»32. Consuelo«

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Agustín.

¿Con qué cosa se quita el dolor del corazón?

He estado intentando con el alcohol, pero nada, el sentimiento sigue en mi pecho y garganta. Creo que realmente no necesito describir como siento. La mayoría de ustedes a conocido ese estúpido sentimiento cuando la persona que quieres, que amas, te miente. Te engaña, te traiciona, te rechaza, te hiere... Si me están entendiendo, ¿no?

Y no la odio, al contrario, la amo más que nunca.

¿Lina? ¿Carolina? Sus nombres ahora me suenan tan parecidos que me siento imbécil por no haberlo descubierto antes. Si tan sólo me lo hubiera dicho...
Comprendo el punto de un secreto, se que realmente se oculta por miedo a la reacción de las demás personas, pero es que ese secreto ni siquiera es algo vergonzoso. Ser Carolina, tener la voz de un ángel es algo de lo que uno debería sentirse orgulloso. Todos tenemos un secreto, lo reconozco, sin embargo, no es justo que se lo ocultes a alguien que te está dando lo mejor del mundo para hacerte feliz, para que te ame.
No importa si te besaste a alguien, si te acostaste con alguien, si le mentiste u ocultaste algo. Díselo si no quieres perderlo, hazlo por favor. Nunca es demasiado tarde.

Siento mi celular vibrar en el bolsillo de mi celular, lo saco y este me indica que es Julián el que me habla. Sin pensarlo, le cuelgo. No quiero hablar con nadie en este instante, no quiero saber nada de nadie, sólo de ella. Admito que todo lo que le dije, fue por impulso gracias a la decepción y enojo. No me podía permitirme decir cosas de las que luego me arrepentiría. Ya hablaré con ella mañana, más tranquilo. Dejando el dolor salir aquí, ahogándolo.

Suspiro y aplano la tecla de apagar el celular, pero antes de que siquiera roce el pequeño botón un mensaje llega, de un número no registrado. Mi ceño se frunce y selecciono el mensaje, que es un archivo adjunto.

La verdad es que me sorprendo cuando lo abro. Un video. De Carolina, cantando esta noche. No se de quien es este número, sin embargo, ya ha sido enviado a todos por el pequeño recado que viene con él.

"Una nerd cantando bien. ¿Será su verdadera voz o playback?"

Maldición. Seguro toda la universidad y demás ya deben saberlo. Y también Carolina.

••••••

La luz brillante del sol cala sobre mis ojos, me duele la cabeza. Gruño y me levanto para cerrar las cortinas y dormir un rato más, no tengo ganas de ir a la escuela el día de hoy.
Me vuelvo a acostar y me tapo con las sábanas hasta la cabeza.

Sin embargo, no duro mucho. Los recuerdos de la noche pasado me azotan como un balde de agua fría. Me siento en la orilla de mi cama, sin darle mucha importancia a como llegué ahí, y me pongo a repasar los acontecimientos.

Carolina cantando en el escenario del bar; descubriendo que es Lina; dándome cuenta que el imbécil de Jorge lo sabía, así como mi mejor amigo, mi hermano, Mike; Julián marcando y yo ignorando su llamada; el mensaje de... ¡Joder, el mensaje!

Me levantó de un salto y corro hacia mi baño, tomando una toalla en el camino. Me baño y me arreglo. Sé a sabiendas que estoy un poco más lejos estando en la guarida secreta, pero no me importa, si alcanzo a llegar. Faltan 45 minutos y me alegra haberme despertado temprano. Cuando salgo de la habitación escucho unas voces, mi entrecejo se frunce y estoy preparado para darles una golpiza a los imbéciles que han osado entrar a mi fuerte.

Lo admito, siempre quise decir algo así.

Las voces se extinguen, me acerco a paso lento hacia la pequeña sala, para descubrir a las personas que menos esperaba ver hoy.
Cuatro pares de ojos se posan en mi figura, tres emociones; preocupación, tristeza y lástima. Suspiro un poco aliviado de que no fueran ladrones o tipos de ese estilo, aunque sigo tenso porque no quiero que estén aquí.

Lina • Aguslina.Where stories live. Discover now