Relatos de un Futuro Incierto

Tal vez, sólo tal vez...

Los niños pasaron una mañana tranquila, Ichimatsu y Osomatsu se habían quedado vigilando a Choromatsu mientras miraban la televisión, seguían encontrando su comportamiento extraño; sin embargo, decidieron dejarlo para después del cumpleaños... lo más seguro es que el tercero estuviera reprimiéndose con tal de pasar un día feliz. De cierta forma les preocupaba, pero, entendían que su hermano no quisiera amargarse su cumpleaños pensando en lo ocurrido.

Aunque... ¿Qué tan fuerte debía uno ser para poder aguantarse todo ese sentimiento?

Ni siquiera Osomatsu había podido contener sus emociones luego de lo que le había ocurrido; y aunque quisiera estar bien en el cumpleaños y estuviera esforzándose por no pensar en eso... no llegaba al nivel de Choromatsu. Que pudiera simplemente apartar de esa forma lo que le sucedió era...

"Choromatsu..." murmuró Osomatsu al apartar su vista de la televisión. Choromatsu lo miró de reojo con curiosidad.

"¿Hmm?"

"No importa que sea nuestro cumpleaños... si te sientes mal, no tienes que aguantarte..."

"¿Eh? Osomatsu... aprecio tu preocupación, pero no es necesario. Disfrutemos del día" dijo el tercero. Ichimatsu frunció el ceño levemente. Choromatsu estaba actuando demasiado raro, ¿De verdad era tan importante el día como para aguantarse? Entendía que era un día para celebrar... pero tener que celebrar mientras que su hermano estaba posiblemente sufriendo...

"Choromatsu, no nos molesta que digas cómo te sientes, después de todo eso fue..."

"De verdad, no se preocupen, hablemos sobre ese tema después" insistió el tercero. El primero y el cuarto se miraron no muy seguros.

"Si tú lo dices..."

"Y dejen de verse tan mal. Estén felices, si no dejan eso, me enojaré..." dijo Choromatsu mientras hacía un puchero y los veía con reproche. Los niños no estaban seguros de qué hacer exactamente, pero, decidieron hacerle caso a Choromatsu y dejar el tema para después.

Los tres niños siguieron viendo la televisión, Osomatsu e Ichimatsu intentarían pasarla bien; no es como quisieran amargarle el día a su hermano.

Karamatsu y Todomatsu pasaron su rato preparando las cosas para el pastel, Matsuyo estaba muy contenta de que sus hijos estuvieran ayudándola. El segundo observaba el horno con detenimiento, estaba ahora esperando para que la base estuviera lista; mientras tanto, Todomatsu batía la mezcla para el betún mientras miraba a su hermano con una sonrisa: realmente le gustaba ver a Karamatsu tan concentrado en el pastel.

"Niños, en cuanto saque el pastel del horno, saldré por un rato para comprar los desechables" dijo ella. Normalmente le pediría a sus hijos que hicieran ese favor, pero, después de lo que había pasado con Choromatsu... no quería arriesgarse a sufrir más justo en el día del cumpleaños de sus hijos.

"¿Ah? Mamá, ¿No quieres que vayamos nosotros?" preguntó Karamatsu. Todomatsu no se veía muy contento por tal sugerencia, era sólo... el muelle quedaba de camino a la tienda; lo menos que quería era que su hermano fuera a ver a ese hombre justo en el día especial de todos.

"No, No. Hijo, deben quedarse, prefiero que sea así"

"¿De verdad? No es molestia..."

"Karamatsu, no insistas, todavía tenemos que esperar a que el pastel salga para ponerle el betún"

"¿Hmm? Todomatsu, el pastel tiene que enfriarse antes de ponerle el betún... si no esperamos entonces el pan lo absorberá, así que tenemos tiempo de ir a la tienda por las cosas" explicó el segundo. El sexto desvió la mirada, realmente se sentía en contra de la idea.