Capítulo 26 || DESCONTROLADA ||

2.4K 152 3
                                    


[CAPÍTULO SIN EDITAR]

El capítulo se encuentra sin editar, me disculpo por cualquier error ortográfico, al terminar esta novela se encontrará editando y arreglando esos errores, si no es mucha molestia me ayudarías demasiado marcar donde están los errores. ❤



_________________________________

V.R ♐🌹

CAPÍTULO VEINTISÉIS

«¡Matalos!» «¡Matalomi mente grita a todo pulmón, mis puños se cierran, mi vista se hace borrosa y de un color completamente rojo vivo.

— ¡TU! ¡DEVUELVEME A MI HIJO! — grito a todo pulmón, sus pasos se detienen volteando su cuerpo afrontando el mío, su sonrisa se hace presente mi auto control se convierte en polvo mi cuerpo se a acerca más a mi — ¡Que sorpresa! ¿Como te va Catherine? Rumores dicen que tus demonios te consumen poco a poco —
Mi puño impacta fuertemente lastimando aún más mi mano, el dolor el ardor y el cálido calor de mi espesa sangre resbalando, en un segundo mi cuerpo es fuertemente impactado contra la pared un jadeo de sorpresa sale de mi garganta — Nadie me toca de esa manera, y te recuerdo que ese niño es solo mío, solo lleva mi sangre Tu no eres nada — mis dientes se aprietan con fuerza, el maldito vestido me tiene completamente inmóvil.

S

onrió con sorna, mi cabeza impactada con fuerza en la suya, gracias a la altura está golpea sus labios, haciendo una pequeña herida donde la sangre empieza a brotar — Me importa una mierda que tu asqueroso ADN este en el de el, es mi hijo James y nadie me quita lo mío — digo con burla, poniendo mi cuerpo en guardia para empezar una rigurosa pelea. Mi cuerpo se pone alerta, disparos y gritos se hacen presentes — ¿Que mierda? — se pregunta James, pegando su cuerpo al mío junto a la pared.

Arranco con fuerza parte de mi vestido, dando más flexibilidad a mi cuerpo, fijo mi mirada en el, su verdosa mirada choca con la mía llevando leves corrientes a mi cuerpo — ¡¿Que demonios has hecho?! — grito con potencia, mientras lo observo con enojo e impotencia el no responde, mira en un punto en especial, Matteo.

— ¡ESE MALDITO ITALIANO! — grita con enojo dando un fuerte golpe a la pared, sacando un pequeño radio habla sacando mi mente de el trance — Sacarlo de aquí por la parte trasera, que los demás ¡ataquen a todos me vale una mierda, por su culpa todos aquí pagan! — mi cuerpo se tensa, arrebatando su arma, quito mis tacones salgo de ese maldito escondite y empiezo a disparar.
La vibración de cada disparo hace vibrar mi cuerpo, el golpe de cada disparo llena mi cuerpo de euforia, mis disparos caen preciosos a cada uno de los hombres que son completamente desconocidos para mi, mujeres con los niños de cualquier mafioso tratan de huir.
Siento la presencia de alguien tras de mi, rápidamente volteo apuntando con el arma encontrando a Stephen James.

Alguien más se posa tras de él, disparo sin pensarlo, viendo como cae el cuerpo de dicho desconocido James voltea sorprendido «¿Que demonios hice?» me pregunto observando como le acabo de salvar su insignificante vida — ¡Catherine! — su grito hace que trate de voltear pero ya es tarde, me sostienen con fuerza dos hombres, dejando completamente inmovilizado mi cuerpo, veo a el frente cinco hombres exactamente rodean a Stephen cada uno peleando con el, sonrió cuando estoy apunto de hacer un movimiento.
El pinchazo en mi cuello, hace que abra los ojos con fuerza, y me mueva con desesperación.

— ¡Hijos de put... — mi lengua se duerme, quedando completamente muda, mis ojos empiezan a pesar de una manera desagradable y desesperante, veo como cada vez la imagen se hace más lejana y borrosa.

— ¡CATHERINE! — su grito hace que mis ojos se abran un poco más, y trate de hacer un último y maldito vergonzoso intento pero me es imposible, nada es posible mi cuerpo esta completamente perdido pesado y estúpidamente sin vida, una sonrisa de medio lado aparece en mi rostro
«Hijos de puta» pienso antes de cerrar por completo mis ojos, alejándome de él mundo.

[...]

El frío llena mi cuerpo, el líquido escurre por la poca ropa que llevo, gracias al haber desgarrado mi vestido, tomo una gran parte de él oxígeno que puedo. Tratando de mover mis brazos no puedo, abriendo mis ojos la tenue luz de un foco se hace presente, dejando ver una asquerosa habitación, con olor a orines y mierda, pintura desgastada, y marcas de agua amarilla «Asco» pienso.
Tratando de encontrar el suelo me percato de que estoy en el aire colgando de cadenas, toda una pequeña habitación de tortura, una sonrisa de burla aparece pues en mi vida me imagine en esta estúpida situación.

— ¡La hija de la mafia despertó! ¡Que emoción! ¿No? — mis ojos se posan en los suyos azabache, mi sonrisa se agranda y mis puños se cierran provocando el leve dolor gracias a las cadenas
— Matteo, Matteo ¿Sabes en que te metiste? Perdón ¿Con quien te metiste? — digo soltando con burla y en una carcajada, el se une a un riendo.

— Con una estúpida niña, engreída que se cree superior a los demás y que en estos momentos, esta atada sin ayuda de nadie, sin su papi — susurrando cerca de mi rostro, dando la oportunidad de escupir la poca saliva que hacía en mi cabida bucal. Un golpe seco a mi rostro hace que este sea volteado, el ardor se hace presente, una sonrisa de medio lado se posa en mi cara acariciando la parte afectada por dentro con mi lengua.

— Igual de maldita que tu padre, maldita y asquerosa, me alegra que este muerto el imbécil de tu padre, estará agonizando una y otra vez en las llamas de el infierno donde muy pronto estarás pedazo de mierda — sus palabras no dañan en absoluto mi persona, provocando una risa la cual se convirtió en una carcajada en cuestión de segundos.

— Te mataré tan jodidamente, que preferirías estar con mi padre — susurro amenazante observando cada uno de sus movimientos, su rostro se torna rojo de la ira, dando a mi cuerpo una gran satisfacción.
— Te mataré — vuelvo a hablar, detonando su enojo, el grito de frustración.

— ¡Maldita niña! — su puño impacta en mi estómago, sacando el oxígeno de mi cuerpo por unos segundos, mi risa se hace presente ante sus golpes provocando más su enojo, varios golpes consecutivos se hacen presentes.

Mi respiración se hace más pesada, haciendo más falta el oxígeno aún así hablo con una sonrisa — Pega más fuerte, pegas como niña — digo socarrona aún con una sonrisa, su puño impacta en mi rostro, el sabor metálico inunda mi paladar.

Pasó mi lengua por mis dientes, revisando que todos estén en su lugar, el se acerca tomando con fuerza mi mentón — ¿Ahora ya no estas riendo? — dice burlón, arruinando su felicidad, sonrió en grande mostrando mis dientes que apostando estos se encuentran llenos de sangre, y nuevamente escupo en su rostro soltando una carcajada.

— Volviste a caer — susurro con un poco de cansancio.

— Te mataré — y nuevamente los golpes se hacen presentes.

«Recuerda que sangre corre por tus venas» la voz de mi padre resuena en mi cabeza.

_______________________

_______________________

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
LA ÚLTIMA GREEN. (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now