Lina • Aguslina.

»13. Trozo de gelatina.«

Agustín.

No se que paso.

De verdad.

Estaba bien, con Carolina, abrazados. Me sentía bien y de repente, llega Malena y... Todo pasó tan rápido.

Me encuentro fumando fuera de la universidad. Tengo la manía de fumar cuando estoy confundido o pensativo, la manía de emborracharme cuando estoy furioso. Quisiera saber la razón de porque besé a Malena frente a Carolina. Probablemente porque es mi novia y debía hacerlo, o tal vez, porque quise sentir lo mismo que había sentido cuando mis labios tocaron los de Carolina. Nunca he sido la persona que se deja llevar por los sentimientos. No me da miedo enamorarme, pero si salir lastimado y herido, como cualquier otra persona.

Ser lastimado, decepcionado y herido por una persona que tú amas con tu alma es realmente una de las cosas mas horribles que puedes sentir. Generalmente (si no es que siempre), tus emociones, sentimientos dependen de esa persona. Cuando no está contigo, te pones triste; cuando te besa, eres feliz; cuando lo ves con otra persona, te enojas y pones celoso.

Sé lo que se siente estar enamorado. Sé lo que se siente vivir en las nubes cundo te enamoras, pero también sé lo que es vivir el infierno cuando te deja y se va para siempre.

"He llegado a comprender que el dolor es la emoción más fuerte que alguien puede sentir".

Esa frase ha sido sacado de uno de mis libros favoritos, AFTER. Creo que esa historia es lo más cercano a lo que se vive hoy en día en las relaciones. Volver y terminar como mínimo 15 veces. Aunque he de admitir que admire la manera de escribir los momentos de sexo entre los protagonistas, fue muy interesante.

Carolina es un poco parecida a Tessa. Me gustaría ser su Hardin.

Necesito hablar de nuevo con ella.

-¡Jorge! -Escucho su dulce voz gritarle a... ese. Giro mi cabeza y la encuentro justamente hablando y sonriendo con "Jirgi". Me acabo mi cigarro y lo tiro en el basurero más cercano. Después pongo atención, sin disimular un poco, a esa castaña que no abandona mis pensamientos y al imbécil con rulos.

Carolina.

Puedo sentir su mirada en mi y en Jorge.

Desde que le he gritado a Jorge -que realmente de casualidad haberlo encontrado aquí afuera- Agustín a comenzado a poner atención sin un atisbo de vergüenza a nuestra platica.

-Quería saber si sigues bien mejor con lo de tu moretón. -Él asiente con una leve sonrisa.

-Si, gracias Carito. -Le sonrío.- ¿Vas a ir a la fiesta de esta noche en casa de Karol Sevilla?

-No lo sé. Creo que mis amigas van a estar ocupadas con sus chicos y no quiero estar sola y aburrida. -Hago un mohín y los ojos de Jorge brillan con algo de ¿ilusión?

-Puedes acompañarme a mí;- Se rasca la cabeza nervioso.- digo, yo también voy a estar solo y un poco aburrido porque es seguro que Rugge y Gastón vayan a estar con alguna chica. 

-No quisiera  incomodarte ni nada... -Él niega frenéticamente.

-No, no, no, Carolina. Hasta el momento me pareces una tipa muy maja y la que mejor me agrada. Se nota a leguas que eres muy sencilla y sincera. -Me ruborizo por sus palabras tan lindas y sonrío mostrando todos mis dientes.- Te ves muy hermosa con tus mejillas color tomate.

Suelto una risa y golpeo levemente su hombro derecho.

-Cállate, López o me arrepentiré de ir contigo a esa fiesta.

Él se ríe pero se detiene al captar lo que he dicho. Su cara se ilumina.

-¿Significa que tú... aceptas ir conmigo? -Sonrío como tonta y asiento. No puede ser tan malo.

-Pasa por mí a las nueve. Te mando mi dirección por teléfono, ¿va? -Asiente y me despido de él con un beso en la mejilla.- Adiós.

Me doy la vuelta y me dirijo a mi coche. Me siento un poco exhausta por este día tan raro y bonito a la vez. Por un lado tenemos a Jorge López que es alguien muy lindo, amable y majo; me ha caído bien y me alegra el empezar a tomar muy buen camino, sé que en un futuro cercano seremos muy buenos amigos.

Pero por el otro lado tenemos a el dueño de mi corazón, pensamientos y... todo; Agustín Bernasconi. Es guapísimo, muy tierno y perfectamente imperfecto. Me confunde su manera de ser; dice tantas cosas que me hacen caer como tonta y creerle, pero sus acciones son todo lo contrario. Tengo miedo a que todo esto sea un sueño para al final convertirse en una cruel pesadilla.

Tampoco me he puesto a pensar tanto en Lina, a final de cuentas nadie jamás alguien dudaría de que la chica que se va con pantalones holgados y blusas equis, con lentes y sin maquillaje, vaya a ser Lina. Dado que ahora los de la escuela van a estar asistiendo a el bar LINA'S HOUSE, por qué sera un bar juvenil, compraré unos pupilentes de un color diferente. Mis ojos no son muy comunes y será un poco más peligroso al tener a Malena Ratner tan cerca mío y de Lina, puesto que ahora somos enemigas. También tendré que maquillarme y peinarme sola; no quiero meter en problemas a Valentina, para que luego la reconozcan y la empiecen a fastidiar con la identidad de Lina. Sin duda seguirá siendo nuestro secreto, pero no quiero meterla tanto.

Voy tan distraída que la moto que menos deseaba ver hace unos minutos se detiene abruptamente frente a mí con unos centímetros de distancia y causando que mi corazón casi sufra un paro cardíaco. Tengo que empezar a ser más cuidadosa o el amor de mi vida me va a terminar matando; literal y metafóricamente.

-Kope, -Agustín se quita el casco y su respiración es agitada, su cara preocupada y con un atisbo de enojo. Me encuentro tranquila y no enojada, ni decepcionada.- Dime que por favor no estás enojada conmigo, ya serían tres peleas en un día y no quiero perderte por ser tan estúpido y no saber como hacer las cosas.

Sonrío y niego con la cabeza.

-Está bien, Agus, no estoy enojada. -Él suelta un suspiro y sonríe tímidamente.

-Lamento haberte hecho pasar eso, no quise... -Pongo un dedo sobre sus suaves labios para callarle pero lo retiro en seguida pues mi mente viaja al recuerdo donde me besaba y luego a Malena; tampoco quiero que arruine mi buen humor. La sangre sube a mis mejillas y yo evito su mirada.

-No pasa nada, de verdad. Así que tranquilo. -Vuelve a asentir y noto como su sonrisa se ensancha. Mierda, supo lo que pensé.- Necesito irme.

Mi voz sonó como un ruego y él se levanta un poco de su moto para acercar su rostro al mío. Mi corazón comienza a latir con fuerza y mi cuerpo reacciona a su cercanía poniéndose como gelatina. Me toma de la mano y me acerca un poco más a él, nuestros pechos chocan, sus labios se dirigen a mi oído.

-Yo tampoco puedo olvidar nuestro beso, Kopelioff. -Mi apellido lo dice con suma lentitud y voz grave, cierro mis ojos. Muerde mi lóbulo y me hace dar un respingo junto a soltar un gemido.- Nos vemos, Carolina.

Besa las comisuras de mis labios y luego se retira para acomodarse de nuevo en su moto, me guiña un ojo y enciende su moto para después desaparecer de mi vista, dejándome hecha un trozo de gelatina con las hormonas demasiado alocadas.

Disfruten y comenten su opinión, angelitos los amo.💛

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- Anhel.🌻