Capítulo Trece

696 121 26
                                    

Chan, Jisung y Minho estaban con Changbin en una especie de noche de chicos donde habían llevado una que otra cerveza y demasiada comida. Bin ya no salía mucho con sus amigos puesto que se había dedicado a estar más con Félix así que se juntaron en su casa para volver a reanudar todos los momentos que anteriormente se había perdido. Estaban acostados en el sofá, haciendo literalmente nada pero de alguna forma la pasaban excelente sólo haciendo éso, nada. Risotadas eran escuchadas alrededor de toda la casa, pero Changbin en ése momento estaba algo ido pensando en qué hacer con Félix.

ㅡ...¿A caso nos estás prestando atención, Binnie Binnie?ㅡMinho preguntó, en cuanto Jisung se sentó en sus piernas para apoyar su cabeza en el hombro del otro.

El pelinegro miró a sus amigos, con una expresión un tanto sería expresada en rostro. ¿Qué debería decirles, sin sonar enamorado? Relamió sus labios, su garganta estaba seca así que digirió algo de Coca-Cola antes de comenzar a hablar finalmente.

ㅡ¿C-Cómo saben si alguien gu-gusta de ustedes?ㅡhabló de manera torpe. Sus amigos se sorprendieron, pues éste no era de enamorarse ya que nunca le llamó la atención alguien ni siquiera en la primaria.

ㅡ¿Enamorado?ㅡChan preguntó, cruzando sus piernas para comenzar la conversación que tanto había ansiado tener con su amigo desde que Félix llegó a su vida. El menor bajó la mirada, avergonzado. Lo tomó como un sí.ㅡ¿No notas como te mira? Está loco por ti.

Las mejillas de Changbin se tiñeron de un color carmesí impresionante, ardía su rostro y ya comenzaba a tener calor así que se quitó el abrigo que lo cubría del inexistente frío que había en su propia casa.

ㅡ¿Qué han hecho, para empezar?ㅡJisung inquirió, notando como el otro se comenzaba a poner incómodo. Pudo deducirlo, no todo había sido tan puro como pensaba.

ㅡN-nosotros estamos todas las tardes juntos... hemos d-dormido juntos y besadoㅡadmitió. Sus tres amigos miraban pícaros, no creían que la cosa no haya pasado a más allá de los besos pero en realidad sí era cierto. Siempre había un momento donde eran interrumpidos, o uno de los dos decidía acabar con ello.

ㅡEntonces ésto ya es más serio... ¿sexo?ㅡMinho preguntó, su novio rió al ver la expresión que se había dibujado en el rostro del interrogado.

ㅡ¡No!ㅡchilló, tapando su rostro con el cojín más cercano a él.

Le impresionaba la sinceridad de sus amigos, lo transparentes que eran si se trataba de hablar de ésos temas de los cuáles el pelinegro solía evitar ya que ellos eran algo pasados de tono cada vez que de éso se trataba. Por su mente pasaban cosas cómo qué era lo que podía estar haciendo Félix, eran pasadas la medianoche y quizás estaba dormido o bien con su amigo del cual había olvidado el nombre.

ㅡTierra llamando a Changbin. Ya, enfócateㅡel de ojos llamativos lo zamarreó antes de volver a acomodarse en las piernas de su novio de manera dulce.

ㅡHaz lo que creas mejor, yo también sé que te preocupa el qué pensará debido al poco tiempo que llevan juntos. Pero hombre, atrévete. Si no lo haces ahora, sé que nunca lo harásㅡel peliblanco aconsejó, ganando en respuesta un suspiro de su amigo nervioso.

ㅡTengo miedoㅡmurmuró.

ㅡPodrías ir a escabullirte por su ventana y pedirle que sean novios a la luz de la lunaㅡJisung fantaseó, sonriendo como idiota. Minho rió besando cortamente sus labios y apoyando su mentón en su hombro.

ㅡLe gusta fantasear...

ㅡCállate.

¿Acaso estaba loco? ¿Pedirle ser su novio? Él no estaba listo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Acaso estaba loco? ¿Pedirle ser su novio? Él no estaba listo. 

Iba caminando lentamente las varias cuadras que le separaban del menor, no se quería apresurar ya que quería asimilar todo antes. La noche era fría pero tan sólo pensar en todo lo que estaría por hacer, el calor se apoderaba cada vez más de él. Miraba atento a las vacías y no muy pobladas calles, casas gigantes y preciosas todas con sus luces apagadas debido a la hora que era. Estaba a solamente tres casas de la de Félix, éste tenía su luz encendida por lo que le llamó la atención al menor. Comenzó a trotar lo poco que quedaba, y trepó el gran árbol que lo dirigiría hacia el balcón del menor. 

Pasó sus piernas para quedar finalmente en el gran balcón y observó al pequeño con un libro en su mano y un lápiz entre sus dedos mientras escuchaba música en una bocina. Sonrió por lo adorable que se veía estudiando, se estaba derritiendo como un chocolate a plena luz del día.

ㅡYa Félix, abre el ventanalㅡdijo golpeando suavemente el vidrio, éste bajó la música de un parlante y se levantó algo confundido pero aún así representando una cara de felicidad en ella.

En cuanto abrió, se abalanzaron a la par para abrazarse como si no lo hubieran hecho hace cien años. Changbin apretó más el menor hacia su cuerpo, y éste último le miró coqueto abalanzándose a besar sus labios.

ㅡTe extrañéㅡsusurró entre el pequeño beso, para luego separarse y apoyar su cabeza en el pecho del otro. El pelinegro sonrió, enamorado.

¿Quién lo diría? Estar con él le hacía sentirse de una manera distinta, más contento de lo normal. Hacía sacar su lado más cursi y tiernucho, aquello sólo lo conocía el menor. Nadie más. 

Acarició su cabello, por su mente no pasaban más que pensamientos de qué debía hacer, pero otra parte de su ser le pedía que no lo hiciera si no quería meter la pata hasta muy en el fondo. No sabía cuál tenía la razón, pero quizás ambas podrían ser las incorrectas. Nadie lo sabía con claridad.

ㅡFélix, yo...ㅡsuspiró. Su corazón latía con fuerza, y el rubio podía escucharlo debido a que su oído estaba pegado a su pecho. No entendía qué era lo que ocurría para que éste estuviera tan nervioso, pero aquello lo ponía demasiado ansioso para ser sinceros.ㅡLo pensé bastante, la verdad. Creo que... quiero decir... ¿quieres ser mi novio?

Una vez que lo propuso, Félix quedó paralizado. En ningún momento éso pasó por su mente y de hecho hasta el mismísimo Changbin estaba sorprendido. No lo iba a hacer, no quería y se negaba rotundamente. Pero nunca estaba mal intentarlo.

ㅡChangbin...ㅡse separó para mirar directo a sus ojos. Notó como sus mejillas estaban sonrojadas, al igual que las del mayor. El pelinegro no pudo decir ninguna palabra en respuesta cuando ya tenía incluso los labios de Félix sobre los suyos.

ONE LOVE AND A FUNERALWhere stories live. Discover now