3. Asmodeus

1.3K 66 1
                                    

Leo se despertó sobre una cama, que estaba en lo que fue una casa de la época victoriana que se ha incendiado.

Curioso se levanta penosamente de ella demasiado dolorido, había sufrido demasiados golpes que no recordaba.

Se acercó a un espejo y observó su reflejo. Él había cambiado completamente. Sus ojos resplandecían como el fuego, sus pupilas habían desaparecido. De su espalda dos grandes púas negras se asomaban, sus pómulos se veían más angulosos, tenía fuertes bíceps y brazos musculosos. Estaba desprovisto de ropa, esto lo alteró un poco, pero luego se calmó al darse cuenta de que no había nadie allí.

Salió fuera de la casa para mirar en dónde se encontraba. Lo que vio fue un cielo completamente negro, más negro que sus cabellos y unas estrellas refulgentes. La luna no se podía admirar en el cielo.

Alrededor de la casa, había una gran pradera de hierva seca y amarillenta. No se podía obserbar más nada que un firmamento lleno de estrellas y la oscuridad de la noche.

Él, se volvió hacia dentro de la casa, de a poco se iba olvidando quién era y qué hacía allí. Se fijó en un mueble y encontró una camisa y un pantalón para vestirse como hacía la gente en la época victoriana.

A su mala suerte, sus dos púas rompieron la parte trasera de su remera y decidió andar desprovisto de ella.

Aburrido, salió a afuera a contemplar el cielo nocturno.

Horas más tarde

Leo sintió que alguien se aproximaba, era el demonio mayor de sus sueños.

-¿Hola? Dijo curioso Leo.

-Hijo, por fín estás en casa, eres mi creación más perfecta. Dijo orgulloso el demonio mayor.

-¿Quién eres? Preguntó Leo.

-soy Asmodeus, tu padre. Dijo éste tranquilo, tenía los cabellos oscuros como los de Leo, era demasiado alto pero sus ojos eran idénticos a los de Magnus Bane.

Mientras tanto, en el instituto de Nueva York...

-hermano, me preocupa mucho Leo, no sabemos dónde está. Dijo preocupada Mari

-ya hermana, tranquila, ya va a aparecer, desearía buscarlo yo que nuestros padres, Leo es como el parabatai que no tengo y que me gustaría que fuese. Dijo lloroso Chris.

-Ay! Se abrió la puerta y alguien cayó de allí, era Valentine, el hijo Clary y Jace, éste representava similares rasgos de su padre como su cuerpo y sus ojos, pero tenía el mismo cabello que su madre. -Perdón no pude evitar oirlos primos. Dijo nervioso éste, tenía la misma edad que Leo y sus primos (13 años).

-Ahora que es lo que quieres? Dijo irritada Marian.

-ayudarlos a rescatar al brujo. Dijo feliz éste, quiero ser como nuestros padres.

Los gemelos lo miraron enojados y lo hecharon de la habitación. Pensaron y decidieron que los ayudase, ya que él conocía bien el instituto y sabía cómo escapar de él sin que nadie se diese cuenta.

-el tío Alec siempre dice que el tío Magnus me podría ayudar en cualquier circunstancia, ya que me quiere demasiado. Dijo Valentine.

-bueno, si es Así, iremos al Penthouse de Magnus. Dijo Chris.

Los tres jóvenes se provisaron de sus armas, sus estelas y partieron al Penthouse de Magnus.

Continuará...

Angeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora