Negación

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Los niños jugaron en el lodo por una media hora antes de que Matsuzo finalmente los llamara para que entraran, no había sido tanto tiempo pero los padres no querían arriesgarse a que alguno de ellos se enfermara con la lluvia y brisa de la noche.

Los sextillizos parecían querer seguir jugando; sin embargo, una advertencia de su padre los hizo rendirse y caminar de vuelta a la casa, claro, dejando que Matsuzo y Matsuyo los ayudaran a limpiarse antes de entrar. Matsuzo los limpiaba con la manguera mientras que Matsuyo se aseguraba de secar a cada uno de sus hijos para que no fueran a mojar la madera de la casa.

Al terminar, la familia se acomodó en la habitación para tomarse una foto y en seguida, los padres mandaron a sus hijos a bañarse. Matsuyo los apresuró hacia el baño comentando que ella traería la ropa para ellos, tan sólo quería que ya se metieran y no se enfriaran más. Matsuzo juntó los regalos de los niños y los colocó en una de las esquinas antes de entrar a su cuarto a descansar.

Osomatsu miró a la mayoría de sus hermanos meterse al baño; no obstante, él decidió regresar por el regalo que le había obsequiado Karamatsu y se dirigió al segundo piso argumentando que se bañaría después de los demás. Karamatsu notó esto y sin mucho qué decir siguió a su hermano mayor hacia el cuarto.

Los demás celebraron que fueran menos para disfrutar con más tranquilidad de su baño, así que simplemente se encerraron y no le dieron más importancia a Osomatsu y Karamatsu.

Karamatsu se dirigió al cuarto poco después de que su hermano entrara a toda prisa. ¿Pero por qué le urgía tanto venir a su habitación? Al entrar, se percató del diario que le había regalado y el cómo su hermano escribía en él mientras tarareaba una melodía muy conocida.

"Veo que se te quedó pegada la canción de 'Kagome, kagome'" comentó Karamatsu al ver a su hermano desde el marco de la puerta. Osomatsu alzo su mirada levemente, mirando a su hermano con curiosidad; el primogénito asintió ante la pregunta.

"Así es, es una canción muy pegajosa" dijo Osomatsu al entonces seguir escribiendo en su diario. "Muchas gracias por el diario, Karamatsu, ya me hacía falta. El psicólogo me pidió que escribiera un diario... aunque en realidad yo soy el que estaba interesado en escribirlo"

"Vaya... de verdad me sigue pareciendo extraño que sea así" dijo el segundo.

"No lo sé... simplemente tengo ganas de escribir lo que ha sucedido, seguro me tomará un rato pasar lo que ha ocurrido al diario en todo este tiempo... pero empezaré con lo que sucedió el día de hoy, quiero apuntar lo feliz que estuve hoy y lo divertido que fue" explicó Osomatsu con una sonrisa.

"Me da gusto que te divirtieras... en realidad fue un día muy agradable en general" dijo Karamatsu. "Pero oye... ¿Qué hay con el psicólogo? No he visto que vayan últimamente..."

"Ah, eso... es sólo que papá nos dijo que dejaríamos de ir. No parece tener dinero para seguirlo pagando, así que... fui el único en ir hace como un mes" explicó Osomatsu.

"¿Ah? Pero creí que Yowai lo había sugerido mucho..."

"Sí, pero, han estado gastando mucho... además de que creo que dejamos a papá sin dinero con tantos regalos que compramos" dijo Osomatsu. Karamatsu se veía preocupado por eso.

"No sé... si me hubieran dado a elegir entre que fueran al psicólogo o comprar regalos..."

"Oh, no te preocupes, creo que podemos con esto. De todas formas el psicólogo no parecía ayudar mucho que digamos" comentó Osomatsu. Al observar la expresión de angustia del segundo, el primero decidió seguir explicando. "No pongas esa cara, estoy seguro de que regresaremos al psicólogo en otra ocasión, es sólo que papá no puede pagarnos las visitas en estos momento"

Relatos de un Futuro InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora