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|CAPÍTULO TREINTA Y CINCO; EL REGRESO|

El viaje de regreso a Mystic Falls fue completamente silencioso y tranquilo. Klaus conducía, Mayra ayudaba a Rebekah a poder adaptarse a la época actual. Le enseñaba a utilizar el celular y poder descargar música entre otras cosas.

Al entrar al pueblo Mayra decidió que la dejaran en su casa, tenía que ponerse al día. Bajó sus valijas y observó todo el vecindario, tan tranquilo y cálido. Era lo suficiente temprano para las personas ya que no había ningún alma rondando por el lugar. Sacó una de las llaves de su bolso y se adentro a su hogar temporal, todo estaba completamente como lo dejó, ordenado, limpio y con un aroma que le encantaba.

Subió a su cuarto, tiró las valijas a un lado y se tiró sobre su cama boca arriba soltando un suspiro cansado, había sido un viaje largo. Luego de unos minutos se incorporó lentamente y caminó hacía su gran armario, lo abrió y comenzó a mirar algunas ropas pasadas de moda para quitarla de ahí y poder guardar la nueva. Su cuerpo se coloco de cuclillas y observó debajo de su cama matrimonial, estiró sus brazos y sus dedos acarician algo puntiagudo. Sin dar más vueltas Mayra lo agarra y observa su arco con algo de sorpresa, había olvidado que tenía una artillería en su casa. Se levanta y camina hacía la ventana colocando una flecha en su arco, mira su punto fijo a través de ésta levanta ambos brazos y suelta la flecha tan delicadamente que le da junto en el blanco de un árbol.

Una sonrisa orgullosa se asoma a su rostro de la pelirroja, deposita el arco en su cama y mira su teléfono marcando una llamada perdida desconocida. Frunce el ceño, su celular estaba en silencio.

[•••]

—No. Olvidaste decir que el doppelganger está vivo—dice con una sonrisa arrogante la rubia.

—Es momento de la fiesta—el ruido de los tacones de la pelirroja llama la atención de Rebekah.

—Por supuesto—le guiña un ojo a la pelirroja.

Stefan les da la espalda a ambas mujeres. Por su cabeza pasaban miles de cosas que no podía concentrarse para pensar mejor.

—¿Dónde está Klaus?—pregunta curioso el castaño, elevando la voz.

—Arrancando la cabeza a esa perra, espero—escupe Mayra con sequedad en su voz.

Stefan amenaza lanzarse sobre la pelirroja pero antes de que ocurra, Rebekah se interpone frente a él causando que la tira bruscamente al suelo.

—¡¿Dónde está?!—vuelve a preguntar ahora a Rebekah, haciendo preción en sus brazos

—De verdad la amas, cierto—de un momento a otro, Rebekah lo tenía acorralado sobre el camión.

Mayra arranca un hierro y se lo tira a la rubia que lo atrapa con facilidad. La original golpea a Stefan con el hierro cuantas veces.

—Considerame celosa—habla furiosa y le clava el hierro en el estomago.

Mayra se acerca a la rubia y le sonríe. Rebekah asiente y ambas mujeres arreglan sus vestimentas y retoman su camino a la secundaria.

Lo largos pasillos, los casilleros, los carteles le parecieron familiar, el tiempo de su estadía en su secundaria. Los tacones chocar el suelo de ambas se escuchaba por todo el lugar, la rubia y la pelirroja caminaban a pasos fuertes y seguros hasta que escucharon unas voces. Los ojos de las mujeres se posan en Tyler Lockwood y Caroline Forbes, quienes se besaban contra la pared.

BANSHEE ▶TVD & TO ✔Where stories live. Discover now