»14. Alcohol.«

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Carolina.

Me encontraba esperando a Jorge López en mi cuarto, mientras mensajeaba con mis dos mejores amigas.

Valuu.

Estoy mega emocionada por ir por primera vez con mi amor platonico, pff.

Orii.

Si les soy sincera, hace tres años jamás me hubiese imaginado que estaríamos siendo casi novias de nuestros eternos amores.

Yo.

Pareeen, aquí hay alguien que no está con su amor. Chicas las envidio, de buena manera, obvio:(

Valuu.

Ay amiga, declaratele ya porfa. Estoy segura que él también se muere por ti;).

Orii.

Secundo a Valu. Carolina queen, ¿Malena quién?

Me reí al ver lo tontas que eran. Iba a contestar sus mensajes, pero se escuchó el timbre de mi casa. Miré la hora y me di cuenta que eran exactamente las ocho.

Que puntual, Jorge.

Me despedí de mis amigas, diciéndoles que nos veíamos en la fiesta.
Había elegido un vestido color vino, hombros descubiertos pero se cerraba en mi cuello, tenía una pequeña abertura en la espalda y era entallado a mi cuerpo. Valentina y Oriana me lo habían regalado en mi cumpleaños número 18. Me lo combine con mis tacones negros de correa. Mi maquillaje era un poco sencillo pero sexy; un poco de base, delineador, sombra guinda y labial del mismo tono. Mi cabello estaba en ondas gruesas y suelto, me sentía atrevida y tenía derecho a serlo el día de hoy. Tomé mi cartera negra y abrí la puerta.

Jorge se veía guapo. Traía un pantalón azul marino y una playera blanca con una chaqueta gris, sus tenis eran grises por igual. Él me sonrió.

-Te ves maravillosa, Carolina. -Yo reí como tonta y lo señalé.

-Pero si tú no te quedas atrás. -Él seguía sonriendo. Me acercó su mano para que se la tomará y la tomé. Nos dirigimos a su coche, luego arrancamos a la casa donde iba a ser la fiesta.

Llegamos luego de diez minutos de una platica para conocernos. Le gustaba cualquier tipo de música, amaba cantar y bailar. Nació en Chile, pero cuando cumplió sus 7 años de edad, se vino a vivir con su madre acá a Argentina.

Entramos a la casa que se notaba desde lejos que la gente desbordaba, también se escuchaba la música electrónica a alto volumen. Al entrar mi mirada viajo buscando a mis amigas, sin resultado alguno.

Sentí un brazo en mi cintura, giré para ver a Jorge y él me sonrió tiernamente, yo le devolví la sonrisa. Nos acercamos al pequeño "bar" de bebidas y nos dieron un poco de alcohol que yo no había jamás probado, pero estaba rico. Di varios sorbos antes de alejarlo complemente de mis labios.

-No creo que quieras tomarlo, te embriagarás rápido. -Jorge pasó su dedo pulgar por mis labios, eliminando restos de alcohol en ellos. Me quedé embobada por sus ojos tan... Brillantes. Estábamos muy cerca.

-¡Pero que sexy te ves! -La voz de mi pelinegra amiga Oriana nos hizo separarnos de un salto, ella me abrazó.
Pude ver a Julián, Mike y Valu atrás de ella. Les sonreí abiertamente. Valentina me devolvió la sonrisa, pero la mirada de Mike y Julián estaba puesta en mi acompañante.

-Ustedes también se ven lindísimas. -Valentina venía con un vestido negro entallado a su figura, mientras que Oriana venía con un precioso vestido blanco, resaltando su cabello oscuro.

-No nos contaste que vendrías con Jorge. -Habló la rubia, luego de que Oriana se alejará. Tomé del brazo a Jorge y lo coloqué a mi lado.

-Si, hemos venido como los solteros que somos. -Ellas, Jorge y yo reímos, pero Mike y Julián seguían serios, hasta que Mike posó su mirada en mí.

-Por allá hay unos asientos, podemos estar ahí si gustan, Kope. -Yo asentí y me dirigí a los sillones de piel, blancos.

Comenzamos a hablar sobre muchas cosas, hasta me sorprende decir que Jorge se unió a nosotros y pude sentir como se empezaron a llevar bien los tres chicos. También estuvimos bebiendo, llevaba varias copas encima, pues me sentía complemente libre y feliz, con mucha adrenalina. La canción We wanna de Alexandra Stan comenzó a sonar e, instintivamente, Valu, Oriana y yo tiramos un grito de emoción; era nuestra canción favorita.

-Tenemos que bailarla ya. -Las tres nos levantamos y nos dirigimos hacia la ancha pista de luces led. Comenzamos a movernos al ritmo de la canción y ellas cantaban y reían.

Yo no cantaba, es obvia la razón. Pues estar hiper ebria, pero jamás voy a ser tan estúpida para dar a conocer a Lina.

Mientras la canción seguía sonando, sentí una mirada sobre mí, así que comencé a buscar al dueño. Sentí mi corazón detenerse al darse cuenta de que el dueño de esa mirada, era Agustín Bernasconi. Sin duda alguna, se veía extremadamente sexy y caliente. Traía una chaqueta de cuero negro, bajo de esa una camisa color vino, como mi vestido, con unos jeans negros y sus tenis negros por igual.
Estaba bebiendo algo de su vaso rojo, pero ví su sonrisa, así que sonreí por igual y comencé a moverme más sensual, según yo.

Jamás despegué mi vista de él ni él de la mía. Desde aquí podía ver como su amiguito se empezaba a despertar, él sólo hecho de ser la responsable de eso me hacía sentir una ola de calor recorrer mi cuerpo. Trató de cubrirse en un intento fallido con su vaso. La canción terminó y él intento acercarse a mí, pero su camino fue interrumpido por la persona que yo más odiaba en éste mundo. Malena Ratner.

Ella lo tomó del cuello y sin querer ver más, me dirigí a la puerta del patio trasero, tomando un vaso de la barra de bebidas . Al salir, me di cuenta que la noche era fresca. Suspiré ruidosamente  y tragué del vaso, supuse que era vodka.

Cerré mis ojos y luego de unos segundos, sentí una suave y caliente tela ser depositada encima de mis hombros. Los abrí al reconocer esa colonia que me encantaba y miré al chico de cabello y ojos castaños que se encontraba a mi lado. Me quitó mi vaso y bebió de él, sin despegar sus ojos de los míos. Mordí mi labio instintivamente y cuando alejó el vaso, miré sus labios.

-No hagas eso, Carolina. -Volví a mirarle un poco confundida, y cohibida por su voz ronca.

-¿Eh? -Pasó su pulgar por mis labios mientras se acercaba más a mí.- ¿Dónde está tu novia?

-No es más mi novia, Kopelioff. -Me miró directo a los ojos y me sentí perdida en ellos.- Me has dejado muy duro allá dentro con ese bailesito tuyo y, si sigues así, no voy a poder controlarme. Tengo muchas ganas de besarte.

-Entonces hazlo, Bernasconi. Bésame. -Y sin más, tomó mis labios entre los suyos, besándome con pasión y salvajismo, agarrándome de la cintura y pegándome a él, haciéndolo gruñir por el contacto de nuestras partes intimas. Un gemido se escapó de mis labios al sentirlo duro.

No sé ustedes, pero yo amé este capítulo y por eso lo subo hoy.

Díganme en los comentarios que creen o quieren que pase en el siguiente capítulo. Las leo angelitos hermosos.⚠🌞

Las amo💛💛

- Anhel.🌻

Lina • Aguslina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora