Capítulo 68

3.1K 262 11
                                    

¡Maratón! (no tan maratón jeje).

Hoy día subiré los últimos cinco capítulos.

Me demoraré un poco, porque todavía estoy editando la última parte.

Disfruten:)

* * *

Una semana más tarde todo estaba firmado y sellado. Los padres de Figgy habían puesto a Leonie en contacto con su abogado, que había revisado el contrato por ella. Todo parecía estar bien, así que Leonie había firmado.

La reacción de su abuela había sido apocalíptica, por lo que el plan era que Leonie permaneciera en la casa de Figgy hasta que tuviese los medios para alquilar su propio hogar. Leonie estaba emocionada por todo, pero se sentía desgarrada por estar lejos de Gabriel. Aunque no podía estar con él en la escuela, le gustaba verlo. Estaba aterrorizada de que él la olvidara una vez que se hubiera ido.

-Es increíblemente amable de tus padres,- le dijo a Figgy mientras empacaba sus pertenencias.

-Tonterías. Están encantados de que te quedes. Si te haces famosa, es probable que mi madre te meta en todo tipo de obras de caridad,- le advirtió Figgy.

-Creo que eso está muy lejos de ahora, puedo ser un desastre total y abandonarlo antes del verano.

Figgy pensó que eso era muy improbable. -Y si lo eres, puedes conseguir un trabajo en Londres y hacer clases de actuación por la noche. Siempre hay una manera.

Con el baúl medio lleno, Leonie salió con Figgy hacia el comedor para la cena. Nadie sabía que se iría, a excepción de sus compañeras de dormitorio.

Y he aquí, Suki Laverne con un habitual aspecto desagradable en su rostro.

-Hola Leonie. Espero que no hayas hecho planes este fin de semana, porque necesito un par de ensayos más tuyos.- Ella sonrió, enroscando un mechón de cabello.

-Me temo que eso no será posible,- le dijo Leonie.

Los ojos de Suki se entrecerraron.
-¿No? ¿Sabes cuáles son las consecuencias?

-Supongo que tendré que enfrentarlos, entonces.

-Serás expulsada. Y tu preciado sacerdote será expulsado también,- amenazó Suki.

Leonie sonrió, usando la misma dulzura falsa que suki a menudo efectuaba. -Me voy de todos modos, estarás feliz de saberlo.

-¿Te vas? ¿Entonces ya te echaron?

-No. Me han ofrecido un papel en un nuevo film de Jack Edwards, así que tengo que terminar la escuela temprano.- Leonie estaba segura de que ella habría oído hablar de Jack Edwards. Se demostró que tenía razón cuando la boca de Suki se abrió.

-Estás mintiendo. Como si alguien como tú pudiera conseguir algo así.

Figgy interrumpió nerviosamente
-Es realmente cierto. Leonie tuvo la prueba de pantalla cuando se estaba quedando conmigo antes de Navidad.

Suki era desafiante. -No lo creo. Has sido expulsada y este es un estúpido intento de encubrimiento.-

Leonie se encogió de hombros.
-Créelo o no. No estaré aquí mañana, así que puedas hacer tus propios ensayos a partir de ahora.

La furia brilló en los ojos de la otra chica. -Todavía puedo ir a la Madre Benedict y contarle sobre ti y el sacerdote.

-Haz lo que quieras. No tienes ninguna evidencia. Simplemente pensarán que estás actuando por un ataque de celos extraño. Después de todo, no estaré aquí, ¿no es cierto? Entonces nada pudiera estar pasando. Supéralo.

Suki sonrió triunfante. -Te olvidaste de la carta.

-¿Qué carta?- Leonie sonrió dulcemente otra vez.

-Sabes qué carta. En su carta, dirigida a ti. Toda esa poesía y esa mierda.

Leonie se dio vuelta para irse. -Creo que debes estar imaginando cosas.- Se apresuró a irse con Figgy cuando la campana ya había sonado.

Figgy estaba sin aliento cuando finalmente llegaron al salón. -Suki se pondrá furiosa cuando se entere de que le quitamos la carta.

-¿Qué puede hacer? No estaré aquí, y dudo que se atreva a enfrentar a Gabriel. Especialmente sin pruebas. Además, ella necesita su referencia de buen comportamiento para su aplicación RADA,- dijo Leonie.

Las dos chicas se abrazaron entre los humos de repollo y se fueron a la cena, Leonie sintió como si un peso muy grande hubiera sido levantado de sus hombros. Sin nada más, no más escuela significaba no más Suki Laverne. Y esa era una gran razón para celebrar.

Invocando el pecado - Noël Cades (traducción) BAJO EDICIÓN.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu