ONE LOVE AND A FUNERAL

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Félix recién despertaba en la camilla, había permanecido en un corto lapso de coma de un par de días y por suerte había logrado despertar. Su cabeza dolía un poco a excepción de su cuerpo que había mejorado considerablemente, estaba mucho mejor de lo que hubiera pensado ya que sí recordaba ése auto que le había arrollado en un momento y lo doloroso que había sido el impacto.

Observó su alrededor notando la simple habitación en la que estaba, con ésas paredes en tono crema y sólo dos acompañamientos como lo eran una televisión y uno que otro sofá individual para las visitas.

Entró Hyunjin tomando gaseosa de una lata teniendo su mirada fija en su teléfono, soltando una que otra carcajada quién sabe el porqué. Félix le miraba algo divertido por todo ello, pues no era común ver a Hwang con tanto ánimo en estos días.

ㅡYo~ㅡel rubio desteñido sonrió, y en seguida los ojos del mayor se abrieron a tope. Saltó de un momento a otro a sus brazos y besó todo su rostro como si de Seungmin se tratara.ㅡYa, listo.

ㅡ¡Creí que no despertarías nunca! ¡Cuando me avisaron lloré tanto, idiota!ㅡlo abrazó tan fuerte que sentía que explotaría, su cabeza podría estar perfectamente morada tras la falta de aire que le provocaba Hyunjin y sus brazos enroscados en su cuello.

ㅡPero ya desperté, no querrás que muera o síㅡdijo irónico y entonces el mayor se separó con una sonrisa en sus labios.ㅡ¿Y C-Changbin?

Le dolía decir su nombre, pero más le dolería saber que no se había estado preocupando por él durante su estancia. Aún no comprendía el porqué termiraron, cuando se amaban tanto. ¿El amor se acabó de un día para otro?

ㅡEstuvo constantemente viniendo, yo diría que fue el paciente que más tiempo estuvo dentro de ésta sala. Nunca lo había visto llorar tantoㅡmurmuró.ㅡY es que de hecho nunca lo había visto llorar.

Su corazón se estrujó, sentía como si aquél estuviera dejando de bombear. Estaba teniendo una crisis existencial, era el peor novio del mundo si dejaba a ése chico irse de su lado sin una explicación coherente y válida.

ㅡ¿Hoy... vino?ㅡtragó esperando un sí de parte de Hyunjin quién solamente bajó la mirada preparándose para comenzar a hablar.

ㅡSí, se fue en cuánto notó que estabas próximo a despertar. No quería hacerte sentir incómodoㅡFélix sentía que lloraría como si todo el océano que había provocado con sus saladas lágrimas no fuera poco.ㅡPero podrás volver a casa ésta tarde, no estás grave. Durante tu cortísimo lapso de coma, tus heridas y lesiones fueron mejorando con rapidez así que me quedaré contigo hasta que te den de alta y te llevaré a casa.

ㅡNo es necesarioㅡsonrió, pasando su mano por el rabillo de su ojo para así evitar que una lágrima cayera por allí. No podía permitir que alguien más le viera llorar por Changbin sin importar quién sea.

ㅡSólo déjame llevarte, asegurarme de que entres a casa. Después de éso me iréㅡsuplicó tomando las palmas de las manos de Félix entre las suyas. Sólo sonrió asintiendo.

ㅡEstá bien.

Félix estaba dentro de la casa que compartía con Changbin aparentemente solo. Quizás el mayor había conseguido trabajo con su padre o saliendo con su estúpida nueva novia. Cualquiera de ésas opciones eran más probables y creíbles que pensar que evitaba a Félix para no hacerlo sentir mal.

Sentía ganas terribles de llorar por rabia en su mayoría, pero no lo haría. En su lugar, comenzó a caminar hacia su habitación y tomó dos maletas lo suficientemente grandes para sacar toda la ropa que pudiera de allí. No interesaba si algo se quedaba.

Se introdujo en su extenso armario y sacó lo primero que vio para ser rápido y no toparse con nadie inoportuno. Quería ser sigiloso cuánto pudiera, tenía cuidado de no estropear nada ni para que Changbin notara que él estaba allí. Sus tripas exigían comida pero no se detendría a buscar algo de comida, ni tampoco se daría el tiempo de doblar su ropa para que encajara a la perfección por lo que echó todo dentro de su maleta de forma desordenada.

La maleta apenas sí cerraba así que se tuvo que sentar sobre ella con sus rodillas ejerciendo presión para tomar la cremallera y con toda su fuerza cerrar ambas maletas. Las tomó del mango y rápidamente salió de la habitación hacia la sala de estar.

Lastimosamente y para su mala suerte, no podía encontrar las llaves de su vehículo. Hyunjin se las había entregado en su propia mano y desde ahí su mente no seguía funcionando, no podía recordarlo. Revisó entre los cojines sobre el sofá, en el mueble lleno de libros, e incluso sobre el mesón donde se encontraba la televisión. Nada.

Se comenzaba a desesperar ya que la hora iba pasando y no deseaba encontrar a su ex novio en la entrada de la casa mirando como huía de él sin explicación alguna. No necesitaba tampoco dirigirle la palabra.

ㅡDemonios, Félixㅡcasi lloraba de sola impotencia así que se puso de cuclillas intentando calmarse. Pero las lágrimas salieron aún así.

Era un estúpido, su vida era una mierda desde que su padre murió a pesar de que hubo un momento en su vida donde pudo sentirse felíz. Gracias a Changbin. ¿Pero qué si todo fue fingido?

Tiraba de sus cabellos con rabia, autocastigándose como si lo mereciera. Se echaba la culpa de todo, sólo quería morir y encontrarse con su papá como siempre esperó. Apoyó su cabeza en la pared junto a su espalda mientras se mantenía sentado en el piso, apoyó sus rodillas lo más cercano a su pecho y resistía sollozar.

Sonó la puerta abrirse, y pasos apresurados acercándose a él mientras que unos grandes y cálidos brazos lo cubrían. Una mano acariciaba su pelo con dulzura, y sonoros besos eran repartidos sobre su cuero cabelludo. Escuchó como ésa persona sorbeteaba su nariz como símbolo de que lloraba también.

ㅡPerdóname, pero no te vayasㅡla voz ronca y quebrada de Changbin se hizo presente. Félix presionó más el brazo del pelinegro con sus dedos, no queriéndolo dejar ir tampoco.

Se necesitaban, pero no podían estar juntos.