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|CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO; PROBLEMAS|

—Me dan mucha curiosidad los tatuajes que tienes —Rebekah la observa entrecerrando los ojos. 

Mayra estaba sentada sobre un gran sillon blanco cruzadas de piernas. Klaus, Stefan, Rebekah y Mayra estaban en unas de las tienes de Chicago, todos fueron arrastrados ahí por la rubia, quería ponerse al día con la moda. Klaus y Stefan tomaban algo en una copa, Mayra solo tomaba agua de un botella pequeña.

—No soy tatuajes, son marcas—explica la pelirroja toma un sorbo de su botella de agua y examina a la rubia con la mirada.

Rebekah salió del probador con un vestido sumamente apretado y escotado, por su expresión en el rostro se sentía incomoda.

—Le falta una parte—protesta indignada.

—No querida—comenta Klaus divertido.

—¿Las chicas actuales se visten como prostitutas?—pregunta poniendo una mano en la cintura. Klaus se hace el desinteresado—. Me veían mal cuando usaba pantalones—Mayra levanta las cejas y comienza a buscar entre perchero.

—Tu los usaste para que en la actualidad no usaran nada—habla cansado el híbrido.

—No, si sabes elegir la ropa adecuada—Mayra se cola en la conversación, le tienda unas perchas—. Esto te quedará bien—sonríe, Rebekah asiente y se vuelve al probador. Stefan sala fuera de la tienda para tomar un poco de aire, Mayra no le creyó ninguna palabra.

Mayra seguía buscando más ropa por todo el lugar, Klaus la seguía con la mirada algunas veces. La rubia vuelve a salir del probador ya vestida con unos short cortos negros con una remera blanca brillosa.

—Voltea—ordena la pelirroja, pone sus manos en su barbilla pensando—. Me gusta—dice complacida.

—Sí, este me agrada—expresa mirando su atuendo—. Me gusta tu estilo—admite halagando a Mayra, ésta sólo levanta los hombros sin importarle tanto.

Mayra de reojo ve como Klaus se levanta de su asiento y comienza a hablar con una rubia del lugar, él sonríe coqueto y la chica se sonroja. La sangre de Mayra se congeló, inconciente aprieta sus puños hasta dejar blancos sus nudillos. Le molestaba y mucho, odiaba ver como Klaus algunas veces coquetea frente a su cara. Se mordió el interior de la mejilla reprimiendo un gran insulto que quería salir de su boca.

Rebekah vuelve a salir del probador con otro estilo de ropa, Mayra le da su aprobación un poco más ida, quería escuchar lo que hablaba Klaus con esa rubia.

—Me agradas, Rebekah—suelta de repente la pelirroja. La original levanta las cejas con una cara sorprendida y asiente.

—También tú—sonríe sin fingir—. Ahora, ¿quieres que la mate o lo harás tú?—Mayra frunce el ceño confundida. Rebekah le hace señas a sus espalda y la pelirroja discretamente se voltea, para ver a Klaus a punto de besar a la rubia hueca.

—Hija de perra—Mayra se queda observando unos segundos. La ira y la furia toman control de su cuerpo. Klaus besando a una rubia frente a su cara.

—¿No vas a hacer algo?—pregunta mirando incrédula a Mayra.

—No—esboza una sonrisa pícara —. Le voy a pagar con la misma moneda—Rebekah sonríe al igual que la pelirroja.

—Te ayudaré—ambas ven como Klaus  le entrega un papel luego de susurrar algo en su oído—. ¿Eso es musica? Suena como un accidente de tranvía—dice con una voz histérica.

BANSHEE ▶TVD & TO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora