Angeles Y Demonios

¿Quién es el culpable?

Todos en el instituto comenzaban a asustarse, por que desde cada noche a la mañana, siempre desaparecía algo, que tenía demasiado valor.

Pero lo que más inquietaba a todos, era sobre él o los culpables, y en el insti, sólo estaban Izzy, Simon, Will, Sam, Magnus, Clary, Alec, Jace, Val, Luna y cada tanto Leo iba al instituto, pero nadie le había dicho algo sobre Sam. Pues el hechizo hacía que él se olvidaze de ella también. Cada vez, Leo se lo notaba más trastornado y paranoico, cuando veía a Will y Simon comer, él también presentaba signos de querer sangre, algo que preocupaba demasiado a Magnus, también Magnus se sentía tensionado, por el tema de que Sam no despertase nunca. Él no iba a poder estar siempre ahí.

-¡Oye Leo! ¿Qué te parece si...-. Exclamó Will siendo interrumpido por Luna.

-¡Eo! ¡Eo!-. Exclamó mientras alzaba sus brazitos desde el suelo con una cara de mucha ternura, haciendo que Leo recuperase, al menos un poco de su humanidad y levantase a Luna.

-Hola preciosa ¿Qué pacha?-. Preguntó Leo a Luna haciéndole cosquillas en su pequeña barriga que olía a melocotón. Luna, se limitó a reír y hacerce parecer como si ella fuese bobita.

-¡Piano!-. Exclamó ésta.

-está bien peque-. Exclamó Leo con ternura.

Leo llevó a Luna hacia el piano y la sentó sobre su regazo y ella mecánicamente tocó por lo menos cuatro canciones infantiles simples que le había enseñado Jace, quien miraba a lo lejos cómo Leo se divertía con Luna.

Pronto llegó Val y exigió tener a su hermanita en sus brazos, pero ésta quería estar con Leo y le arremetió varios golpes a Val, que tuvo que devolverle Luna a Leo, y ella se sintió feliz después de arregañar a su hermano mayor con un par de golpes.

Más tarde, Leo se volvió con Alec y Magnus a su apartamento.

Cuando Leo logró consiliar el sueño en ese espantoso sillón, en sueños se le apareció Germán

En el sueño

-¡Mi preciosa arma! ¿Qué haces dormido? Sabes muy bien que no puedes dormir-. Exclamó Germán.

-¿Quién eres tú?-. Preguntó Leo.

-Ay, no, el hechizo pierde influencia-. Y Germán le introdujo el mismo hechizo de antes, pero más fuerte -Bien, mi precioso, quiero que vallas al Instituto y te raptes el relicario y el escritorio que está sostenido por dos ángeles, tiene algo valioso que necesito-.

Y Germán desapareció del sueño de Leo, haciéndolo despertar mecánicamente.

Fin del sueño

Leo salió del apartento de Magnus con toda su cautela posible. Se fijó que la pareja estuviese dormida y salió volando por la ventana hacia el instituto.

Al llegar, Leo se robó todo el relicario (incluyendo esa copia de la copa mortal que tenían allí) y también se robó el viejo escritorio, donde muchos años atrás allí se sentaba Hodge Starkweather.

Luego de haber robado todo Leo se dirigió al infierno para entregarle  lo robado a Germán, quien rió maliciosamente.

A la mañana siguiente, Magnus, al levantarse vio que Leo no se encontraba dormitando en el sillón, no estaba por ningún lugar del apartamento. Alec le había dicho a Magnus que iba a ir a buscar a Leo en el insti, cuando llegó, vio que todas las reliquias habían desaparecido y el viejo escritorio de Hodge también y decidió iniciar una clase de alarma donde se prohibía que alguien mundano o subterráneo entrase o saliese de allí, claramente, Magnus y Simon tenían que estar ahí por Sam, además, todos confiaban demasiado en ellos dos.

-¿Quién podría ser?-. Preguntó Jace a Magnus, los dos estaban sentados frente a Sam, Jace tenía en su regazo a Luna quien se veía muy cansada.

-No lo sé, pero me entran las sospechas de que Leonardo podría ser-. Dijo dubitativo Magnus mientras que meneaba sus dedos que hacían un fulgor púrpura, manteniendo a Sam con vida.

Mientras todos sospechaban de Leo, éste se encontraba bajo la influencia de un hechizo que Magnus no podría romper.

Continuará...