Capítulo Cuatro.

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Sophia y Emily ayudaban a Félix con su vestimenta, pues el rubio no tenía tan buen sentido de la moda como ellas sí. Cómo no si comenzaban a ser reconocidas modelos alrededor de Corea, modelando prestigiosas marcas de ropa.

ㅡ¡Félix, éso no!ㅡEmily se quejó mientras suspiraba pesadamente, exhausta con todo el trabajo que llevaba haciendo con su hermano mayor. Le quitó la chaqueta amarilla que se había colocado, su atuendo no se veía bien con ella así que en su lugar le entregó una de color verde militar bastante preciosa a su parecer.ㅡMucho mejor.

ㅡChicas, ésto es m-

ㅡ¡Cállate!ㅡgritaron al unísono y Félix sólo pudo rodar los ojos y dejar lo que sea que sus hermanas hicieran con él.

Resultaba ser como una pequeña marioneta para ambas, pero no podía hacer nada al respecto ya que después de todo le estaban ayudando con una parte fundamental de su cita. Estaba nervioso, no por ver a Changbin otra vez, si no que por el hecho de que sería difícil zafarse de las fotos que su mamá tomaría luego de ellos. Estaba tan ansioso que sólo quería que el timbre de la casa fuera tocado y escapar de su casa por al menos un momento.

ㅡ¡Te ves hermoso!ㅡla madre de Félix apareció en su habitación, con la cámara fotográfica entre sus manos y una sonrisa que hace días no lograba ver en ella.

ㅡSólo iré a comer con un amigo.ㅡrodó sus ojos cabreado, lléndose hacia un espejo y así ordenar su cabello que lo habían peinado de forma demasiado sofisticada.

ㅡ¿Una cita con tu amigo en el L'ville? ¿A caso yo soy Madonna?ㅡSophia se burló, tomando su teléfono para tomar una desprevenida foto a su hermanito.ㅡPapá hubiera amado estar presente en ésto.

Automáticamente la mueca feliz de Félix cayó en una bastante triste, y Emily fulminó con su mirada a Sophia que se había arrepentido tarde por decir éso. Los pensamientos de todos fueron interrumpidos por el toque de la puerta, asomándose de ella Sunhee que tenía una sonrisa en su rostro bastante grande.

ㅡFélix, hay un chico muy guapo esperando por tiㅡavisó, y todas las chicas en la habitación comenzaron a gritar desesperadas. De hecho, salieron antes de que el rubio siquiera pusiera un pie fuera de su habitación.

Estaba tranquilo, no imaginaba cosas de otro mundo así que solamente bajó hasta la primera planta para encontrase con Changbin siendo interrogado por las tres chicas en la sala de estar. Félix impactó la palma de su mano en su frente avergonzado, y el mayor pudo notarlo provocando que éste también riera por ello.

ㅡ¿Nos vamos, hyung?ㅡpreguntó haciendo que las mujeres de la casa volteran, estando casi por desplomarse de la emoción.

Changbin asintió intentando zafarse de ellas que intentaban tomar una que otra foto, se miraron riendo por la situación. El mayor tampoco vestía elegante, a pesar de que el lugar al que iban a ir sí lo era. Les valía la elegancia.

ㅡ¡Déjenme tomar siquiera una foto!ㅡla madre de Félix exclamó, y ambos voltearon aceptando luego de las insistencias.

La señora preparó su cámara mientras Changbin pasaba uno de sus brazos por sobre los hombros del rubio. Ambos sonreían ampliamente.

ㅡAsí que mi suegra es insistenteㅡFélix abrió su boca mirándolo, haciendo que ése momento justo fuera capturado por la cámara.

ㅡ¡Creo que ha sido el Jajangmyeon más delicioso que he comido en toda mi maldita vida!ㅡChangbin gritó en el parque vacío a aquellas altas horas de la noche

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ㅡ¡Creo que ha sido el Jajangmyeon más delicioso que he comido en toda mi maldita vida!ㅡChangbin gritó en el parque vacío a aquellas altas horas de la noche. Félix no pudo evitar reír por ello.

ㅡGracias por dejarme pagarㅡle abrazó en forma de burla, tan fuerte que al pobre a penas sí podía llegarle el aire a los pulmones.ㅡLa próxima vez pagamos a medias y luego volvemos con el patrón.

ㅡ¿Así que ya estás pensando en futuras citas? Me gusta éso, Leeㅡrió correspondiendo finalmente su abrazo y besando su cabello de manera dulce.

Félix no pudo evitar sonrojarse, ¿qué demonios había dicho? Qué idiota. No lo conocía y apenas era segunda vez en su vida que lo veía, pero quién dijo que la última.

ㅡMañana haré una fiesta en mi casa, me preguntaba si querías irㅡChangbin soltó de una vez, quería decir éso hace bastante rato pero la timidez se apoderaba de él y hacía que evitara ése tema a cada momento.

ㅡCreo que me vendría bien después de todo ésto, no quiero seguir deprimiéndome solo en mi cuartoㅡhizo una pequeña mueca que hizo sentir triste al pelinegro por un momento. Lo abrazó.

Félix creyó que era el primer abrazo sincero en el día, y había sido el mayor el que había tenido la iniciativa para realizarlo. Le hizo sentir bien el hecho de ser acogido tan cómodamente entre los brazos de Changbin, y se dedicó a aspirar su exquisito aroma que tenía impregnado en su ropa. La noche estaba fría como todas las demás pasadas, pero el calor que emanaban ambos amortiguó todo ello por completo. Félix apoyó su mejilla sobre el hombro del pelinegro, quien al sentir éso no pudo retener su pequeña tonta sonrisa.

ㅡ¿No tienes frío?ㅡChangbin preguntó al sentir como el menor ya luego de un rato comenzaba a temblar, el calor no había durado por bastante tiempo para su desgracia.

ㅡUn poco.

ㅡTe llevaré a casaㅡbesó su frente para después agarrar su mano y caminar juntos hacia el auto del mayor.

ㅡ¡Changbin, te preparé un pie de limón!ㅡla madre de Félix se acercó a la entrada cuando escuchó a su hijo charlar con alguien más en cuánto llegó, pudo deducir que ése alguien era el chico con el que había salido

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ㅡ¡Changbin, te preparé un pie de limón!ㅡla madre de Félix se acercó a la entrada cuando escuchó a su hijo charlar con alguien más en cuánto llegó, pudo deducir que ése alguien era el chico con el que había salido.

ㅡMamá no me avergüencesㅡel rubio suspiró apenado, y el pelinegro no pudo evitar reír mientras hacia una pequeña reverencia y recibía la comida.

ㅡ¡Su aroma es absolutamente celestial!ㅡChangbin exclamó fascinado con ello, la madre de Félix sonrió encantada.

ㅡ¡Muchas gracias, cariño! Al parecer hay alguien que sí aprecia lo que cocinoㅡse retiró dedicándole una mirada de burla a su hijo, aunque en el fondo deseaba con todo su ser que ellos quedaran juntos otra vez.

Félix tapó su rostro, y el pelinegro no pudo evitar reír y quitar las manos de la cara del menor quién luego de éso alzó la vista.

ㅡNo tienes que hacer ésto, hyungㅡse disculpó avergonzado. El mayor negó.

ㅡEs un placer, tu madre es genial. Algún día podrías invitarme aquí y así cocino con tu madre, tengo un don en la cocina como no tienes ideaㅡrió al notar la cara de indignación en el rostro del menor que no quería que su madre se llevara más con Changbin que con él.

ㅡDespués vendrás y dirás "vengo a ver a tu madre, permiso"ㅡse burló.

ㅡNo seas tonto. Eres mi prioridad ahoraㅡrió depositando un beso en su mejilla.ㅡNos vemos luego.

Félix cerró la puerta detrás de su espalda, y se deslizó por ésta hasta el suelo mientras mordía su labio de la emoción.

ONE LOVE AND A FUNERALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora