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Narra Jonah.

Una vez que me había dado un último vistazo en el espejo de mi habitación baje las escaleras en dirección a la puerta. Agarre las llaves de la camioneta Range Rover que acababa de pintar, se veía reluciente.
Al salir completamente de la casa noté como el clima estaba favorable para la ocasión. Me subí al vehículo y conduje hasta mi destino.

Un camino habitualmente corto y tan reconocible que creo que podría hacerlo con los ojos vendados. Una vez que llegue me estacione y espere unos minutos en el auto.
Bien.- me dije a mi mismo.- Es hora.

Baje y a paso normal me dirigí hacía la entrada de la casa, no toque, sabía que estaría abierto para mí.

Se notaba un silencio impecable, todos estaban ocupados haciendo sus cosas, todos tenían que estar haciendo algo.
Subí las escaleras y el sonido de mis pisadas me acompañaba en el transcurso.
Llegué a donde tenía que llegar, estaba nervioso. Creo que no estaba preparado para esto, pero tenía que demostrar que era fuerte, toque la puerta tres veces, no toque con fuerza, pero gracias al vacío de la casa los toques en la puerta blanca sonaron más de lo que eran.

- Adelante.- la escuché hablar.

Demonios Jonah, por que no puedes abrir la estúpida puerta?.- decía la voz en mi cabeza.
Con timidez mi mano tocó la perilla de la puerta y lentamente fue girando.
La puerta se abrió y se me erizo la piel en el instante en el que observé completamente. Tragué en seco.

- Te ves, hermosa, realmente hermosa.- me había tomado mi tiempo en decir eso, pero ella estaba ahí, paciente.
- En serio lo crees?.- me preguntó sonriendo y caminando en mi dirección.
- Hoy no diré lo contrario.- me abrazo y yo la abrace de vuelta, tenía una rara sensación.

Al culminar el abrazó nos sonreímos mutuamente.

Bajamos las escaleras cuidadosamente, tratando de no estropear nada, y al llegar al pie de la puerta yo la abrí, ella tomo mi mano con algo de fuerza.
La mire y tenía esa expresión en su cara, que reflejaba nervios. Me incline y bese su frente.

Dimos el paso más importante que era salir de casa. Ahora con pasos lentos nos dirigiamos a mi camioneta. Le abrí la puerta y la ayude a subir, luego yo subí y ambos soltamos un enorme suspiro, encendí la camioneta pero aún no la echaba a andar, tenía una rara sensación en mi estómago, no sabía que esto podía hacer que te sintieras así.

- Listo.- dijo ella.- Ya es hora.- tomo mi mano que se encontraba en la palanca de velocidades y la coloco en primera. Reaccione y comencé a conducir, aún tenía esa rara sensación que no se me quitaría en todo el día.

Pasamos por muchos lugares que me recordaban muchas cosas, esto estaba pasando, cuando comenzó a pasar?

- Estas segura que quieres hacer esto?.- le pregunté una vez que llevábamos un poco más de camino.
- Si, muy segura.- me dijo ella, y le creí.
- Creo que debes saber, que eres maravillosa, eres una de las mejores personas que e conocido y simplemente no puedo creer que esto esté pasando, es decir, claro que todos lo sabíamos, pero es ahora.
- Muchas gracias Jonah, te debo muchas muchas cosas.- se inclinó y me dio un beso en la mejilla, Lindo gesto.
- Siempre te e dicho que estás horrible o cosas así, pero la verdad es que eres totalmente preciosa, y además de eso eres una muy buena persona. Por favor no dejes de ser tú, por que no podría verte a los ojos si actúas como otra persona.

Ella asintió, sus ojos se humedecieron y no dijo nada. Yo la miré con amor, era un momento grandioso que jamás olvidaría.
El resto del camino permanecimos en silencio, estábamos ocupados pensando en todo lo que iba a pasar después de hoy.

Estacione la camioneta, pero no bajamos, permanecimos en ella un tiempo, yo sería paciente, esperaría hasta que ella se sintiera segura.

- Jonah.- me llamó.- Gracias por hacer esto.- abrió la puerta y en seguida yo abrí la mía para ir hasta donde estaba ella.
La ayude a bajar y nos dirigimos al lugar.
Tome su mano y le sonreí, todo estaría bien.

Llegamos a la puerta en donde toque, sus manos sudaban un poco. La puerta se abrió y ella entró, no sin antes darse un poco la vuelta y sonreirme, me lanzó un beso y luego la puerta se cerró.
Me gire y noté mis ojos húmedos al igual que los de ella hace rato.

Dios.- pensé.

Camine de nuevo a la camioneta y me dirigí a mi nuevo destino.

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Ruin (Jack Avery) Where stories live. Discover now