Capítulo Veintitrés

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No sabían que el viaje hacia Busan fuera tan extenso, pero no se quejaban porque iban por una causa extremadamente importante. Iban con la mejor disposición del mundo para que todo resultara bien y hubieran resultados exitosos. Hablar con la madre de Jeongin no sería tan fácil, nunca lo fue.

ㅡ¿Sabes que si ésto resulta mal, y Jeongin se entera, estamos fritos? Ahí sí perderemos definitivamente a nuestro maknaeㅡChangbin suspiró nervioso, apoyando su cabeza en el tren que lo llevaba hacia la ciudad.

ㅡ¿Y éso qué? ¿Prefieres quedarte de brazos cruzados, solamente? Si éso pasa, entonces nos quedarémos con el subconsciente tranquilo de que intentamos de todo para que se quedara con nosotrosㅡFélix interfirió con un mal tono, pero su novio no dijo nada debido que era provocado por nada más que los nervios. Sólo quería llorar.

Changbin acarició el cabello rubio ya medio desteñido de su pequeño novio, sabía lo nervioso que estaba debido que se notaba demasiado en cómo tronaba sus dedos y mordía sus labios tan fuertes que sangre salía.

ㅡBebé, cálmateㅡel pelinegro murmuró apresando a Félix entre sus brazos. Éste comenzó a sollozar entre ellos.ㅡTodo saldrá bien.

ㅡ¿Y qué haremos si no? Se va papá y ahora Jeongin. ¿Qué más falta? ¿Tú y Hyunjin? Prefiero morir si ustedes también se van de mi ladoㅡhabló entrecortado. Le dolía ver a su pequeñín en ése estado, no lo merecía.

ㅡNo pienses en cosas malas, tontín. Sólo imagina en lo que diremos para no meter la pata y verás que todo resulta genialㅡsonrió para darle más calidez, y presionó las regordetes mejillas de su novio para besar sus labios.ㅡNo llores más, por favor.

ㅡC-Changbin...ㅡFélix murmuró, sin elevar la vista por completo.

ㅡDime.

ㅡTe amoㅡsonrió, la tranquilidad llegaba de a poco a su cuerpo gracias a su pareja. El peli negro rió, mientras cobijaba al menor entre sus brazos.

ㅡSabes que yo también a ti.

Estaban frente a la pequeña casa de madera de la familia de Jeongin

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Estaban frente a la pequeña casa de madera de la familia de Jeongin. Seguía tal cuál la recordaba Félix, con su jardín muy bien cuidado y con ése ambiente hogareño agradable. Aunque por dentro no era tan agradable como parecía, si no que allí la gente vivía amargada y era tan estricta e irritante.

ㅡHola, Sra. Yangㅡel menor saludó, haciendo una leve reverencia ante ella que se miraba con el entrecejo fruncido.

ㅡMucho gusto, soy Changbin por si no me recordabaㅡsaludó su novio a su lado, pues conocía a la familia Yang desde hacía bastante tiempo al igual que Felix.

ㅡ¿Qué hacen acá?ㅡsoltó de manera amargada, sin querer siquiera invitarles un vaso de agua.

ㅡVenimos porque queríamos hablar de un tema importante con usted, acerca de Jeonginㅡel rubio hablaba tan firmemente que incluso impresionó al mayor al lado de él, quién de hecho representaba considerable nerviosismo.

ㅡNo tengo tema que hablar sobre ese mocoso con ustedes dosㅡescupió de una sola vez, intentando que aquellos dos salieran de su puerta de entrada y pudiera quedarse sola y amargada una vez más.

ㅡPero nosotros síㅡChangbin habló, sin intensiones de moverse. Presionó sus dedos debajo de la camisa de su novio por sobre la piel de la cintura de éste.ㅡNo puede cortar de un día para otro la felicidad de su hijo.

ㅡUstedes no saben el tema del porqué me traeré a mi niño a su ciudad. No les incumbeㅡla señora espetó, mirando de una manera horrible a los amigos de su propio hijo. Nada la haría cambiar de opinión.

ㅡSabemos que es por el borracho de su ex marido, pero no unda a Jeongin en la misma mierdaㅡFélix escupió, en seguida su novio le miró impresionado, pues no esperaba esa actitud de parte del menor.

ㅡA ver mocoso malcriado, es tema mío lo que hago con mi hijo. Yo fui quién lo parió, yo sabré lo que hago con él. ¿Qué es lo que no entiendes?ㅡla madre de Jeongin, con sus brazos, comenzó a empujar a los menores fuera de su puerta de entrada para que salieran de una vez por todas de su vista.

ㅡ¡Déjelo vivir con alguno de nosotros! ¡No tendrá que hacerse cargo de él! ¡Podremos mantenerlo!ㅡChangbin sugirió, e instantáneamente la fuerza de la señora iba cesando de a poco.

ㅡ¿Quieren decir que quieren que deje a mi pobre hijo a cargo de uno de ustedes, ratas asquerosas?ㅡle pegó una cachetada a Changbin, donde el sector comenzaba a quedar rápidamente rojo debido a la fuerza con la que su mano había impactado en su mejilla. Félix solamente quería llorar y abrazar a su novio, ésto se iba de las manos.

ㅡPrometemos que podemos cuidarlo bienㅡlas lágrimas en los ojos del rubio no tardaron mucho en salir, pues su corazón dolía de una manera impresionante.

ㅡYa les dije que no ¿a caso quieres una cachetada tú también, engendro?ㅡagarró del cuello de la camiseta al menor de los presentes, quién comenzaba a patalear para que lo soltaran.

ㅡ¿¡Qué es, a caso, lo que tiene usted en la cabeza!?ㅡChangbin gritó, ayudando a su novio a zafarse del agarre de la mayor quién sólo tenía intensiones de hacer lo peor de lo peor con Félix.

ㅡQué es lo que tienen ustedes en la cabeza para atreverse a venir para acáㅡla canosa señora pasaba sus dedos por sobre el marco de madera de su puerta, no tenía intenciones de dejar todo tan simple para ellos.

ㅡYa veo el porqué mi padre la dejó, por suerte él prefirió quedarse con mamá y no con una prostituta asquerosa como lo es ustedㅡChangbin soltó de una sola vez. La mayor sólo miraba con una sonrisa en sus labios mientras que Félix se abrazaba del torso de su novio, mientras que no podía dejar de llorar mediante al shock de toda la situación que lo rodeaba.

ㅡChicos...ㅡla voz de Jeongin detrás de ellos causó impacto, pues éste había llegado con las maletas a su casa encontrándose con sus amigos insultando a su madre. Lágrimas notorias se acumulaban en el rabillo de su ojo, no podía ser siquiera real.

ONE LOVE AND A FUNERALWhere stories live. Discover now