Capítulo Dos

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Félix estaba en la cafetería más cercana al cementerio, con ése extraño que había insistido con invitarlo a un café debido a su demacrada visual. Estaba tan destrozado, tanto por dentro como por fuera y éso Changbin lo comenzaba a notar así que fue ésa la razón por la que le invitó a tomar algo y de paso llenar su estómago con un poco de comida.

ㅡAquí tienes tu croissant de pavo con queso y tu caramel crème frapuccino, no sé qué es pero suena tan bonitoㅡChangbin colocó el pedido sobre la mesa justo en frente de Félix, que por primera vez en todo el día había sacado una sonrisa real en agradecimiento.

ㅡ¿No pediste nada para ti?ㅡpreguntó algo apenado por hacerle gastar de su dinero cuando en realidad ni siquiera se habían visto antes. Changbin le sonrió.

ㅡMi Latte lo traerán a la mesa, aún no estaba listo debido a la clientela que hayㅡse encogió de hombros indiferente, la verdad no le interesaba si llegaba su bebida ahora o después. De todas formas ya había desayunado, sólo quería ser cortés.

Félix dio un bocado a su croissant, y se recostó sobre el respaldo de la silla encantado con el exquisito sabor de éste. Changbin solamente lo miraba con una sonrisa divertida en su rostro, con su codo apoyado en la mesa de madera con su mejilla sobre la palma de su mano. Félix, al notarlo, no pudo evitar sonrojarse al recibir tanta atención del mayor así que simplemente soltó una leve sonrisa nerviosa antes de tapar su rostro con sus manos.

ㅡ¡No me mires mientras como, hyung!ㅡexclamó avergonzado, y el pelinegro rió enternecido mientras quitaba con sus propias manos las otras del menor. Las manos del menor estaban calientes, a excepción de las suyas que se mantenían tan heladas como el clima de ése día.

ㅡ¿Así que éso te avergüenza? Lo anotaré para tenerlo en cuenta más seguido, porque supongo que volveremos a salir ¿verdad?ㅡpreguntó provocando que Félix se atorara con un pedazo de queso, y elevó la mirada hacia el mayor que le miraba atento.

¿Había dicho en realidad éso? ¡No se conocían! Sólo había sido una casualidad que Changbin se cruzara con el funeral de su padre, pero incluso le había invitado a desayunar así que no podía decirle que no.

ㅡSólo si tú quieresㅡlimpió la comisura de su boca antes de proceder con su frapuccino lleno de crema.

ㅡPor algo te pregunté, si no quisiera no me hubiera molestado en invitarte a comer conmigoㅡdesvió la mirada de los ojos de Félix hacia la camarera que venía con su café en una pequeña bandeja de metal, meneando su trasero de manera tan exagerada que resultaba repugnante.

Colocó la bebida sobre la mesa dedicándole una coqueta mirada a Changbin, quién se la devolvió provocando que la chica prácticamente se estuviera derritiendo debajo de ése traje tan estúpido que llevaba puesto encima. Félix sintió asco por ella, no entendía cómo es que hubiera gente tan lanzada hacía gente extraña cómo si no fueran nada.

ㅡAquí tiene su Latte, señor Bin. Llámeme, ya tiene mi númeroㅡ murmuró en el lóbulo de su oreja pero para la desgracia de Félix, él logró escucharla.

ㅡLo haré, Suniㅡafirmó dedicándole una mirada a su trasero mientras se iba de nuevo en busca de más pedidos. Félix le miró con una sonrisa en sus labios, divertido con toda la escena que se había formado sobre sus ojos.ㅡNo lo haré.

ㅡ¿Cómo es que las chicas llueven por ti? He visto cómo se derriten sólo con que les dediques una miradaㅡno estaba curioso porque quería conquistar chicas por sí solo, si no que le interesaba el porqué Changbin las tenía en la palma de su mano y las rechazaba.

ㅡVerás, mi padre es uno de los empresarios más grandes de Seúl, justo después de tu padre el señor Leeㅡhasta ése punto, los ojos de Félix se abrieron de par en par totalmente impresionado de que tuvieran algún vínculo sin haberlo notado.ㅡMi padre ansía que me case, y me ha buscado una chica hace ya dos años. Incluso hizo un comunicado público... desde ahí muchas jóvenes se acercan a mí. Pero soy gay así qué.

Los ojos de Félix ya no podían abrirse más de la impresión, él parecía tan heterosexual y rudo cuando en realidad resultaba ser absolutamente todo lo contrario. Changbin rió debido a su expresión facial que seguía implantada en su rostro. Movió sus manos de arriba a abajo sobre la visual del menor, haciendo que rápidamente volviera a la Tierra.

ㅡ¿A caso es raro que mi padre y el tuyo hayan sido socios, y que yo sea homosexual?ㅡsarcásticamente rió, mientras daba al fin una probada de su Latte antes de que se enfriara.

¿Cómo podía ser raro cuando a Félix también le gustaban los hombres?

ㅡNo lo es... ¿cómo reaccionó tu padre?ㅡpreguntó intentando cambiar el tema. Changbin entrecerró sus ojos todavía con una pajita entre sus labios, limpió el líquido de la bebida que se había mantenido en su boca y le miró con sus dedos entrelazados.

ㅡMe echaron de la casa. Vivo solo, Félix. Aún así mi padre se encarga de darme mi mesada que por cierto es tanto que me podría mantener todo un año con ellaㅡrió revolviendo su propio cabello antes de continuar.ㅡEs que no fue decisión de mi padre, él lo acepta pero no lo apoya. Aún así no fue él quién me echó, fue mi madre que me encuentra un bueno para nada. Tiene ésa estúpida idea en su mente de no Adán ni no Esteban.

Ambos rieron tras éso y Félix sólo asintió divertido con la situación, ahí fue cuándo notó la suerte que tenía de que su padre lo aceptara y apoyara tal como fuera al igual que el resto de su familia. Estaba tan agradecido de lo gentil que había sido la vida con él que le agradecía tanto a su padre por ello.

ㅡ¿No me darás tu número telefónico?ㅡChangbin preguntó, no quería luego lamentarse por no conseguir el número del chico sexy del cementerio.

ㅡAnota.

ONE LOVE AND A FUNERALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora