»40. Ella es Marlin«

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Agustín.

Vuelvo a checar la hora en mi reloj.

Carajo, faltan treinta minutos para que inicie el show de Lina y me encuentro a 15 minutos del lugar. Aparte de que debo hacer una parada antes.

Levanto mi mirada y comienzo a buscar a la pequeña morocha por toda la sala del aeropuerto. Se supone que su vuelo ya ha aterrizado y ella hace diez minutos que debió salir. Suspiro y estoy a punto de preguntar a una de las asistentes de los vuelos que, si no la han visto, pero antes unas manos delgadas y suaves cubren mis ojos.

Sonrío al instante porque ella siempre ha tenido esa maña desde que éramos unos niños. Retiro con cuidado sus manos de mi rostro y me giro lentamente.

Ahí está, tan preciosa como la dejé. Con sus lindas pecas y aquella sonrisa tan deslumbrante. La abrazo fuertemente contra mi pecho y ella suelta su dulce risa.

-Oh dios mío, sigues tan chaparra. -Me burlo. Ella se separa de mí para darme un golpe en el pecho, haciendo un puchero.

-Yo también te extrañé, guapo. -Comenta sarcástica y me río. - Perdón si me atrasé, mi pequeña estatura no podía cargar con la maleta.

Me señala su maleta que ya no tiene ruedas. Cargo su maleta y paso mis manos sobre sus hombros.

-Vienes por una semana, Marlin, no un año. -La molesto.

-Calla, Agus -Se acurruca más contra mí. -Una mujer precavida, vale por dos.

Me río y nos condujo hacia donde he dejado la camioneta de Mike. Subo su maleta en el asiento trasero y luego le abro la puerta para que ella pueda subirse.

-Nunca dejas de ser tan caballeroso. -Me sonríe tiernamente. - Creo que por eso te amo, bueno, por otras cosas también, pero esta es la número uno.

Me carcajeo y luego subo al asiento del piloto. Enciendo la camioneta y comienzo a manejar a Lina's House. Ella coloca su cabeza en mi hombro y enciende la radio con la canción Mitad & Mitad de un dúo, a los cuales no reconozco la voz.

- ¿Estuvo cansado el viaje? -Ella asiente.

-Solo un poco, pero valía la pena venir si iba a verte. -La miro enternecido y deposito un beso en su frente. - Te echaba mucho de menos en Londres.

Marlin siempre ha sido la persona más tierna y dulce que he conocido en toda mi vida. Agradezco mucho a Dios que me la haya puesto en mi camino. Siempre va a ser lo más preciado que tengo en mi vida, porque lo vale.

-Yo también, pequeña. -Ella se abraza a mi brazo y en todo el camino, disfrutamos de ese silencio y la música de fondo.

Abro la puerta rápidamente al escuchar la dulce voz de Carolina. Sus ojos inmediatamente me captan y distingo un brillo en sus ojos. Me dirijo hacia donde están los chicos, Marlin se ha quedado hablando por teléfono con alguien y me ha dicho que le diera unos minutos. Saludo a los chicos y vuelvo a mirar cuando la voz de Valentina también llega a mis oídos. Se ven preciosas, es específico, la que lleva un vestido blanco. Nunca imaginé que Valentina también cantara, sin embargo, me ha encantado su voz. Son una perfecta melodía ambas voces.

Las escucho atentamente, y casi al final de la canción, un mano se aferra a mi brazo. Vuelvo mi mirada para encontrar a Marlin mirando fijamente a Mike y Julián, quienes, al verla, sonríen sorprendidos y se levantan a saludarla.

- ¡Marlin, que sorpresa! -Mike y Julián abrazan a Marlin, quien les corresponde el abrazo igual de emocionada. Ella le da un abrazo igual de cariñoso a Oriana, quien no ha dejado de verla extrañada.

La canción termina y Marlin me mira con sus preciosos ojos azules, esperando. Le señalo a la hermosa morocha sobre el escenario y sonrío.

-Es ella. -Marlín posa sus ojos en Carolina y comienza a aplaudir alegremente, los demás le seguimos con la misma emoción.

Carolina se pierde en sus pensamientos, lo noto, la conozco. Algo parece dolerle, pues hace una mueca y sus ojos se cristalizan levemente, traga grueso y sale del escenario. No sin antes despedirse del publico eufórico. Valentina al ver a su mejor amiga salir casi corriendo, se despide igualmente y la sigue. Los aplausos y gritos cesan, para darle paso a unas canciones reproducidas por las bocinas.

Me acerco al oído de Marlin y le susurro al oído:

-Creo que olvidé mi celular en la camioneta, ya vengo. -Ella asiente sonriente y yo corro, literalmente hacia la taberna, donde John me cuida los dos ramos de rosas.

Fue un poco difícil distraer a Marlin mientras los compraba, no quería que ella se enterara, pues quería darle una gran sorpresa, así como a mi otra preciosa morocha. Le agradezco a John con una sonrisa y él me guiña el ojo en forma cómplice. Voy con Marlin y le entrego el primer ramo de rosas, desde atrás.

Ella se gira y me abraza fuertemente, luego de haber chillado emocionada.

-¡Oh por Dios! Muchísimas gracias, Agustín. Sabes como amo las flores, son maravillosas. -Le sonrío y depositó un beso en su frente.

-Lo mejor, para la mejor hermana del mundo. -Me vuelve a abrazar y supongo que nota el otro ramo de rosas, pues se aleja de mí y me mira con cariño.

-¿Son para ella? -Asiento y se lo doy para que me lo cuide.

-Vamos, bro. -Mike me da un golpe en el hombro y los cinco, nos dirigimos a el camerino donde se encuentran Carolina y Valu.

Sin embargo, la escena que encontramos nos deja un poco sacados de onda. Mi niña tenía sus mejillas bañadas en sus lágrimas, que, precisamente, no eran de alegría o felicidad.

-¿Qué sucede, Carolina? -Le pregunto con preocupación. Pero sus ojos no se encuentran en los míos, sino, en la pequeña figura femenina que se encuentra atrás de mí.

-Creo que necesitan hablar. -Suelta Valentina y se aleja de su mejor amiga, le doy un rápido abrazo para felicitarla antes de que se vaya con los demás.

Marlin me mira un poco angustiada, le susurro un "Yo lo arreglo" y ella me da el otro ramo de rosas. Me da un beso en la mejilla y sigue a los chicos.

Me giro para ver de nuevo a Carolina y me sorprendo cuando la veo avanzar hacia mí con furia, lleva su pulgar a su boca y luego borra el beso que Marlin dejó en mi mejilla. Entonces lo entiendo. Mi niña está celosa.

Una sonrisa de alivio y burla se instala en mi rostro. Su cejo de frunce y mi mira con más enojo.

-¿Estás celosa, Kope? -La molesto.

Sin duda, un mal paso. Su mano se alza lista para aterrizar en mi rostro, pero mis reflejos la detienen con la mano libre. La mano que sujeta el ramo de rosas se amarra a su cintura y la pega a mi pecho. Sus manos se convierten en puño y comienza a dar repetidos golpes a mi pecho.

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te od... -Mis labios la interrumpen, no soporto que me diga eso, así que la callo de la mejor manera que sé, que ambos adoramos. Ella me devuelve el beso con posesión y pasión, poco propio de ella.

Eso hace que me caliente y la sujeto de su cintura, haciendo que enrede sus piernas en mi cadera y llevándola hacia su peinador, donde la pongo ahí sin mucho cuidado y tirando las cosas.

Un gemido sale de sus labios y eso hace que separe sus labios de los míos. Ambos jadeamos y ella habla con voz temblorosa y agitada.

-No tenías porque presumirme a tu amiga, para luego burlarte de mí. -Sonrío con ternura al ver sus ojos entristecidos y acaricio su mejilla.

-Ella es Marlin. -Me fulmina con la mirada.- Mi hermana, quien estaba ansiosa por conocer a cierta persona que me tiene completamente enamorado.

Sus ojos se abren con expectación y su boca se entreabre. Sonrío y la vuelvo a besar. Esta vez, no pone distancia entre nosotros. Ni siquiera la ropa.

Se viene algo muy bueno. Me felicitan a sus mamis por el 10 de mayo, diganle que tuvo una criatura hermosa. Ustedes angelitos. Los amo💛

- Anhel. 🌻

Lina • Aguslina.Where stories live. Discover now