el año

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Era el día de cumpleaños de Leo, en realidad él cumplía 15. Pero como creció de una manera rápida y extraña, cumplía 18.

Ya había pasado un año y medio por toda esa aventura, pero la más intrigante y hermosa era el embarazo de Sam, pensó Leo.

Y no sólo era el cumpleaños de Leo, ese día se festejaba el año de Luna. Esa hermosa y pequeña bebé, hermana menor de Valentine Herondale e hija de Clary Fairchild y Jace Herondale. En ese año de Luna, se podían notar muchos cambios en ella: tenía una mata de cabellos dorados, sus ojos eran más verdosos, podía caminar por sí sola, sabía tocar canciones de Beethoven y Bach en el piano y decía «mamá», «papá», «hermano», «Val», etc. Aunque su vocabulario no era muy extenso.

Clary agarró un montón de cosas para llevar al patiesito del Instituto, ella pensaba festejar allí el cumpleaños de Luna y Leo. Ese día, un martes 13 de noviembre.

Cuando Clary salió hacia afuera cargada de cosas, vio a Sam y Leo abrazarse. Esa escena la enterneció, porque le recordaba cuando era jóven y estaba con Jace, ella al principio se sentía que esa relación no podía seguir por lo que le había dicho Valentine en Renwick, y ella había sentido cómo su alma se la caía a los pies. Aunque su amor por Jace (al igual que él), iba más allá que el amor que se tienen los hermanos. Hasta que Alyne le demostró a Clary lo de Jonathan y sobre Jace junto con su madre, Jocelyn.

-Awwww, se ven muy tiernos-. Sopesó Clary. Sam se separó de Leo toda sonrojada, lo que acababan de hacer era un acto en contra de la ley de la clave.

-Esto, emmm, ¿Te ayudo tía?-. Preguntó Sam.

-Sí, pero ve a buscar a tu madre, ella también me tiene que ayudar-. Se aclaró Clary. A lo que Sam asintió y salió de allí y dejó a Leo junto a Clary, le dolió dejar a Leo.

El joven brujo empezó a borrar la estrella del cemento del patiesito y ayudó a Clary a cargar las cosas. «Este joven, tiene que terminar con Sam, pero Simon y la clave no lo quiere ¡Ugh! Es tan buena persona comparado con ese Gian Luka», pensaba para sí Clary.

Luego, aparecieron Sam, Will e Izzy, los tres dispuestos a ayudar a Clary y Leo.

En un momento, Will, llamó a Leo que estaba ocupado colocando guirnaldas.

-Oye, Leo, te tengo que decir algo-. Dijo Will, el mencionado, asintió asustado -Lamento mucho que no vas a poder seguir estando con mi hermana, lo digo en serio, pero es esa ley de mierda... si hubiese algo que los siga manteniendo juntos para que no se separen...

Leo sintió el impulso de contarle sobre el embarazo de Sam a Will, pero prefería que ella diese la noticia. Pero Will negaba con la cabeza como si él no pudiese salvar a Sam de la misma muerte.

-Sabes algo, desearía borrar del camino a Gian Luka. Lo conozco desde los 12, pero Sam no se merece estar con él. Enserio te digo si pudieses hacer algo con Sam que los obligase a estar atados-. Will suspiró y Leo le dijo que lo espere un minuto, que iba a ir a por Sam.

-¿Le digo? ¿Estás seguro?-. Inquirió Sam con Leo a su lado y a su hermano enfrente, sentado.

-¡Sii!-. Exclamó Leo alegre con una gran sonrisa en su cara, Will formó una mueca de disgusto por la cara de Leo.

-Bueno, querido hermano, vas a ser tío...-. Dijo Sam acariciando su vientre. No pudo evitar reírse cuando vio la cara de incredulidad de su hermano.

-No te creo-. Dijo Will, estaba conmocionado por esa noticia -Esto me huele a joda...

-Es en serio-. Dijo Leo besando el vientre de Sam. Will se sorprendió al darse cuenta que era verdad lo que decían.

-¿Cómo es posible? Si los brujos son estériles-. Comenzó.

Angeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora