LA ÚLTIMA GREEN. (EN EDICIÓN)

Capítulo 24 || TE EXTRAÑO ||

[CAPÍTULO SIN EDITAR]

El capítulo se encuentra sin editar, me disculpo por cualquier error ortográfico, al terminar esta novela se encontrará editando y arreglando esos errores, si no es mucha molestia me ayudarías demasiado marcar donde están los errores. ❤

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V.R ♐🌹

CAPÍTULO VEINTICUATRO

Cinco días exactamente, los que han pasado, los mismos días que pasan se hacen cada vez  uno más lento que el otro más doloroso que el anterior, una completa pesadilla.
Cierro los ojos recordando su pequeña sonrisa, sus ojos verdosos, sus regordetas y suaves mejillas, el momento que me lo quitan pasa por mi cabeza una y otra vez. ¿Quién diría que ese niño sería tan indispensable para mí? ¿Desde cuando, me duele no tener su pequeña y pura presencia conmigo?.

Río al ver lo patética que estoy en estos momentos, mi boca está amarga, dando otro trago a mi botella miro hacia la ventana, el gran jardín bien cuidado, lleno de flores y plantas vivas, la puerta suena más no presto atención, esta se abre pero aún así no aparto mi vista de los colores vivos de cada flor.
– Señorita Catherine, lamento informarle que aún no hay rastro de Stephen James y Artemis Green – mis manos aprietan con fuerza la botella, mi cuerpo se levanta con gran dificultad de el suelo gracias al mareo repentino –¡¿Y QUE DEMONIOS HACES AQUÍ?! ¡SIGAN BUSCANDO! ¡VAMOS! ¡LARGO! ¡Y NO VUELVAN SI NO TIENEN A MI HIJO EN BRAZOS O LA MALDITA CABEZA DE STEPHEN JAMES! – grito desgarrando mi garganta, lanzando la botella hacia la dirección de el pobre chico que sale corriendo apenas la botella explota con el líquido, lanzando unos cuantos cristales.

Mi humor se vuelve más pesado, a paso tambaleado camino hacia el estante de licor, tomando otra botella y bebiendo de esta, regresando a mi sitio miro el cielo ahora, el cual drásticamente a cambiando de color a uno gris y frío, el rostro de Stephen James aparece en mi visión, apretando la botella con fuerza, mis ojos se cristalizan sin razón alguna no.

– Te encontrare, y te haré pagar por haberme quitado lo que es mío Stephen James — hablo entre dientes, dando un gran trago a la botella, quemando mi garganta, sintiendo aquel sabor tan amargo.

[...]

Mi cuerpo está tumbado en la cama, el dolor de cabeza es infernal, levantando mi cuerpo pesadamente canino al baño a tomar una ducha, el agua tibia recorre mi cuerpo empapando mi ropa que aún no desprendo, suelto un suspiro quitando de poco a poco la ropa, dejando mojar por completo mi cuerpo.

Su pequeña risa se hace presente, mis ojos se cierran con fuerza al igual que mis puños, las lágrimas se mezclan con el agua, mis manos golpean el azulejo de aquel baño, sus ojos abarcan mi mente por completo.
Un grito desgarrador sale de mi garganta, mis rodillas chocan fuertemente con el suelo el dolor se hace presente pero mi mente no se concentra en ello hasta que mi puerta es tocada.

En un suspiro, apago el grifo y me levanto por completo – ¿Que quieren? – pregunto al borde de explotar – Señora, un paquete de Stephen a llagado – mi cuerpo se mueve por si solo, enrollando la toalla en mi cuerpo por completo.
El mismo chico aparece, con un ramo de rosas color negro, una pequeña nota enseguida lo arranco de sus brazos, enseguida leo la nota.

"¿Que es el infierno?
Yo sostengo que es el  sufrimiento, de ser incapaz de amar.
-Fyodor

Mi mente da mil giros, sin entender aún aquellas palabras lanzó las cosas al suelo y hecho un grito de frustración – Tomen huellas, ADN lo que sea, investiguen quien las trajo, quien las compró ¡QUIERO SABER TODO! – grito, con los puños cerrados el chico solo asiente y sale de la habitación con las cosas en manos.
Soltando un suspiro miro al suelo, las lágrimas caen, y el aire empieza a faltar «Te extraño» pienso pensando en su pequeño mirar.