»45. Noches mágicas«

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Agustín.

Veo los ojos brillosos de mi pequeña morocha mientras me postro en una rodilla mostrándole el anillo con el que quiero verla todas las mañanas, tardes y noches en lo que resta de mi vida. Después de lo que sucedió anoche, no tengo ni una duda de querer pasar una vida entera a su lado. Me desperté temprano y le avisé a los chicos y sus novias para que me ayudaran. Sin embargo, les agradezco de todo corazón porque sin su ayuda, esto hubiera sido completamente terrible.

Un sollozo sale de los labios de mi chica -futura esposa- y comienza a asentir frenéticamente.

-¡Dios mío, Agustín! ¡Si, si, si! -Sonrío abiertamente y me enderezo para colocarle el anillo en su dedo. Beso su mano al terminar y ella se abalanza sobre mí para besarme.

Los aplausos de nuestras familias y amigos nos hacen separarnos. Carolina al ver a su madre se sonroja y baja la mirada. Me río y deposito un beso en su mejilla que la hace sonreír y verme con ojos brillantes.

No fue difícil pedirle a su madre que viniera, le pedí a Valentina y Oriana que me dieran su dirección, ya que ella ya venía para acá, le fui a ver y le hablé de mi decisión. Ella estuvo maravillada con eso. Mis padres no pudieron venir, pero mi madre no dejo de darme la bendición por teléfono y decir que hacía lo correcto, que vendrían para la boda que tengo pensado sea un año después.

Mi hermana corre a abrazarnos entre tantas lágrimas.

-¡Estoy tan feliz por ustedes! -Se aleja y mira a Carolina quien la mira enternecida.- Bienvenida a la familia, Carito. -Y vuelve a abrazarla.

-¡Amiga, estoy que muero de tanto diabetes! ¡Son una hermosa pareja y estoy feliz de que estén comprometidos! -Llega Valentina y abraza a su mejor amiga.

-¡Me alegro que haya aceptado pasar una vida contigo, Bernasconi! -Grita mi mejor amigo Mike y me abraza luego se aleja y abraza a Carolina.- Te doy mi pésame, enana.

Nos reímos todos. Oriana y Julián se acercan y nos felicitan.

-¡Cuídamela mucho, Bernasconi! -Me advierte y yo, obediente, asiento. Luego da rienda suelta a sus lágrimas- Los quiero tanto, muchísimas felicidades.

-Mi pequeña, tu papá estaría tan feliz del hombre con el que te acabas de comprometer. -La madre de Carolina abraza a su hija y ambas Kopelioff lloran.- Sé que serán muy felices, son el uno para el otro.

-Ay mami, te quiero tanto.

-Y yo a ti mi pequeña. -Se aleja de su hija y deposita un beso en su frente. Luego se dirige a mí.-Gracias por haberme traído, Agustín. Estoy más que feliz.

Le sonrío y le doy un abrazo, mientras tomo la mano de mi futura esposa.

Carolina.

Mi mamá se aleja de mi prometido y nos da la bendición, entre eso, se escucha una voz a mis espaldas que me congela la sangre.

-¡Muchísimas felicidades, Carolina! -Agustín sonríe levemente y mira sobre mi hombro.

-¡Male, me alegra que hayas venido! -Agustín suelta mi mano con la intención de alejarse, pero yo me sujeto a su brazo y es cuando miro a Malena Ratner.

-No me lo perdería por nada del mundo. -Se acerca y todos se encargan de fulminarla con la mirada, menos mi madre que no sabe que lo sucede. Agustín me mira un poco confuso.

-Pues deberías perderte, Malena. -Murmura Valentina, furiosa.- Pero para siempre.

-¿Disculpa?

-No te hagas la loca, Ratner, bien sabes lo que hiciste. -Le sigue Oriana.

-¿De qué carajo hablan? -Habla mi chico, frustrado por desconocer los hechos.

Lina • Aguslina.Where stories live. Discover now