Capítulo 45 ° Fin °

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» Díez años después «


ATENCIÓN : Este capítulo contiene escenas de violencia. Leerás el capítulo por tu propia cuenta.

Narra Artemis Green :


Observo como mi madre le da un casto beso en los labios a mi padre, mi sonrisa se agranda al ver el rostro de mi hermana haciendo una mueca de asco. Ella camina hacia mi, su cabello castaño se mueve de un lado a otro sus grandes e intensos ojos grises se posan en mi.

- No te burles, es asqueroso que se besen en la boca - dice asiendo una mueca de disgusto yo solo río y niego con la cabeza burlón - Te da asco que se besen ¿Pero no cuando llegan repletos de sangre? enana estas mal de la cabeza - digo burlón tomando un trago de mi jugo, ella ríe y se sonroja pues tengo razón.

Mamá y papá son mafiosos reconocidos, temidos y peligrosos ellos jamás intentaron ocultar su trabajo de nosotros una familia peculiar que me rodea, muchas ocasiones son las que llegan llenos de sangre y golpeados diría que muchas veces llegue a tener un arma en mis manos al igual que mi pequeña hermana de diez años. Mamá siempre nos a puesto un entrenamiento donde nos enseña a defendernos de todos los niveles posibles desde una arma blanca asta a una de fuego.

- Artemis, hoy necesito que pases por tu hermana - dice mi madre sacando mis pensamientos yo le sonrió y asiento mientras como un pedazo de sándwich - ¿Hoy tienes más trabajo que hacer? - Pregunto observando como lleva su taza de café a sus labios ella asiente y suspira - Si, unos paquetes se han "Extraviado" y necesito poner orden en el lugar - dice con media sonrisa llevando una galleta con chispas a su boca.

- Hoy por cierto les toca entrenamiento con su padre, que le toca manejar la empresa hoy así que dudo que puedan entrenar con el, hagan solo la rutina de puntería - dice dando un trago a su café, mirándonos a ambos - ¿Podré usar las balas de verdad mamá? - dice con un puchero, sonrió ante la mirada furtiva de mi madre.

- No, tu seguirás usando las de salva - dice sería ocultando su sonrisa, mi pequeña hermana solo bufa con enojo y mastica con fuerza su galleta - Es injusto ma - dice en un suspiro con fingida tristeza, mi madre solo levanta una ceja divertida - Para mi no, la cicatriz que tiene tu hermano me hace saber que no estas lista para las balas de verdad - dice con seriedad, mi hermana me observa fulminante yo hago un puchero y asiento levantando mi camisa mostrando la cicatriz que esta cerca de mis costillas.

- Te odio - me dice entre dientes, yo le sonrió y le doy un sonoro beso en su mejilla - Me amas nomo - digo antes de revolver su cabello - Me voy, llegare tarde a la escuela - digo dando un beso en la mejilla a mi madre quien asiente tomando otro trago de su café, tomando mi mochila veo a mi padre bajar las escaleras.

- Nos vemos papá - digo saliendo con rapidez, escuchando a lo lejos la despedida de mi padre tomando mi motocicleta la enciendo y me dirijo a la escuela.

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- Es muy lindo y escuche que la tiene grande - escucho a las chicas charlar tras de mi, mis ojos se ponen en blanco, la cabeza me empieza a pulsar pues lleven toda la clase hablando de penes y chicos de la institución exasperado me giro con una sonrisa fingida, haciendo que me miren enseguida - Cierren el hocico perras sarnosas - digo venenoso, con el rostro endurecido ellas me miran sorprendidas y temerosas haciendo silencio por fin.

La sensación de que alguien me observa llega a mi cuerpo, buscando la mirada me encuentro con una azul eléctrico, un rostro pálido y un largo cabello castaño unos lindos pequeños labios rosados, ella al notar que la he pillado aleja la mirada con un leve color en sus mejillas Nathalie Woods una de las segundas mejores alumnas en la institución, sonrió al recordar un día de entrega de calificaciones donde tan sólo teníamos diez años.

LA ÚLTIMA GREEN. (EN EDICIÓN)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora