[36]

5.1K 433 210
                                    

|CAPÍTULO TREINTA Y SÉIS; ADOLESCENTES|

—Voy a hackear mi identidad—teclea los botones rápido—

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

—Voy a hackear mi identidad—teclea los botones rápido—. Borraré mi título y mis honores—no quita la mirada a la computadora—. Y así podré entrar a la secundaria—sonríe.

—Puedo hipnotizar al director—dice Rebekah llevándose una de sus manos a la computadora para cerrarlas.

Mayra le echa una mirada fulminante y la vuelve a abrir.

—No gracias, Becca—la mira unos segundos—. Pero es mejor que lo haga algo legal—teclea unos botones más.

Rebekah mira interesada todo lo que la pelirroja realizaba con sus dedos.

—Listo, ahora soy una estudiante de último año—anuncia con una sonrisa triunfante.

—Perfecto—Rebekah baja de la mesa—. Algún día me enseñarás todo eso—apunta con su dedo la computadora.

—Nos vamos de compra—Rebekah sólo ríe meneando la cabeza.

[•••]

—Esto no es tuyo—la rubia miro incrédula al Chevy Camaro 2010 de color negro frente a ella.

—Hace dos días comprado—aprieta las manos ansiosa en el volante.

—Ahora quiero subirme a esa belleza—expresa la original mirando con admiración el brillante y fabuloso auto.

Rebekah había visto de todo en el mundo, pero lo que sus ojos veían era tan nuevo y llamativo. Tenía por aprender muchas cosas aún, esperaba ponerlo en práctica con Mayra.

—Aguanta, la idea de entrar por separadas fue la tuya—levanta las manos con una sonrisa arrogante en los labios—. Este es mi bebé—mima al auto acariciando el volante con una sonrisa boba.

—Ya vete y se fabulosa—la apoya Rebekah con una gran sonrisa pegada en la cara. Mayra se coloca unos lentes oscuros que la hacen ver como una chica famosa.

—Cariño, soy la reina—la arrogancia se escucha en su voz, seguido de uno rugidos del caño escape del auto.

Apretó el pie del acelerador, el rugir de los motores le fascinaba, al frenar el sonido que propinían las llantas era música para sus oídos. Los autos deportivos le encantaban, en especial los Chevy. Daría una buena impresión desde el primer momento en la secundaria.

Subió el volumen de su radio, pasaban una asombrosa música que la motivó a ir más rápido de lo que debía ir. Al entrar a la zona del estacionamiento de autos de la secundaria podía observar muchos adolescentes con mochilas, felices saludando a otros, muchos cantando y festejando por ser su último y otros simplemente con la cara de culo por comenzar un nuevo año lectivo. El clima era caluroso, el sol brillaba, lo árboles se movían lentamente a causa del viento que soplaba un brisa cálida. Muchos autos estaban estacionados, se podía mirar dos clásicos autos escolares amarillos y ver bajar a muchas personas de él.

BANSHEE ▶TVD & TO ✔Où les histoires vivent. Découvrez maintenant