« Donde Mayra Martin llega a Mystic Falls».
« Donde todo comenzó con un grito, anunciando todas las muertes que llegarán».
« Donde anunciará un final nada bueno para todo el pueblo».
COMPLETA.
#938 en Fanfic 07/Nov/17.
#981 en Fanfic 25/Nov/17.
#7...
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Al salir de la casa de los Salvatore, Mayra se subió a su auto, lo encendió y partió hacía su residencia por las oscuras calles del pueblo. Por un momento su auto comenzó a moverse de manera extraña, eran como pequeñas sacudidas. Para revisar el problema decidió estacionar cerca del pavimento, miró los controles frente a su manubrio y vio el problema:
El tanque de nafta completamente vació. La pelirroja pensó que tenía la suerte del año porque había tomado el camino largo para llegar a su residencia. Apoyó su codo por el vidrio y reposo su cabeza en su mano, soltó un gran suspiro de frustración, agarró su chaqueta y bajó del auto para comenzar una caminata en la oscura noche.
[•••]
-¿Te sientes bien?-preguntó el moreno observando a su amiga rubia fresa muy concentrada y cerrada.
-Sí. Sólo un poco hipersensible a los sonidos fuertes-respondió y seguido escuchó el fuerte choque de un casillero.
Scott McCall la miró ceñudo por el raro comportamiento de Lydia.
-Le harán exámenes a Stiles toda la tarde-miró a su amiga-. Pensaba ir a las seis a visitarlo ¿Me quieres acompañar?
Lydia había escuchado apena la mitad de lo que había dicho su amigo moreno, estaba tan emergida en los sonidos. De repente, una muchacha de un color de cabello tan exotico apareció frente a ella. Lydia la observó con determinación, le resultaba bastante familiar.
La chica frente a ella sonrió.
- Al parecer no me recuerdas, primita -su voz estaba cargada de burla y confianza.
La mente de Lydia hizo un click al escuchar "primita" era su prima Mayra de la quien fue separada. Lydia no quería creer que fuera ella, que Mayra esté parada frente a ella.
Un fuerte golpe de un casillero la despertó del trance que la hizo saltar en el lugar, ya no había nadie frente a ella.
-¿Segura que estás bien?-volvió a insistir el moreno.
-Sí-murmuró-. Debo irme, te busco después-la pelirroja casi salió corriendo de ese lugar.
Cada paso que daba Lydia escuchaba cada golpe alrededor y la voz de la pelirroja se escuchaba en su cabeza.
-Ya no me recuerdas.
-Eso es tan decepcionante, primita.
-Pero no tan decepcionante como tus poderes-una risa fría y escalofriante burlándose fue lo último que escuchó.
