡La boda será para dentro de dos semanas! — fue el último grito que escuchó antes de llegar a la segunda planta. Su madre lo acostó y arropó, tal y como cuando era un niño.
Tae solo miró el cielo cuando se encontró solo y sonrió al ver la luna creciente que se presentaba en ese momento. Las estrellas brillaron con instensidad y una sonrisa se dibujó en su rostro.
No quería sentir felicidad, pero tampoco podía sentir pena, no sabía cómo expresarse o qué sentir en esos momentos.
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La mañana pareció saber sobre la justicia que se había dado la noche anterior, pues esta se encontraba como un día de primavera, incluso el tobillo de Tae Hyung estaba perfecto, por lo tanto ese día sí podría ir a la escuela, algo sumamente bueno para el peli-rubio.
Seul Gi no bajó a desayunar y sus padres tampoco optaron por hablar de ella o de lo ocurrido la noche anterior.
— La boda será dentro de dos semanas, irás a entrenar con el líder de los omegas y hemos conseguido una casa para ti y Ho Seok. — comenzó por decir el padre de Tae Hyung. Se veía que el hombre mayor se encontraba algo ido... triste, pues su voz no era la misma de todas las mañanas. — Seguirás yendo a estudiar y cuando sea el tiempo debido... nos darás un nieto. Ho Seok ya entendió que su destino eres tú y también ha decidido entrenar y ser el mejor en todo para darle un ejemplo a la manada y a su futuro hijo.
Tae Hyung asintió, más por temor a despertar alguna furia en su padre que por voluntad propia.
— P-prometo ser el mejor omega... — un suspiro salió de sus labios y pronto se encontró analizando bien sus palabras antes de decirlas, pues no habría marcha atrás una vez que lo soltara. — Prometo darle un cachorro a Ho Seok antes del año.
Los señores Kim levantaron la mirada, observando con sorpresa a su único hijo hombre.
El peli-rubio se levantó de la mesa y agradeció el desayuno antes de salir corriendo de la cocina y posteriormente de la casa, ya había arruinado todo, pero realmente no parecía estar incómodo.
Su camino hasta la escuela fue silencioso, algo reflexivo, pero por sobre todo, analítico. Estaba pensando cómo sería su vida al casarse con Jung Ho Seok, cómo es qué podría darle un cachorro si apenas sabía de sexo.
— ¡Hola! — el saludo de JungK lo alejó de su mundo y lo hizo reaccionar, asustándolo al instante por tal sorpesa.
Jeon rio al ver la expresión asustada de Tae Hyung, incluso con temor se veía hermoso, y es que al parecer, Kim no tenía ninguna imperfección.
— Hola. — dijo un tímido Tae Hyung.
Jung Kook rio y rodeó con uno de sus brazos el hombro del omega. Ante los ojos de todos, ellos parecían ser mejores amigos, pero ante los ojos de Ho Seok, quien los seguía desde atrás solo eran un par de amantes.
La noche anterior había recibido la paliza de su vida, su padre lo había golpeado y le había dejado en claro que tenía que casarse con Tae Hyung, que el amor que sentía tenía que ser por Tae, no por su hermana; lo mismo le ocurrió a Seul Gi.
Aún podía oír el llanto de su novia al escuchar las palabras dolorosas que su madre le soltó después de ver el video. Y solo en ese momento pudo sentir empatía por Tae Hyung, pudo sentir lo mismo que sintió el omega al ser golpeado y repudiado por sus padres.
Jung solo pasó de largo, escuchando alguna que otra palabra de halago del chico de nariz grande para su prometido.
Bufó, casi carraspeó de enojo y corrió hasta llegar a la secundaria. Tenía mucho qué hacer, se había propuesto la noche anterior ser el mejor en todo, le demostraría a su padre de lo que era capaz y le daría una cucharada de su propia medicina. Le entregaría la satisfacción a su padre de verlo casado junto a Tae Hyung, pero era claro que jamás amaría al omega, solo sería como una cortina de humo ante sus verdaderos sentimientos por Seul Gi. Aquello fue un plan que había ideado toda la noche y que él pensaba que saldría bien al seguir al pie de la letra. Mas toda mentira acaba por ser descubierta, todo tunel oscuro llega a su final y demuestra la claridad tal cual. Pues para Ho Seok, mentirle a sus padres, mentirle a Tae Hyung, mentirse a sí mismo, solo significaría su derrota total, pues la vida te da donde más te duele y tal vez en estos momentos no había nada que lo derrumbara, pero en un futuro sí. En un futuro sí tendría por qué luchar, por qué seguir adelante y por quien no mentir.
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Un capítulo de regalo porque me encanta actualiza este fic. En fin, nos veremos pronto. Lxs amo con todo mi corazón, bebés.♥
