el complot

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Leo se levantó muy temprano, eran las siete de la mañana, Sam estaba dormida a su lado, acurrucada junto a él. Se sintió como un ganador, pero sabía que no podía estar haciendo eso. Y decidió irse del instituto, e ir hacia la casa de Magnus, porque sabía que si iba a su casa, lo iban a castigar.

Mientras caminaba hacia la casa de Magnus, le dieron ganas de ir al baño, y decidió meterse en el primer lugar que vio, para usar un baño.

Cuando salió de hacer sus necesidades, una mundana que trabajaba allí, le ofreció algo para tomar, que Leo aceptó.

Luego de que de halla bebido todo, cayó desmayado y pudo sentir cómo lo llebaban hacia algún lugar.

Pasadas las 8, en el instituto, se pudo oír un fuerte chillido que emanaba de Clary y de Jace. Val entró enseguida en la habitación de sus padres, y vio que la cuna donde dormía Luna, la paqueña, no estaba allí. Clary y Jace la habían buscado por todo el instituto antes, pero no estaba por ningún lado, la habían raptado.

Luna no era la única que habían raptado en el instituto, también raptaron a Sam y a Will, a los mellizos.

Todos preocupados, llamaron a Magnus y a Alec, que estaban en su apartamento.

-¿Qué ha sucedido?-. Exclamó Alec preocupado.

-Raptaron a mis preciosos hijos y a Luna-. Exclamó seria Izzy.

-¡También son mis hijos!-. Exclamó Simon divertido.

-¡Simon!-. Dijeron a coro Izzy y Clary molestas.

-tranquilas, ellos se saben cuidar solos-. Trató de calmar Simon a las dos.

-¡No! Luna es sólo una bebé-. Y Clary sollozó apoyada en Jace, quien miró enojado a Simon.

-¿Y Leonardo? ¿No se había quedado a dormir?-. Preguntó Magnus.

-él tampoco está-. Pensó Clary en voz alta -Genial, ahora no me quiero meter en problemas con Clark y Cissa.

-oh, no, yo los buscaré-. Dijo en forma de promesa Magnus, le preocupaba que su hermanito lo hubiesen raptado.

-¿Pero acaso no estaba con los Fairchild? ¿Están seguros de que estaba aquí?-. Preguntó Simon.

-No, dormía con Sam-. Dijeron Val e Izzy.

-¿¡Mi princesita durmiendo con ese!?-. Exclamó enojado Simon.

-¡Ey! Es mi hermano-. Se quejó Magnus.

Simon se enojó y se cruzó de brazos e hizo pucheros como un niño caprichoso de cuatro años. Pero Izzy lo consoló diciéndole que su hijita ya era demasiado grande como para acostarse con alguien de su edad.

Mientras que en el instituto todos discutían, Germán se complotaba con Lilith y Asmodeus.

-Bueno, aquí están las personas que buscaban-. Dijo Germán entregándole las tres bolsas y un pequeño bolso dónde estaban los raptados, inconscientes.

-Gracias-. Dijeron Asmodeus y Lilith al unísono.

-¿Están mis dos hijos?-. Preguntó deseoso Asmodeus.

-sólo pude traer al joven-. Dijo Germán.

El otro enojado, trató de dañarlo, pero Lilith lo detuvo.

-ya, tranquilo, va a venir, te lo prometo-. Dijo Lilith.

-Bueno, ¿Me ayudarán?-. Preguntó Germán. -tenemos que terminar de destruir todos los institutos de cazadores de sonbras, aquí en América, luego África, Europa y así por el resto del mundo y esclavizamos a las familias de cazadores de sombras de todo el mundo y dejarán de existir, por que usamos a los mundanos en su contra,ya que ellos no los pueden matar-.

-el mejor plan que se le pudo ocurrir a un brujo en siglos-. Dijo Asmodeus con una sonrisa malévola en la cara -Hay que restregárselo a Lucifer en la cara-. Él y Lilith rieron malévolos.

Will despertó asustado y empezó a moverse en la bolsa.

Continuará...

Angeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora