Capítulo Diez

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El ambiente era genial, Félix había despertado abrazado del torso de Changbin con su nariz enterrada en el pecho del mayor que ya se encontraba despierto desde mucho antes que el rubio. Éste amaba ver lo angelical que lucía Félix mientras dormía, literalmente era como una momia porque en la posición que dormía, despertaba.

ㅡ¿A caso tú no duermes? Es segunda vez que tú estás despierto antes que yoㅡel rubio rió, pero en respuesta sólo recibió un beso en su frente. Se acomodó nuevamente entre los brazos del mayor, y pasó una de sus piernas por sobre las del otro.

ㅡ¿Qué hará tu madre si es que en-

La puerta fue abierta revelando a la madre de Félix con su teléfono en su mano, iba a mostrarle una publicación que había visto en una red social pero quedó paralizada tras ver a su hijo acaramelado con el chico que le había encantado para el susodicho. Una sonrisa gigante enseñó.

ㅡ¿Los interrumpo? Puedo irmeㅡles sonrió pícaramente, Félix estaba sonrojado porque su madre los había pillado en su momento más vergonzoso pero no dijo nada. En cambio, escondió por unos momentos su rostro en el cuello del otro.

ㅡNo se preocupe señora LeeㅡChangbin sonrió sin soltar al menor. No estaba avergonzado, en absoluto.

El rubio sacó su cabeza y observó a su madre, sabía que ella tenía pensamientos sucios pues no era común que alguien se escabullera por la ventana de su hijo y despertaran juntos a la mañana siguiente.

ㅡEstá bien, mi niño. Félix recuerda que están en el cajónㅡle recordó. El menor gritó de la vergüenza, su rostro estaba totalmente rojo y el otro chico no podía dejar de reír.

ㅡ¡Mamá!ㅡgritó.

ㅡChangbin, siéntete como en tu casaㅡla madre del rubio le dijo, y luego salió de la habitación de su hijo para ir a despertar a su hija menor.

Félix ni siquiera quería mirar al mayor solamente por la vergüenza que recorría su ser. ¿Por qué su familia siempre debía avergonzarlo en ésos momentos? Demonios.

Alzó un poco su vista para ver al pelinegro mirándole ya reteniendo su risa. Éste último suspiró buscando la calma y decidirse a hablar.

ㅡMe cae bien, la mejor suegra del mundoㅡrecibió un golpe de parte del menor, que rápidamente se levantó de la cama para ir por sus pantalones y vestirse.ㅡ¿Algún día probaremos de qué tan buena calidad son ésos-

ㅡ¡Changbin!

El agua corría por la suave y tersa piel de Félix, estaba tibia tal como a él le gustaba

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El agua corría por la suave y tersa piel de Félix, estaba tibia tal como a él le gustaba. En su mente no corrían más ideas que qué sentía su corazón, estaba confundido. ¿A caso le gustaba Changbin? Se rehusaba, pues no llevaban tanto tiempo de amistad como para enamorarse tan rápidamente. Pero, comenzó a pensar en el amor a primera vista.

ㅡEsas son cosas de niñosㅡsuspiró quitando el shampoo que yacía en su cabello.

Sintió la puerta lentamente abrirse, emitiendo un pequeño chirrido. Estaba nervioso, no entendía quién podía irrumpir su intimidad tan atrevidamente. Así que corrió un poco la cortina que le cubría el cuerpo por completo, y asomó su cabeza para ver a Changbin semi desnudo. Solamente un short tenía puesto.

ㅡ¿Qué haces?ㅡpreguntó entre risas.

ㅡMe vengo a duchar contigoㅡdijo simplemente y a Félix se le cayó el rostro. ¿Qué debería hacer? ¿Echarlo?

Por otro lado, no se negaba a ducharse con él. De alguna manera sí quería, así que hizo espacio para que Changbin se sentara a su lado, en el agua llena de espuma.

ㅡNo puedo creer que ya nos hayamos visto desnudosㅡFélix rió tomando el bote de acondicionador y comenzó a echarlo en el cabello de Changbin.

ㅡ¿Te las quieres dar de estilista?ㅡel pelinegro rió en cuanto su cabello fue totalmente mojado, despeinado y repleto de acondicionador por parte del menor.

ㅡAsí esㅡdepositó un beso en su ya mojada mejilla. Revolvió por bastante tiempo antes de tomar la regadera y mojar el cabello del mayor.

ㅡ¡Félix, mis ojos!ㅡchilló pasando su mano hacia sus ojos que se cerraban con fuerza.

ㅡDebías cerrarlos, estúpidoㅡse burló mientras ésta vez tomaba el bote de shampoo.

Changbin y él se estaban divirtiendo, era una nueva experiencia para ambos y nada incómoda a decir verdad. El menor pasó el shampoo hacia el cabello del pelinegro y comenzó a hacer peinados una vez que éste estuvo allí.

ㅡ¿Quieres ser punk?ㅡFélix rió alzando su cabello hacia arriba, haciendo que éste quedara de esa forma.

ㅡ¿Y si mejor me besas?ㅡpreguntó.

Los labios del rubio fueron directo hacia los ajenos, tenían un poco de shampoo en la boca pero ése no fue un problema para ninguno de los dos. Fue intensificado por Félix quién decidió introducir su lengua, haciendo que el otro correspondiera y llevara la suya a la fiesta. Las manos de Félix se dirigieron a la nuca del mayor, provocando que éste sonriera entre el beso.

ㅡFélix, ya es hora de que salgas de allí. Quiero entrar a ducharme, el baño principal también está ocupado y yo necesito salir de comprasㅡla voz de Emily tras la puerta llegó a los oídos de ambos.

Se escuchó un gruñido de parte de Changbin y el rubio sonrió besando sus labios por última vez.

ㅡVamos, campeónㅡrevolvió su cabello, levantándose.

ㅡ¡Se los juro! ¡Los vi saliendo juntos del baño!ㅡla hermana menor exclamó

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ㅡ¡Se los juro! ¡Los vi saliendo juntos del baño!ㅡla hermana menor exclamó. Hyunjin se levantó y tomó a esta en sus brazos.

ㅡEmily, deja a tu hermano tener intimidad con su novioㅡla dejó fuera y cerró la puerta, volteando para ver a su mejor amigo más que sonrojado.

ㅡNo me ayudasㅡse quejó el otro, que se mantenía acostado en la cama de su habitación.

Acarició sonriendo su cama ya nuevamente hecha gracias a Sunhee que había ingresado a su cuarto mientras él formaba una escena prometedora en el baño principal de su casa. Recordó cuando Changbin entró a su casa en mitad de la noche y lo acompañó, durmiéndose con él y cuidándolo.

ㅡYa, en qué piensasㅡHyunjin se tiró sobre él, sin intenciones de moverse.ㅡ¿Changbin hyung?

ㅡ¡Cállate!ㅡrió empujándolo, haciendo que cayera al otro lado de la cama.

ㅡDime, pequeño revoltosoㅡse sentó con las piernas cruzadas, haciendo que Félix ya comenzara a ponerse nervioso.ㅡ¿Te gusta Changbin?

Un silencio inundó la habitación, el rubio comenzó a jugar con los dedos de sus pequeñas manos y suspiró.

ㅡSí.

ONE LOVE AND A FUNERALOù les histoires vivent. Découvrez maintenant